El Almería, una máquina de ventas

La llegada en 2019 de la propiedad saudí al frente de la Unión Deportiva Almería supuso un cambio de paradigma para el conjunto indálico, que pasó de ser un club al que le costaba un esfuerzo titánico vender a sus mejores activos bajo la presidencia de Alfonso García a convertirse en una de las entidades que mejor vende del fútbol europeo. Hasta que Turki Al-Sheikh se convirtió en máximo accionista -sucedido en el cargo por el fondo SMC Group desde el pasado mes de mayo con Mohamed Al-Khereiji como cabeza visible- la UDA apenas había podido acometer un par de grandes ventas: Felipe Melo y Pablo Piatti.

El carismático centrocampista brasileño se marchó rumbo a la Fiorentina en el lejano curso 2008-2009 para jugar en el Calcio italiano por el valor de su cláusula de rescisión, entonces fijada en 8 millones de euros, en lo que hasta hace bien poco había sido el mayor traspaso de la historia del club. Melo había llegado al equipo dirigido en aquella etapa por Unai Emery rebotado del Real Mallorca y el Racing de Santander, con fama de conflictivo, pero a las órdenes del técnico vasco destapó el tarro de las esencias y propició el mayor pelotazo que pudo dar el empresario murciano durante los más de quince años que se mantuvo al frente del club.

También reportó un trapaso alto el de Pablo Piatti a las filas del Valencia en la campaña 2011-2012 (7'5 millones de euros), pero el negocio no fue tan redondo, ya que traerlo del Estudiantes de la Plata había supuesto una inversión de alrededor de 7 millones, por lo que más que nada no se le perdió valor. Alfonso García intentó repetir la fórmula con otras piezas bien cotizadas como Kalu Uche o Juanma Ortiz, pero sus salidas con destino al Neuchatel Xamax suizo y al Glasgow Rangers escocés resultaron fallidas, ya que ambos clubes se declararon al poco en proceso de disolución. Las cantidades, en todo caso, también eran bastante más inferiores.

Aquel club se caracterizaba por pagar sueldos muy ajustados, con lo que los jugadores solían tener cláusulas de rescisión bastante humildes, por lo que luego era sumamente complicado optar a una gran venta. El músculo económico saudí, con el equipo formado por Mohamed El Assy y Joao Gonçalves al frente de la dirección deportiva, cambió el paisaje en 2019. La primera gran venta se produjo con la salida de Darwin Núñez rumbo al Benfica portugués en el mes de septiembre de 2020. El ariete uruguayo había aterrizado en la Segunda División española procedente del Peñarol de Montevideo como un completo desconocido por cerca de 6 millones de euros. En apenas una campaña como rojiblanco se iba a Lisboa a cambio de 24 millones de euros, que luego subirían hasta 34 al guardarse un porcentaje de una venta posterior, que se produjo al Liverpool inglés.

El del charrúa se mantiene hoy por hoy como el mayor negocio de la entidad indálica, seguido muy de cerca por la transferencia del malí El Bilal Touré en el curso 2023-2024 a la Atalanta de Bérgamo por 30,2 millones de euros. Sacar al delantero africano del Stade de Reims francés había costado 8 millones de euros. El Almería, que justo antes del aterrizaje de los árabes acababa de facturar a su pichichi, Álvaro Giménez, al Birmingham inglés por la pírrica cifra de 1'5 millones, y que en su historia contó con grandes delanteros como Álvaro Negredo, Charles Dias o Leo Ulloa, empezaba a ganarse a pulso el sobrenombre de 'fábrica de 9'.

El último zarpazo al mercado ha sido el traspaso de Luis Suárez al Sporting de Portugal por 22'15 millones de euros y hasta cinco más en conceptos variables. Ocupa el tercer puesto del particular podio de ventas, arrebatándole la plaza a los 20 millones que reportó la marcha de Sadiq Umar a la Real Sociedad. Suárez, pichichi de la categoría de plata como Álvaro Giménez y vendido a la misma edad (27 años), reportó 21 millones más con apenas seis años de diferencia. Pero no solo de delanteros vive el club, la otra gran operación del presente verano ha sido obtener 16 millones de euros fijos y hasta cinco más en bonus por un prometedor defensa como Marc Pubill.

Largie Ramazani vino libre procedente de la cantera del Manchester United y se marchó al Leeds United a cambio de 7'7 millones en otro negocio redondo. Del mismo modo Sergio Akieme (vino del Barça B por 4'5 millones) se fue al Stade de Reims francés en la 2023-2024 a cambio de 7'5 millones de euros según datos internos del club, si bien en la tasación que realiza transfermarkt.es figura evaluado en 6 millones. Por Kaiky Fernandes no han llegado a cubrirse los gastos de su adquisición por 7'5 al Santos, yéndose este verano al Al Shabab emiratí por 7 millones, paliando en buena medida un agujero mayor.

Todas estas ventas recientes han posicionado a la UDA como uno de los diez equipos de la LFP con mayor nivel de ingresos por ventas en el último lustro con una cifra de 112 millones, siendo el único de Segunda en dicha tabla y codeándose con trasatlánticos como Real Madrid, FC Barcelona o Atlético de Madrid o históricos de la Liga como Sevilla, Valencia, Betis, Villarreal, Real Sociedad o Celta de Vigo. Obviamente todas las apuestas no pueden salir a pedir de boca y por el camino ha quedado algún fiasco como Arvin Appiah, firmado por 8 millones de euros en el primer verano loco de Turki Al-Sheikh con su caramelo recién comprado, o más recientemente Ibrahima Koné, que costó 7'5 millones y difícilmente pueda recuperarse dicha inversión. Marko Marezi costó 3'5 millones, pero todavía tiene potencial de crecimiento. Así es la maquinaria rojiblanca, una de las que más anima el mercado en cada ventana.