TV-Comunicación

Francisco Andrés Gallardo

Javier Ruiz y Adela González, presentadores de 'Mañaneros'
Javier Ruiz y Adela González, presentadores de 'Mañaneros'

19 de octubre 2025 - 09:16

La determinación desde la Moncloa de convertir La 1 en una cadena de info-entretenimiento a tiempo completo está resultando a corto plazo un logro para conseguir audiencia. Fábrica de propaganda y espectadores militantes. Al público le gusta el análisis punzante cuando hay opiniones monolíticas. Gusta oír hablar contra el otro. En el caso de TVE su misión es ir contra la oposición y las cosas que hacen allá donde gobiernan. Justo el enfoque editorial contrario en las autonómicas de comunidades con gobierno del PP, incluida Canal Sur, donde toda la crítica y ansias de informar a la contra se vierte hacia Madrid, mientras se omite todo lo que pueda afectar al gobierno andaluz. Un bochorno diario que devalúa la profesión del periodismo.

Pero a La 1 esta táctica le funciona, cuando en realidad es un desprestigio profundo progresivo, que origina una desafección tan intensa, proporcional a sus afectos. Ese viraje a las nueve horas y media de tertulias y conexiones en La 1 se traduce en estos momentos en una cuota mensual de 12,8%, cuando hace apenas un año se peleaban por los dos dígitos. Cualquier vuelco diario sobre la líder, Antena 3, el presidente de RTVE, que solo tiene tiempo para sus cosas, lo celebra en redes como un partido liguero. No es la actitud de un gestor de la cosa pública y lo que viene a demostrar es que esa ansia es para sumarse méritos ante al Gobierno y seguir trabajando para el entorno de sus intereses.

En La 1 son las mencionadas nueve horas y media diarias: desde las ocho de la mañana a las tres de la tarde; hora y media en la sobremesa y otra hora más por la tarde (y el remate de otra más en La 2). La parroquia ha crecido a primera hora con Silvia Intxaurrondo y con el Mañaneros de Jesús Ruiz (ambos rondan el 20%). Supera los dos dígitos con el grano de Gonzalo Miró y con el Malas lenguas de Cintora. Todos ellos externos, por supuesto.

Programas donde en las tertulias se gira y gira mientras los conductores aplican de forma editorial el argumentario de arriba. Sí, a eso se le llama "info-entretenimiento". Y con interés informativo de arrimar el ascua siempre a lo que interesa en la Moncloa. Info-entretenimiento de carácter malicioso.

No necesitamos estas cadenas públicas que pagamos. Las necesitan estos políticos que tenemos que son las que se han adueñado con la avaricia del cortoplacismo.

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