El 17º puesto de España en el Festival de Eurovisión ha tenido un coste de unos 5 millones de euros, entre el Benidorm Fest y la delegación enviada a Liverpool encabezada por la cantante elegida en febrero, Blanca Paloma. La calidad artística no se ha correspondido con el resultado obtenido, sobre todo en el televoto, donde la canción española, Eaea, fue la peor valorada de todas. Un fracaso evidente que ha desencadenado decisiones. La propuesta surgida desde Benidorm estaba desenfocada respecto a su éxito en el continente. Tras el tercer puesto de Chanel en 2022 ese 17º puesto sabe más amargo. Las aspiraciones de España de cara a los próximos años deben ser las de forma parte siempre del grupo de cabeza, como sucede con Suecia o Italia, y tener posibilidades reales de victoria, tal como sucedió el pasado año.

Y de ahí que en RTVE se hayan tomado drásticas medidas de los responsables de cara al envío de un tema más adecuado y con posibilidades de éxito. Por lo pronto se ha relevado a la responsable de la delegación española en el festival, Eva Mora, que desde meses atrás tenía una relación conflictiva con la directora de Comunicación de RTVE, María Eizaguirre, que se centrará en la comunicación y promoción del próximo festival de Benidorm, que acaba de abrir convocatoria.

El Benidorm Fest tuvo un coste en esta pasado edición de 4 millones de euros, con las dos galas de semifinales y la final que no despertaron un excesivo interés en la audiencia y una baja participación del televoto. La frialdad de este año se confirmó en los datos de Eurovisión, que fueron buenos (4,8 millones de espectadores, 39,7%) pero muy por debajo de 2022 (casi 7 millones, 50,8% de cuota). Es una cuestión económica, de prestigio y de reconocimiento del público. Hay mucho en juego con esos casi 5 millones de euros que cuesta la representación de España en Eurovisión. 

Chanel y su equipo (a su izquierda María Pérez) en la fiesta de bienvenida en Turín. A la derecha, Eva Mora y María Eizaguirre

La dirección de RTVE da un paso hacia el año 2022 y añade a la comisión directiva del Benidorm Fest a la coreógrafa Myriam Benedited, jurado que fue fundamental para poner en valor la candidatura de Chanel y Slo Mo. El director de TVE, José Pablo López forma parte de ese equipo organizador donde también se integra un participante de 2022, Rayden, a la búsqueda de un plantel de participantes en 2024 que conjuguen calidad, con sorpresa y un listón más exigente ya que en 2023 se ha apreciado con perspectiva que faltaba algo más de nivel respecto a 2022.

La nueva jefa de la delegación eurovisiva de España es Ana María Bordás, a la que relevó Mora. Su anterior período fue absolutamente negro en clasificaciones pero se ha iniciado un camino con menos corsés de presupuesto y planteamientos para que destaque la candidatura española.

Blanca Paloma y sus bailaoras, 'Eaea', Eurovisión 2023

Bordás forma parte del equipo directivo de selección y organización de Benidorm junto a Eizaguirre junto a otro experto como el subdirector de RTVE Play, César Vallejo, experto en el festival;  junto al compositor Pablo Cebrián y el productor Tony Sánchez-Ohlsson.

Con mirada exigente y buenos conocedores del panorama de la música comercial, Tony Aguilar, de Los 40 y comentarista de Eurovisión en TVE, se suma a la comisión junto a Virginia Díaz, presentadora de Cachitos y voz de Radio 3. Entre todos ellos deben coordinarse para que la relación del Benidorm Fest sea atractiva para el público y con posibilidades reales de éxito ante todo el continente para el tema ganador. Chanel y lo vivido en su edición (con Rigoberta Bandini, Tanxugueiras, la propia Blanca Paloma, Rayden o Gonzalo Hermida) forman la guía de lo que se espera de cara a 2024.