La actriz de tu serie de los 80 se convierte a sus 92 años en la duquesa de Windsor

Mike Newell rueda 'The Bitter End' sobre la esposa de Eduardo VIII, papel encarnado por Joan Collins

La utilidad de 'The Crown' para comprender también lo que pasa en nuestro país

La enfermedad mental en 'The Crown'

Joan Collins e Isabella Rosellini en 'The Bitter End'
Joan Collins e Isabella Rosellini en 'The Bitter End'
Francisco Andrés Gallardo - Jefe de sección de Vitally

17 de mayo 2025 - 08:04

Fue la mujer que hizo abdicar a un rey para casarse con ella, el británico Eduardo VIII, aunque detrás de la decisión latían también decisiones políticas en un mundo en vísperas de una atroz guerra. Siempre reclamaron el lugar que desde el palacio de Buckingham se les negó de pleno.La estadounidense Wallis Simpson (1896-1986) alcanzaba lo misterioso para alzarse en lo patético. Su larga viudedad, un período sombrío, da paso a una película que se está rodando, The Bitter End, a cargo de Mike Newell, el cineasta de Cuatro bodas y un funeral.

Wallis Simpson tras su boda con el fugaz Eduardo VIII se convirtió en la duquesa de Windsor, un título de lo más impertinente para una pareja en fuga de sí mismos. Joan Collins, sí la que fuera protagonista villana de Dinastía, sex symbol en el Holllywood de los 50, a sus 92 años (los cumple dentro de una semana) se convierte en aquella figura histórica que vivía de sus recuerdos en una mansión a las afueras de París. Isabella Rossellin interpreta a la abogada Suzane Blum, que la tuvo bajo su control absoluto en sus últimos años.

Wallis Warfield, de Baltimore, era de familia adinerada venida a menos a raíz de la muerte de su padre. No le faltaba ambición para abrirse paso. Se casó por primera vez en 1916 con un marino, Earl Winfield Spencer, pareja que la maltrataba, y con quien estuvo once años. Su segundo esposo era Ernest Simpson, empresario que la introdujo en los círculos de la alta sociedad británica.

En Londres conoció al entonces príncipe de Gales, Eduardo, en 1931. Dejó al marido, a ese Simpson del que llevaría a cuestas su apellido en las portdas, viviendo un romance convertido en escándalo internacional. Nunca sería aceptada en el palacio por su doble divorcio, ni tampoco podía ser así la esposa del jefe de iglesia anglicana. Eduardo, convertido en rey en 1936, abdicó a finales de ese año, declarando que no podía cumplir con sus deberes sin “la mujer que amo”. De telón las simpatías con los jerarcas nazis de la pareja. Ella nunca fue considerada alteza real.

Como duques de Windsor se ‘exiliaron’ en París, embarcados en fiestas e intrigas. Wallis llegó a atesorar una magnífica colección de joyas, tal vez su mayor preocupación en una vida ociosa. Los duques se marcharon de París en plena guerra mundial para radicar en las Bahamas. Tan lejos de la Alemania nazi, tan cerca de Estados Unidos.

Los duques de Windsor
Los duques de Windsor

Tras la muerte de quien había sido Eduardo VIII en 1972, su viuda derivó en un acusado declive físico y mental, lo que plasma The Bitter End, que podríamos considerar apéndice de The Crown. Un triste retrato del aislamiento y la decadencia personal. Sus últimos años fueron de demencia y manipulación por parte de Blum, abogada francesa que había trabajado en Hollywood y que hizo a la duquesa viuda en un personaje inaccesible y sin disponer de sus recursos. La villa acabó siendo imagen de la ruina de su ampulosa inquilina.

La duquesa falleció el 24 de abril de 1986 a los 89 años, y la reina Isabel permitió que esté enterrada junto a su marido en el recinto de Windsor, en el cementerio real de Frogmore: una reconciliación póstuma a un personaje incómodo. La película indaga en la personalidad de la duquesa y su tóxico vinculo con Blum. En los respectivos roles, Joan Collins, activa a sus 91 años, e Isabella Rossellini como la letrada tras haber participado en la exitosa Cónclave.

Joan Collins en una imagen a sus 91 años
Joan Collins en una imagen a sus 91 años

La vida de Joan Collins es incluso más fascinante que la del personaje a la que da vida en el rodaje de esta semana. Una venerable actriz británica, conocida por su serie ochentera, Dinastía, se pone en la piel de aquella estadounidense, de quien nunca se pudo saber si su amor era tan sincero, y que pudo cambiar la historia del mundo en los años más decisivos de la historia reciente.

Collins, que fue Alexis Carrington en Dinastía entre 1981 y 1989, sigue en forma como demuestra en este rodaje. No ha dejado de trabajar en todo este tiempo aunque en España le hubiéramos perdido la pista aunque apareció en serie como American Horror Story (Apocalipsis). Con Wallis espera aportar una nueva visión del controvertido personaje.

A la siempre radiante actriz en el Reino Unido la consideran un mito y es Dama Comandante del Imperio Británico por su labor profesional y solidaria. Su fallecida hermana Jackie fue autora de best sellers eróticos y ella siguió sus pasos en la literatura y convirtió en saga su biografía que eso sí que es salseo.

Collins supera a la duquesa de Windsor en matrimonios y estuvo casada cuatro veces antes de dar el sí actual quinto y actual esposo: Percy Gibson, escritor y productor teatral de origen peruano que tiene 32 años menos que ella. Se casaron en 2002 y viven entre Hollywood, Londres y la Costa Azul. Gibson es productor ejecutivo de la película que protagoniza su nonagenaria y espléndida esposa.

stats