FC BARCELONA 3-2 UD ALMERÍA | La Crónica
  • Los rojiblancos fueron capaces de remontar por dos veces un marcador adverso con tantos de Baptistao y Édgar

  • Un doblete de un inspirado Sergi Roberto hizo claudicar la mejor actuación del curso de Maximiano, un coloso bajo palos

  • La defensa del balón parado, talón de Aquiles de los de Garitano, que volvieron a encajar dos tantos tras saque de esquina

El Almería muere en la orilla ante el Barça en Montjuic (3-2)

Baptistao define con clase ante Iñaki Peña el 1-1 tras la persecución de Araújo Baptistao define con clase ante Iñaki Peña el 1-1 tras la persecución de Araújo

Baptistao define con clase ante Iñaki Peña el 1-1 tras la persecución de Araújo / Enric Fontcuberta / EFE (Barcelona)

Escrito por

· Paco Gregorio

Jefe de Deportes

Al fin se vio un Almería reconocible sobre el terreno de juego. Pese a los sempiternos errores defensivos infantiles que penalizan y lastran continuamente la reacción del equipo, en Montjuic los de Garitano salieron por una vez con la lección bien aprendida para aguantar las acometidas iniciales del conjunto local, un Barça muy mermado por las ausencias en la zona de creación (Pedri y Gavi por lesión y De Jong sancionado) al que le costó mucho esfuerzo contener en la medular pese a que los rojiblancos también salieron con lo puesto, hombres de contención como Baba y Lopy debido a las bajas de Robertone y Melero. 

El temor era repetir los 30 minutos iniciales del Metropolitano, donde el Atlético pudo haber goleado con tranquilidad. Ese fantasma asomó a los ocho minutos de juego cuando Sergi Roberto, capitán culé, cabeceaba un saque de esquina pasmosamente libre de marca (parecía corresponderle a Baptistao) cerca del área pequeña, obligando a Maximiano a tirar de reflejos para realizar una intervención sobresaliente que abortaba el tempranero 1-0.

El plan de partido estaba muy claro bajo el dibujo 1-5-4-1 dispuesto por el preparador vasco. Resistir las acometidas azulgranas tapando los pasillos interiores con los tres centrales a quienes se sumaba en dichas tareas el doble pivote africano y carrileros abiertos en busca de las transiciones o, en su defecto, de enviar balones en largo para las carreras de Ramazani y Arribas, con Baptistao preparado para pescar lo que ofensivamente se pudiera generar.

La resistencia visitante llegó al punto durante el primer acto de desquiciar a la afición local, que dedicó alguna que otra pitada a los suyos hasta que, rebasada la media hora de juego, Montes concedía un saque de esquina que bien pudo haber evitado. Ejecutado por Gundogan al segundo palo, allí Araújo ganó con facilidad en el salto a Édgar para cabecear con fuerza y toparse de nuevo con la respuesta de Maximiano, si bien nadie estuvo más atento al rechace que Raphinha, quien empujaba a la red con la única oposición de Lopy, que guardaba uno de los postes. 

Parecía que una vez abierta la lata todo sería coser y cantar para los de Xavi, que de hecho pudieron elevar el 2-0 apenas unos minutos después cuando Édgar asistía incomprensiblemente dentro del área a Lewandowski y el ariete polaco disparaba con la zurda, apareciendo por tercera vez de forma providencial la figura de Maximiano para tapar portería. El luso, que arrancó dubitativo, está en un momento de forma espectacular. 

El duelo, de ida y vuelta, se volcó hacia el campo del Barça en la recta final del primer periodo y el Almería pudo igualar. Fue gracias a un pase de Arribas para Baptistao magistralmente definido por el brasileño picando la bola ante la salida a la desesperada de Iñaki Peña y eludiendo asimismo la persecución de Araújo, que ya le echaba el aliento en el cogote. Hubo incertidumbre al señalar el asistente fuera de juego en primera instancia, si bien el VAR concedía la legalidad del tanto. 

Lejos de conformarse, los indálicos apretaron en el añadido y pudieron marcharse a vestuarios por delante gracias a una acción bien trenzada en el borde del área que culminaba con un plástico taconazo de Ramazani para Baptistao y disparo final de este que se marchaba rozando el poste del arco defendido por Peña.

Édgar celebra con rabia junto a Baptistao lo que en ese instante era el 2-2 Édgar celebra con rabia junto a Baptistao lo que en ese instante era el 2-2

Édgar celebra con rabia junto a Baptistao lo que en ese instante era el 2-2 / Enric Fontcuberta / EFE (Barcelona)

Gigante Maximiano 

A Xavi no le gustaba lo que estaba viendo y optó por dejar en el vestuario a Christensen y Joao Félix para dar entrada a Koundé y Ferrán Torres. Con el valenciano buscaba que otro efectivo pisara área rival y de salida tuvo dos acometidas que rozaron el gol de no ser por un inspirado Maximiano que se agigantó en el Lluís Companys, atrapando un primer golpeo de Ferrán a pase de Lewandowski, frenando justo después otra intentona del propio Ferrán que se había colado por el pasillo interior e incluso una tercera de Lewandowski probando fortuna desde fuera del área con un disparo seco. 

La salida en tromba del Barça iba a encontrar premio otra vez a balón parado, una suerte que el Almería defiende pésimamente. Conste en acta que el saque de esquina concedido por el colegiado no fue tal, ya que las imágenes muestran que se trataba de saque de puerta, pero una vez lanzado por Raphinha emergió de nuevo el museo de los horrores defensivos. Sergi Roberto apareció en el primer palo anticipándose a Chumi para hacer un buen escorzo con la testa y desviar la trayectoria del esférico al palo largo, lejos del alcance de Maximiano, que a todas era imposible que llegase. 

Por una vez la diosa fortuna iba a sonreír a los almerienses esta temporada tras encajar el 2-1. Y es que en una falta lateral botada por Arribas sin aparente peligro, Iñaki Peña la pifió intentando capturar el balón arriba cuando lo más conveniente hubiera sido despejar de puños y tras tropezar con Araújo dejaba el balón muerto para que Édgar, que pasaba por allí, empujase a la red el 2-2 y estrenase su cuenta anotadora como rojiblanco. 

Faltaban 20 minutos para la conclusión que iban a hacerse muy cuesta arriba con un Barça volcado. Tanto es así que en el 74' un buen centro de Sergi Roberto desde la derecha lo cabeceaba Araújo rozando el poste y luego, en el 77', una buena internada de Cancelo culminaba con envío al segundo palo, donde el primer remate de Lewandowski le quedaba franco a Gundogan, quien tampoco acertaba a embocar. El asedio catalán culminó en el 82', cuando un inspirado Sergi Roberto se coló hasta la cocina recibiendo una buena asistencia de Lewandowski para batir por debajo de las piernas a Maximiano.

El Almería tuvo un último arresto para intentar una nueva igualada y a punto estuvo de conseguirlo. Otra falta lateral botada con veneno por Arribas al corazón del área la cabeceó bien direccionada Baba, pero esta vez se topó con una gran reacción de Iñaki Peña para subsanar su error previo en el 2-2 evitando esta vez el 3-3. Sergi Roberto, en plan Maradona, mandaba al larguero el posible 4-2 en el descuento. La derrota, esta vez con honor y amor propio pese a las frustrantes lagunas defensivas de siempre, es ya la 21ª consecutiva en el campeonato liguero. Así acaba un preocupante 2023 y solo cabe esperar que 2024 traiga algo de esperanza porque más bajo ya no se puede caer. 

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