El Almería se apunta el triunfo que tantas veces sufrió en contra

Si por algo se caracterizó la Unión Deportiva Almería en los primeros encuentros de la temporada fue por perder en poco tiempo lo que había trabajado durante demasiados minutos. Una inmadurez en la que el rival, sabedor de los defectos del equipo, noqueó a un bloque que no estaba dando pequeños pasos que no se culminaron con resultados. La ausencia de un partido práctico llegó a su fin en la visita a la UD Las Palmas.

Una contienda en la que dos rivales con muchas características comunes iban a luchar por dominar dos facetas del juego para imponerse: la presión adelantada y el dominio del esférico. El trabajo en la primera situación se centró, en el lado rojiblanco, en la posición de Gui Guedes, que se situó a la altura de Sergio Arribas para encimar al doble pivote amarillo (Loiodice y Amatucci) en la salida de balón local. De esta forma, Stefan Dzodic se encargó de controlar a Jonathan Viera, con libertad absoluta por todo el terreno de juego para ofrecerse en todo momento.

Un planteamiento defensivo en el que el bloque buscó no hundirse en exceso, a pesar de los tramos en los que el equipo de Luis García controlaba la posesión. Sin embargo, la UDA no perdió la personalidad y también quiso crecer con el balón. En esta faceta, una figura como la de Arribas es vertebral, ya que es un perfil asociativo que está madurando a pasos agigantados en las posiciones interiores. El plan de partido estaba surtiendo efecto y todo cobró sentido con el tanto del madrileño.

La tendencia ha cambiado. Ya no es el Almería el que recibe goles de centros laterales, lo que fue la losa en el arranque liguero, sino que es el que los marca. Álex Muñoz, que tiene la capacidad de ganar metros en el costado para centrar con calidad, conectó con Arribas para que el mediapunta marcase de cabeza. Sin ser el más alto ni corpulento del equipo, su inteligencia para detectar el espacio y completar un buen salto fueron suficientes para completar un remate de ley.

Los cambios surgen efecto

En otras ocasiones, los minutos en los que Lukovic y Embarba acabaron expulsados podrían haber alterado al equipo rojiblanco. Sin embargo, en este duelo, el buen manejo de Rubi con los cambios y la disciplina colectiva que mostró el grupo fueron las claves para mantener la ventaja en el marcador. Iddrisu Baba, Selvi Clua y, sobre todo, Arnau Puigmal aportaron esa frescura y control de los tiempos que tanto echaba de menos la afición indálica.

En este escenario, el rigor defensivo de la zaga también es importante de remarcar, con el valor añadido de dejar la portería a cero. Nelson Monte y Federico Bonini se consolidan como un matrimonio asentado en el eje de la defensa, mientras que Daijiro Chirino y Álex Muñoz siguen sumando puntos para mantenerse en el once. La interpretación de cada mini-partido, en la que la adaptación del bloque fue sobresaliente, terminó con los tres puntos volando a Almería, que ganó como tantas veces le habían vencido en los últimos tiempos.