Plaza de Toros de El Puerto

La Hermandad de la Macarena entrega a la Capilla de la Plaza Real un cuadro de la Virgen de la Esperanza

  • La obra ya preside el lugar de recogimiento de los toreros antes de iniciar el paseíllo en El Puerto

Una imagen del cuadro en la capilla de la Plaza de Toros.

Una imagen del cuadro en la capilla de la Plaza de Toros.

La capilla de la  Plaza de Toros de El Puerto  guarda ya  un cuadro de la Virgen de la Macarena, que le ha regalado la hermandad sevillana al coso taurino portuense y que preside con honores este lugar junto a la Virgen del Carmen.

Desde la Concejalía de la Plaza de Toros el edil César de la Torre quiere agradecer, en nombre del equipo de Gobierno, a la actual Junta de Gobierno de la Hermandad, con José Antonio Fernández Cabrero al frente, este  detalle para los toreros, con el compromiso de que El Puerto la conservará con el mismo cariño con el que ha sido  traída hasta la ciudad por el teniente de Hermano Mayor y matador de toros  Eduardo Dávila Miura, muy vinculado con El Puerto, ciudad en la que veranea desde niño y Plaza a la que guarda un afecto especial y a la que vuelve todas las temporadas.

Con el obsequio de este cuadro se evidencia la histórica vinculación que la hermandad de la Macarena tiene con el mundo de los toros, no solo en España sino incluso en Latinoamérica.

Han sido numerosos los toreros que han pertenecido a la nómina de la corporación macarena, así como aquellos profesionales de la tauromaquia que han rendido ferviente devoción a la Virgen.

Fruto de esta arraigada devoción, en el Museo de la Hermandad pueden apreciarse infinidad de trajes de luces y regalos de destacados matadores de toros y rejoneadores. De todos ello, es José Gómez Ortega ‘Joselito El Gallo’ quien destacó por su profunda devoción a la Virgen de la Esperanza y por ser benefactor de la hermandad, además de ocupar varios cargos en su Junta de Gobierno hasta su trágica muerte en Talavera de la Reina. A él se deben las famosas “mariquillas” que la Virgen luce en su pecho así como la icónica fotografía de la Dolorosa vestida de luto.

Heredero de esta tradición macarena es Dávila Miura, que aunque hace ya unos años que decidió retirarse de los ruedos, este año y con motivo del 25 aniversario de su alternativa se vistió de nuevo de luces de  forma excepcional en la plaza de toros de  Santander.

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