Nuevo formato

Haciendo más teatro en TVE ¿está bien?

Actores y monitores de 'A este paso (no) estrenamos'

Actores y monitores de 'A este paso (no) estrenamos' / RTVE

En 1967 uno de los grandes realizadores pioneros de TVE, Pedro Amalio López, llevó La vida es sueño a las noches teatrales de Estudio 1 con un actor que era ante todo una inmensa voz como Julio Núñez, como Segismundo en la adaptación de la compleja obra de Calderón. Con los medios limitados de entonces, López redujo casi meros simbolismos la puesta en escena de los abigarrados textos. Un tesoro de la literatura mundial como La vida es sueño merecería una revisión a los tiempos televisivos de hoy aunque, sinceramente, sería mejor entonces olvidarnos de audiencias, descargas y mayorías.

Ya que es costoso y poco reclamado el teatro en la televisión TVE ha acertado con crear un sucédaneo en píldoras, un espacio sobre el mundo de la interpretación y las obras convirtiéndolo en un talent que propugna acercar grandes obras. A fuerza de dosificarlas y recortarlas, de adornarlas con un ambiente de reality entre expertos y novatos.

A este paso (no) estrenamos recurre al ingrediente más efectivo de cualquier formato y que requiere de olfato en el casting: los famosos. Gente conocida retada a actividades que no son de su ramo. Ahí estaba para empezar el polifacético diseñador Eduardo Navarrete propuesto para meterse de lleno en los vapores carcelarios calderonianos o el rapero El Chojín. Son actores discretos porque entre otras razones no son profesionales de la actuación, pero a modo de un montaje que rozaba lo estudiantil ponían empeño de la mano de los monitores: la más popular, Cristina Castaño, junto a Inma Cuevas y Ángel Ruiz. Los tres aportan experiencia en forma de trato humano y cómplice. 

A falta de teatro este programa es casi un consuelo. Aspira al entretenimiento desde la divulgación con textura amable. Es un formato de la productora Zeppelin que en cualquier otro país iría por la primera cadena pública. En España va por La 2. En La 1 lo verían aún menos que los fieles del segundo canal. Sería difícil que A este paso (no) estrenamos tuviera la acogida que se merece. Es ejemplo de televisión pública cultural con aspiraciones generalistas. Una rareza que ha irrumpido sin hacer ruido y que merecería mejores oportunidades.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios