Ficción histórica

'Camilo Superstar', el Jesucristo que removió el franquismo

Alejandro Jato como Camilo Sesto en 'Camilo Superstar'

Alejandro Jato como Camilo Sesto en 'Camilo Superstar' / Atresmedia

Camilo Superstar retrata la sociedad española en los estertores del franquismo a través de uno de los iconos musicales del momento, Camilo Sesto. Alejandro Jato encarna al cantante alicantino que se empeñó, burlando la censura, montar la ópera rock Jesucristo Superstar en el año 1975. Es el eje de la serie que hoy estrena Atresplayer y que a lo largo de sus cuatro entregas ahonda en la vida personal de un artista que fue mucho más que una voz melódico y en el contexto sociopolítico de unos años donde los cambios eran necesarios pero que no terminaban de alcanzarse.

–¿Cómo ha creado su Camilo Sesto sin entrar en la imitación o la parodia?

–Pues viendo muchos vídeos de él, conociendo a fondo esa época. El acento alicantino lo he ido puliendo porque Camilo en esa época seguía muy ligado a su tierra. Me he visto también mucho videos de Tele Alcoy para tomar la dicción de esa ciudad. Yme he despertado a las tres de la mañana sonando con las canciones de Camilo en mi cabeza.

Alejandro Jato como Camilo Sesto en 'Camilo Superstar' Alejandro Jato como Camilo Sesto en 'Camilo Superstar'

Alejandro Jato como Camilo Sesto en 'Camilo Superstar'

–¿Cómo le llegó esta oportunidad de ser Camilo Sesto?

–La oportunidad del casting me llegó cuando ya conocía el proyecto. No me veía en el personaje, fui muy relajado a la primera prueba. Yo pensaba que nunca me iban a escoger. Fui a pasarlo bien. No me ubicaba ahí. En la segunda prueba ya hacía varias secuencias y me encantó el texto y en casa del director, ya caracterizado, estuvimos grabando durante una mañana ya entendí que debía salir todo adelante. Pero entiendo que había una responsabilidad ahí.

–¿Qué sabía del cantante antes de ponerse manos a la obra?

–De pequeño me gustaba la música de los 70 a través de los gustos de las abuelas de mis amigos. Escuchaba entonces Serrat, Rocío Jurado y de Camilo no había escuchado tanto y en bachillerato, en 2004, una tía mía me regaló un disco recopilatorio que disfruté mucho.

–Su generación ha visto por televisión un Camilo que ya no era aquel Camilo de los 70.

–Me sonaba, nos suena el Mola Mazo que no tiene nada que ver con el cantante de la serie. Yo lo vi en la tele ya mayor, en declive.

–¿Hay que descubrirlo para los jóvenes?

–Y es de lo que más me ilusiona de este proyecto: que los jóvenes se acerquen a Camilo. Muchos grandes se han convertido en iconos pop. En los programas del corazón se redujo la imagen de Camilo Sesto y si se analiza se observa que fue algo grande. Para mí ha sido fuerte descubrir lo que fue en su momento. Con Camilo Superstar muchos se van a llevar una sorpresa.

–¿Y qué sorpresa se ha llevado usted?

–Me he dado cuenta de que no tiene nada vez con la imagen superficial que podemos tener de él. Era una persona muy solitaria pero también estuvo muy sola en su camino y dio mucho por el arte. Lo observo en las fotos e intento intuir qué había más allá en él. De todas formas esto no es un documental, tiene sus claves de ficción.

–¿Hay nostalgia en esta serie?

–Yo soy nostálgico de los 70 sin haberlos vivido. Hay ciertos parecidos entre aquella época y ésta, como el fenómeno fan, pero son muy diferentes en la política, en conceptos éticos.

–Lo de montar un musical...

–Es el mérito de Camilo Sesto. En la España donde sólo había zarzuelas él se trae un musical de lo más rompedor y alternativo. Hay había un gran historia que contar. Y es la que contamos.

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