El Acta de Vivancos

Sobra entrega, falta magia

  • El objetivo no es el ascenso, pero si a uno le ponen el pastel delante de las narices, lo desea

  • Los de FF dan signos de que el descenso no va con ellos, pero el ascenso les viene grande

Iván Martos intenta zafarse de la presión del exrojiblanco Ramón Azeez

Iván Martos intenta zafarse de la presión del exrojiblanco Ramón Azeez / Rafael González (Almería)

De nuevo se repitió la situación de Albacete, pero esta vez en casa. A este equipo no se le puede negar la entrega, el compromiso y hasta la pasión, pero en el momento de la verdad hay que marcar la diferencia, y en esa circunstancia a este Almería le sobra combatividad y le falta magia. Ya sé, el objetivo no es el ascenso, pero a nadie se le escapa que si a uno le ponen el pastel delante de sus narices, lo desea.

Los de Fran Fernández sigue dando signos de que el descenso no va con ellos, pero que el ascenso les viene grande. La situación en la tabla es idónea, pero con todo a favor mediada la primera parte afloraron un poco más los defectos que las virtudes. El caso de Eteki es otro, pues desde que fue llamado por su selección el camerunés no da pie con bola, nunca mejor dicho, pero sí que da tralla al contrario.

Tarjetas y faltas como la del penalti, rayana en la roja, es la carta de presentación de un jugador que quizá necesite un poco de descanso. Y menos mal que Juan Carlos está respondiendo a las expectativas más favorables. Si no, no se ve la manera de perforar la meta contraria cuando un rival se planta sólido y ordenado a defender, por muchos córners que se generen o penetraciones por bandas que se realicen.

No tuvo demasiada razón Fran Fernández al referirse a las numerosas ocasiones malogradas en la segunda mitad, porque al menos un servidor no las vio. Si acaso la de Narváez, que llegó algo forzado. Más bien pareció un constante ataque de balonmano en busca de la inferioridad del contrario, con Chema de diva principal.

Desde que fue llamado con su selección, el camerunés Yan Eteki no da pie con bola

No puede salir el canterano al césped fresco, con esa coyuntura tan favorable gracias a la benevolencia del colegiado, y darla al pie sin provocar a la zaga contraria con algún pase intencionado. Hasta Owona supo asistir en un par de ocasiones para desequilibrar a un Lugo con las líneas tan juntas.

Con respecto a la referida benevolencia, la dudosa expulsión del lateral lucense provocó a posteriori la no señalización del claro penalti sobre Sekou. Ya se sabe, la ley de la compensación, que en realidad provoca que se cometan dos errores. Otro aspecto a mejorar es el papel de los extremos rojiblancos, que abren el campo, pero que carecen de precisión a la hora de elegir a su compañero rematador.

De nuevo vuelvo a la realidad, porque no sería justo exigir de más. Con su entrega, se ganan con creces sus emolumentos. Al final, un quiero y no puedo que dice a las claras que cuando un grande sale a jugar al fútbol, la UDA enfatiza sus virtudes, pero cuando un rival se atrinchera y exhibe armas similares a las rojiblancas, llegan las dificultades.

Como recordatorio de la semana pasada, no puedo olvidar las declaraciones de Fran Fernández acerca de la prensa rosa. ¿O quiso decir amarilla? Remar todos a una no significa callar ante determinadas noticias. Además, que yo sepa a este equipo nadie lo machaca continuamente. Ese pensamiento solo aparecerá en la mente del técnico o quizá de quien le haya asesorado. Mejor será que cada uno trabaje en lo suyo. Próxima tarea, Elche.

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