El Almería entra en barrena en La Coruña

Almería/Rubi volvió a saltar a domicilio con un once suicida, plagado de delanteros, y el equipo se suicidó en Riazor. Tanto es así que en diez minutos encajaba tres goles del rival (recordó por momentos la debacle ante el Castellón), cada cual mostrando una carencia diferente de un equipo que definitivamente ha entrado en barrena, acumulando ya cuatro jornadas sin ganar al poco de terminar la racha de catorce sin perder. La noche y el día. Ver para creer.

La alineación inicial ya daba pistas de que iba a ser puerta grande o enfermería. El 'arquitecto de Vilassar' se empeñó nuevamente en acumular futbolistas de carácter ofensivo con escaso o nulo bagaje defensivo. Si a eso le añades que la fórmula Lopy-Robertone no cuaja en el doble pivote, el cóctel resulta explosivo en contra de los intereses rojiblancos, pues se magnifican los errores de una zaga que tampoco es un dechado de virtudes.

El plan de fiarlo todo a Luis Suárez ya no funciona porque tampoco le llegan balones con claridad al cafetero. Vuelven a florecer los desastres defensivos, si bien todo emana de un centro del campo que ni roba balones ni los distribuye con criterio. Cuando el equipo lo hace mal sin balón y también con la posesión del esférico el contrario se encuentra con un puente de plata que en dicha categoría no suele desaprovecharse.

Al Deportivo le bastó con abrir bien las bandas para que Mella y Yeremay generasen pánico porque las ayudas defensivas de los extremos eran inexistentes. Con todo, el 1-0 iba a llegar por el centro en el minuto 19. Eddahchouri, ariete neerlandés que Soriano se sacó de la chistera en el mercado invernal, recibía un balón en la frontal del área, se orientaba la bola con un buen movimiento ante la pasividad de la retaguardia indálica (nadie lo encimó) y soltó un latigazo ajustado a la base del poste que tras rozar levemente en un contrario sorprendía a Maximiano, quien pareció resbalar antes de intentar la estirada. Revisado por el VAR, un talón de Chumi en teoría evitaba el fuera de juego, aunque no quedaba del todo claro.

Era el inicio de un festival para los locales, que olieron la sangre y se lo hicieron pagar a los visitantes en diez minutos de auténtico frenesí. El 2-0, en el 26', concitó todos los males de un pésimo balance defensivo. Obrador, el lateral zurdo del Dépor, avanza por su costado sin apenas oposición y asiste dentro del área a Yeremay, que recibe con un pasillo de contrarios que en lugar de taparle el hueco le tiende una alfombra roja para meterse hasta la cocina y batir a Maximiano.

Édgar quedaba particularmente mal retratado en ese tanto y también iba a ser protagonista negativo en el 3-0, que llegaba justo a la media hora de juego debido a una mala salida de balón del central catalán que Mella supo penalizar buscando el vértice del área para recortar y lanzar una rosca al palo largo de Maximiano, que no pudo llegar a una pelota magistralmente golpeada.

Riazor disfrutaba mientras el Almería cada vez se hacía más pequeñito con Robertone a por uvas (el argentino estuvo totalmente rebasado), Lázaro mandando balones a las nubes, Melamed pensando en la luna de Valencia y Lopy condicionado por una amonestación que le impedirá medirse al Elche por acumulación de tarjetas. Un cuadro desolador al descanso.

Con todo, Rubi pensó que semejante desaguisado debían solucionarlo los mismos once que saltaron de inicio porque la segunda mitad arrancó sin cambios, para acometerlos en el socorrido minuto 60, con 3-0 todavía en el marcador pese a que la UDA había espabilado mínimamente. El panorama podría haber cambiado si nada más saltar al césped Suárez aprovecha un resbalón de Pablo a centro de Pubill, pero el cafetero no supo conectar con el esférico cuando estaba en una posición franca.

Puigmal, Melero y Arribas entraron de una tacada en los puestos de Baptistao, Melamed y Robertone, todos de gris rendimiento. El Almería se caracteriza este curso por ser el mejor equipo de largo en las segundas partes, pero esta vez tampoco se dio el efecto esperado. El Dépor acariciba el 4-0 poco después de las sustituciones rojiblancas cuando Yeremay, un súper clase que pronto jugará en Primera, se iba en carrera de Pubill y picaba la pelota ante Maximiano para que Édgar sacase sobre la línea en última instancia.

La respuesta indálica fue una buen balón bombeado por Lázaro al segundo palo para la acometida de Puigmal, que llegó a contactar con la pelota en boca de gol, si bien Helton tapaba portería para abortar el peligro. Los de Rubi mejoraban, con más corazón que cabeza y también porque peor que en la primera mitad era casi imposible hacerlo. Suárez, en el 77', probaba el posicionamiento de Helton, a cuyo rechace casi llega Arribas para recortar diferencias, pero el meta luso achicó bien portería. Ya en el tiempo de descuento una buena asistencia de Melero le servía a Luis Suárez para maquillar el resultado y lograr su tanto número 19 en lo que va de curso.

La derrota saca de nuevo a la UDA de las posiciones de ascenso directo, cayendo hasta la quinta plaza a expensas de lo que haga este lunes el Oviedo ante el Eldense, con lo que podría acabar la jornada sexto, al borde de salir de un play off de ascenso por el que ya le pisan los talones Levante y Granada. Y el lunes que viene visita el Juegos Mediterráneos el Elche de Eder Sarabia. Toca espabilar.