El plan estándar sin anuncios de Netflix tiene los días contados
Streaming
La compañía está simplificando las opciones disponibles para sus clientes, que tendrán que escoger entre la opción más básica, con publicidad, o la premium
Netflix gana casi 5.000 millones en 2023, un 20,4% más, y supera los 260 millones de abonados
Cambios en Netflix: así funcionará el nuevo método para recomendarnos series y películas
Hace meses que el mercado de las plataformas de streamingstreaming está sumido en una importante reestructuración dirigida, en esencia, a aumentar los ingresos y, claro, los beneficios.
Este objetivo nada disimulado se plasma en medidas como subidas generalizadas de precios (Netflix, HBO Max, Disney+, Apple TV...), eliminación de algunas de las opciones de suscripción más económicas (lo que supone otro encarecimiento adicional) y, sobre todo, la apuesta por los modelos con publicidad. Una idea que las diferentes compañías fueron introduciendo paulatinamente, primero con cautela y entre airadas críticas de los usuarios.
Una vez comprobado que no sólo no se produjo la desbandada de suscriptores que muchos auguraban sino que estos planes servían de principal puerta de entrada para nuevos clientes (no en vano son, al menos por ahora, los más baratos), los gigantes del streaming han subido la apuesta: se ha ido extendiendo en el sector la posibilidad de contratar modalidades que incluyen publicidad y, en paralelo, se ha ido recortando el catálogo del resto de planes.
El último capítulo de esta revolución en el sector, hasta la fecha, llega de la mano del rey del streaming, Netflix, que justo esta semana ha presentado resultados (gana más y supera ya los 260 millones de suscriptores en todo el mundo) y que en una carta a sus accionistas ha avanzado su próximo movimiento: eliminar el plan estándar sin anuncios.
En realidad ya estrenó esta idea en algunos países el pasado verano (empezando por Estados Unidos, Reino Unido y Canadá), pero solamente para los nuevos clientes. Ahora lo extenderá al resto de usuarios, comenzando por Canadá y Reino Unido.
Cabe recordar que hace un año la compañía ofrecía no tres, sino cuatro planes distintos: básico, básico con anuncios, estándar y premium.
El pasado octubre, seguía ofreciendo cuatro planes, llamados entonces estándar con anuncios, básico, estándar y premium.
Cuánto cuesta ahora Netflix
Volviendo a las modalidades disponibles a fecha de hoy (enero de 2024), el salto de calidad y de servicios entre las dos modalidades estándar y la premium es innegable: la calidad de audio y vídeo es "excepcional" en lugar de "buena" y la imagen pasa de 1080p (Full HD) a 4K (Ultra HD) + HDR. Tiene audio espacial, permite hasta cuatro dispositivos conectados a la vez (en lugar de dos), seis descargas para ver sin conexión y, por supuesto, no tiene anuncios.
Todo ello por 17,99 euros al mes (hasta que lo suban). Los dos planes estándar cuestan (también hasta que los suban) 5,49 y 12,99 euros al mes. La única diferencia entre estos dos últimos es el elemento publicitario. No extraña que los nuevos suscriptores se decanten mayoritariamente por el primero de ellos.
Según ha indicado Netflix esta semana, ese plan estándar con anuncios supone ya el 40% de todos los nuevos registros en los mercados en los que está disponible, dato que explica el movimiento de eliminar esa opción intermedia.
Pedir a los usuarios "pagar un poco más"
"Buscamos ofrecer una gama de precios y planes para satisfacer una amplia gama de necesidades, que incluyen precios de salida altamente competitivos", explicaba la comunicación a los inversores, en la que avanzaba que pueden llegar a pedir a los usuarios "pagar un poco más" a medida que, añadía, invierten y mejoran la plataforma "para reflejar esas mejoras".
Además, en ese texto se incidía en el éxito que, a su juicio, han tenido medidas también controvertidas como las relativas a las cuentas compartidas. Según la plataforma, funciones como transferencia de perfil o añadir miembros extra a una cuenta estaban "muy solicitadas" y, dicen, el pago por compartir ha acabado por convertirse en un punto importante de su negocio.
El futuro
Sin entrar a valorar los catálogos que ofrecen las distintas plataformas de streaming, que daría para un artículo mucho más largo, lo que sí está claro es que el futuro inmediato no pinta propicio para los aficionados a series y películas.
Continuas subidas de precios (y las que vendrán), que las interrupciones publicitarias están camino de ser la norma y no una excepción (si no queremos que la factura se dispare), el incierto futuro de algunas compañías (habrá que ver qué ocurre cuando HBO Max pase a ser solamente Max y cómo afecta a los actuales clientes)...
Todo ello hará que muchos de los que ahora mismo tienen cuentas en varios de estos servicios deban escoger y cancelar algunos, si no todos. O, al menos, aquellos que solamente les ofrecen series y películas, sin ninguna otra ventaja adicional.
No hay que olvidar que el consumo de televisión no lineal sigue siendo una opción minoritaria en España, lo que podría desencadenar una guerra entre las plataformas por unos clientes posiblemente cada vez más escasos. El escenario más desfavorable, para los consumidores, sería que continúen el camino que han emprendido y se limiten a poner cada vez más anuncios y a seguir subiendo (todavía más) los precios.
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