TV-Comunicación

Aquel verano del 73 en el que los niños no tuvieron siesta

  • El 19 de julio del año en que comenzó la crisis del petróleo se asomó en la sobremesa de la Primera Cadena un programa cantarín titulado 'Los payasos'

Un buen día Florencio Solchaga despidó el Telediario Primera Edición, aquel informativo tan adusto de corbatones y ministros cariacontecidos, y dio paso a algo que nadie esperaba. Tras las noticias que barruntaban que estábamos en una crisis asfixiante por mor de la subida del barril de petróleo (una crisis más, una de tantas que se superponían en las carteras de la clase media) apareció un regalo para los niños titulado Los payasos. A esa hora TVE nunca había obsequiado a la concurrencia pipiola y aquel verano, el del 73, fue un año sin siesta, porque los niños descubrieron a Don Pepito, a la gallina Turuleca y a Ramón el futbolista. También conocieron a Gaby, a Fofó, a Miliki y también a Fofito, semimudo con su guitarra sin cuerdas. Eran unas estrellas en Argentina. Los Aragón (eso del apellido lo supimos después), habían huido del castrismo, tras estrenar la televisión en Cuba, y eran los más listos de la televisión infantil en la pujante América Latina. Un día, en una recepción en la embajada de Buenos Aires, dejaron caer al ministro de Exteriores que tenían ganas de volver a casa. Y regresaron por la puerta grande, en la sobremesa de la cadena que dirigía Adolfo Suárez: un prime time para entonces. Debutaron el 19 de julio del 73 y a los pocos días el país ya coreaba lo de "déjala que ponga dieeez" y cosas así. No hubo en la historia de TVE un fenómeno que de forma tan fulgurante se aposentara durante tanto tiempo entre la audiencia (diez años de bromas y canciones).

El impacto de los payasos fue de los que hacen época. En los decorados donde normalmente se grababan los elevados Estudio 1 o Novela, se grababa también La aventura, el remate de este programa con una comedia de situación que llegaba a ser gamberra para aquellos tiempos tan infantiles.

Lo que iba a ser el recurso para unos meses se fue extendiendo durante años, mientras los payasos vendían discos como churros y sus estribillos perviven ahora mejor que nunca.

El gran circo de TVE, nombre que adoptó desde el año siguiente, se grababa en los Estudios Roma, donde ahora se emite Sálvame o Mujeres y hombres: la sede actual de Telecinco.

Fue el primer programa donde se reunieron centenares de niños para jalear a los Infalibles, aplaudir a malabaristas o a caniches obedientes y desgañitarse cantando "Feliz, feliz, en tu díaaa". Gaby al saxofón, Miliki al acordeón, Fofó a la trompeta y Fofito a lo que parecía una guitarra. Los cuatro músicos de Bremen llegados desde Argentina y que, siempre preocupados por su gente, comenzaban preguntándoles "¿Cómo están ustedeees?".

Aquello empezó en el verano del 73 y ya no hay niño español que en la guardería no aprenda la historia de un gallina explotada, la de un coche sin ITV y la de dos desconocidos que se empeñaban en saludarse.

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