EMPRENDIMIENTO

El liceo digital de las boticas nace en Sevilla

José Lozano y Javier Baquero Portero, fundadores de la startup Liceo de Farmacia.

José Lozano y Javier Baquero Portero, fundadores de la startup Liceo de Farmacia. / José Ángel García

Una startup con base sevillana ha roto con todos los esquemas de la educación en línea al convertirse en la primera compañía que ofrece servicios formativos dirigidos directamente al sector farmacéutico. De hecho, esta idea  pionera fue presentada la semana pasada en el Mobile World Congress en Barcelona, la cita más importante a nivel internacional de los expertos en telecomunicaciones y nuevas tecnologías. Pero, hay que remontarse hasta 2016 y viajar a una botica familiar en el Parque Alcosa para conocer el germen de este proyecto.

"La iniciativa inicial estaba orientada a las necesidades que detectábamos nosotros y que considerábamos que tendrían todas las farmacias", explica Javier Baquero Portero, farmacéutico con amplia tradición profesional en su familia, que ahora regenta Botiq, la única farmacia que se ubica en el centro comercial Torre Sevilla.

Si bien es cierto que, según explica Baquero Portero, el proyecto inicial estaba enfocado en ser una herramienta para la industria, el conocer al ingeniero José Lozano provocó un giro de guion. "Las farmacias no tenían ningún problema desde hacía 100 años, pero los últimos 10 han sido una película de terror. Entendíamos que necesitaban un cambio y que esta transformación pasaba necesariamente por la formación", apostilla Baquero Portero. De este modo, Lozano le dio un cariz tecnológico para reestructurarse en una startup y cambiar el foco de la industria a los profesionales que tienen el objetivo diario de mejorar la vida de los usuarios.

Con esta premisa nació Liceo de Farmacia, una compañía que, en pocos años y gracias al impulso del programa Minerva, se ha posicionado como precursora en su campo. De hecho, ambos fundadores coinciden en que se trata de una rama sanitaria que marca el punto de partida para seguir expandiéndose a otras especializaciones como la odontología o la cirugía estética.

De este modo, Liceo de Farmacia ofrece formación continua, impartida por los mejores expertos del sector, dirigida a tres públicos clave: los farmacéuticos que atienden detrás del mostrador, los estudiantes universitarios y los profesionales individuales.

"Pero no solo ofrecemos la parte educativa. Otra de nuestras áreas con mayor desarrollo son las herramientas de juego o simuladores que aplican el potencial y las mecánicas que caracterizan el mundo de los juegos y videojuegos al ámbito educativo y profesional", abunda Lozano, quien sostiene que están inmersos en el desarrollo de la rama Liceo Jobs: "Después del proceso formativo de nuestros alumnos y conocer sus competencias, podemos ponerlos en contacto con reclutadores y, del mismo modo, ofrecer a los empleadores aquellos perfiles que más se ajustan a su oferta".

En este sentido, Baquero Portero hace especial hincapié en que, gracias al amplio abanico de herramientas que ofrecen, las boticas que usan Liceo de Farmacia como plataforma formativa aumentan han aumentado sus ventas en un 15% gracias a la satisfacción de los usuarios.

Además de la ampliación de las líneas de negocio de la startup, Liceo de Farmacia está inmersa en su expansión a nivel nacional. Sólo en España ya cuentan con 300 boticas y 3.500 usuarios que forman parte del proyecto de forma totalmente online. Además, están inmersos en abrirse hacia el mercado latinoamericano. "En Perú ya contamos con cinco farmacias y estamos haciendo las primeras incursiones comerciales en Colombia y México", recalca Lozano.

Por otro lado, ambos fundadores manifiestan que están pendientes de una ronda de financiación valorada en 500.000 euros pero, al margen, sostienen que las previsiones de facturación para el presente curso son halagüeñas: "Nuestro objetivo es cerrar 2023 con una facturación de 600.000 euros y alcanzar los dos millones en 2024". Estas previsiones también son positivas en cuanto a la ampliación de plantilla. Actualmente, son nueve los profesionales que trabajan en Liceo de Farmacia y que están repartidos entre Cádiz y Sevilla. Una cifra que esperan aumente, "como mínimo", a 15 antes de que acabe el año.

Tanto Lozano como Baquero Portero no dudan en señalar que la clave de este éxito es atender el feedback de las farmacias que participan y combinar el conocimiento del día a día de las boticas, teniendo en cuenta la consiguiente atención al usuario detrás del mostrador, con una capacidad técnica muy alta: "Nuestro mayor galardón es que los propios profesionales nos agradezcan que existan este tipo de proyectos".

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