El ambiente era festivo pero el rival no invitaba al jolgorio y el 'tacticismo' se notó desde el pitido inicial, con excesivo respeto entre ambos equipos y escaso fútbol sobre el terreno de juego. El Mediterráneo rozó el lleno y pese a colgarse el cartel de 'no hay billetes' el recinto no rebosó (hubo calvas en Tribuna y Preferencia), seguramente por algún abonado al que no le cuadró la hora, dejando la entrada oficial en 13.082 personas sobre un aforo de 14.500. Entre los asistentes tampoco se vio presidir el palco al jeque Turki al-Sheikh, que optó por seguir el encuentro en privado pese a continuar por tierras almerienses.

En el verde los equipos abusaron desde el principio del balón en largo en busca de sus arietes de referencia; Sekou en las filas rojiblancas y Choco Lozano en las amarillas. Si bien el Almería intentaba hacerse con el control del juego, lo cierto es que debía vigilar con sumo cuidado las transiciones del Cádiz, una suerte que maneja a la perfección el cuadro de Álvaro Cervera. Las mejores ocasiones de salida fueron para los visitantes, con un zurdazo raso de Iza desde el borde del área atajado por René y un balón peinado por Lozano tras córner que Espino no pudo embocar en el segundo palo.

El Almería no inquietó a Cifuentes hasta los 26 minutos de juego con una falta lateral botada por Chema que no inquietó al veterano meta cadista. Tras la obligada pausa para hidratarse por el sofocante calor reinante a la media hora de partido, el Cádiz pudo ponerse por delante en un contragolpe bien conducido por Álex Fernández que no terminó en gol gracias a la providencial salida de René ejerciendo de líbero para rebañarle el esférico a Perea cuando ya se disponía al remate. 

Antes del descanso los de Cervera tuvieron otra clara ocasión, esta vez con un buen pase de José Mari desde la línea medular para el desmarque de ruptura del Choco Lozano, que hizo tan buen control como mala definición ante la salida de René para achicar portería. 

René se lamenta del 0-1 encajado, obra de Lozano con la testa

A la segunda mitad entró con mayor brío el Almería, que dispuso de un disparo raso de Lazo y un cabezazo desviado de Aguza a centro de Romera para meterle el miedo en el cuerpo al Cádiz, desquitándose con un zurdazo cruzado de Espino. Pese a los intentos indálicos, el partido seguía donde los gaditanos querían y a los 68 minutos iban a encontrar el premio a su rácano planteamiento gracias a un centro con el exterior de Salvi a lo 'Bale' que Lozano cabeceaba a la red en el primer palo dejando mudo el graderío.

Pedro Emanuel ya había introducido en el campo un poco antes del revés a Juan Muñoz por Sekou buscando la reacción en su equipo atisbada en Vallecas y lo cierto es que el sevillano volvió a responder forzando un penalti en la pugna de un balón con el central Marcos Mauro que requirió de la revisión del VAR al no concederlo el colegiado en primera instancia. Corpas ejecutó la pena máxima engañando a Cifuentes, que se tiró al lado contrario, para restablecer la igualada.

Puntilla inesperada

El penalti supuso la expulsión del defensor cadista y con diez minutos más el descuento por delante el Almería se las prometía felices. Nada más lejos de la realidad porque en la recta final los amarillos sacaron fuerzas de flaqueza y un buen centro de Nano Mesa era culminado en el segundo palo por el lateral zurdo Espino para llevarse el botín del liderato hasta la Tacita de Plata.