El Almería somete al Zaragoza en un duelo frenético (4-2)

El Almería reinó en el frenesí. Rubi ha encontrado un bloque, eminentemente en la parcela defensiva y ofensiva, que con dos o tres retoques en la media en función del rival y del estado de sus futbolistas, empieza a rendir con una precisión suiza. Lástima que el nivel de acierto de cara a la portería rival no estuviera de cara porque pocos entienden que se alcanzase el descanso con 0-0 en el marcador pese a la cantidad de ocasiones que generó el Almería, precipitándose a veces en la suerte cumbre de la definición.

Baba y Guedes remozaron el doble pivote presentado en Riazor (Dzodic está con su selección y Horta notó molestias en la sesión del viernes que le impidieron entrar en lista), mientras que Embarba regresaba de sanción devolviendo a Puigmal al banquillo. Con esos mimbres y la zaga que ya viene siendo habitual, los rojiblancos salieron de inicio a imponer su control de juego y embotellar en su campo al Zaragoza, cuya estrategia (dibujada en un 1-4-1-4-1 con Keidi Bare de coche-escoba y Dani Gómez como isla ofensiva) consistió de forma descarada en enviar balones en largo buscando la espalda de Chirino.

El dato del 73% de posesión local al descanso (once remates incluidos) da una idea nítida de que los locales fueron protagonistas absolutos del balón, moviéndolo con criterio para llegar al área rival y encadenando una ocasión tras otra. El único borrón vino otra vez del colegiado, mostrando una rigurosa y condicionante amarilla a Álex Muñoz a los veinte minutos que le impedirá ir a Córdoba por acumulación. El Zaragoza pidió incluso la expulsión poco después por un braceo con Cuenca. También fue importante el acoso sobre la salida de pelota del cuadro maño. Así iba a llegar la primera ocasión a los 4 minutos de juego, con una recuperación de Baba en zona de tres cuartos que Arribas utilizaba para asistir a Melamed, pero el catalán, en posición inmejorable, disparaba mordido.

La otra gran ocasión iba a llegar poco antes de la media hora con otro robo, en este caso de Arribas sobre Keidi Bare en la frontal, pero el chut del madrileño lo desviaba Andrada en una parada muy meritoria. Antes de eso Baptistao había dispuesto de un cabezazo alto a centro del propio Arribas (minuto 11), Embarba rozó el 1-0 con una volea de zurda repelida por Andrada (minuto 19') y un centro esta vez de Baptistao con la zurda lo cabeceaba Arribas a las manos de Andrada (25'), el mejor visitante de largo del primer acto. Un disparo lejano de Sebas Moyano (32') junto al poste de Andrés Fernández fue la única acometida zaragocista.

El atasco en la ofensiva del primer tiempo se liberó de un plumazo en el arranque del segundo con una acción impetuosa de Chirino. El lateral diestro curazoleño cogió el esférico rebasada la línea de medios e inició un vertiginoso eslalom sorteando rivales hasta plantarse en el área y fusilar por la escuadra a Andrada. Fue una jugada personal en la que recordó su mejor versión en el Castellón, dejando atrás malas actuaciones defensivas y el mal trago que vivía desde hace semanas por el fallecimiento de su abuelo, que había sido como un padre para él.

Apenas sí había dado tiempo para que el Zaragoza sacase de centro cuando Embarba penalizó un regalo de un contrario en su intento de enviar un balón atrás a su defensa con la cabeza. El extremo madrileño, muy astuto, se lanzó hacia la portería rival y definió como acostumbra el quinto de su cuenta personal, ajustando el balón a la cepa del poste, lejos del alcance del arquero argentino. El 2-0 y un Zaragoza entregado hacían presagiar una recta final cómoda, pero los cambios le sentaron mejor a los aragoneses que a los almerienses.

En particular Kodro dio un salto de calidad a la ofensiva maña, acumuladno ocasiones. En el 58' Andrés tiró de reflejos para abortar un remate del bosnio desde el punto de penalti. En el 59' Tachi enviaba alto un cabezazo franco estando libre de marca. En el 77' de nuevo Andrés despejaba un buen remate de Kodro a centro de Soberón. Las llegadas se acumulaban y el 2-1 llegó en el 78' tras un disparo desde fuera del área que Andrés no pudo embolsar, dejando el balón muerto para que Kodro remachase a la red, trayendo la incertidumbre a la grada.

Embarba, que había tenido en sus botas el 3-0 en el 67' cruzando junto al poste un buen servicio de Arribas, también gozó del 3-1 en el 82', repeliendo esta vez el larguero su disparo. En el 86' el propio Embarba tuvo otra oportunidad de sentenciar en un buen contragolpe conducido por Puigmal y finalizado por el madrileño con atajada de Andrada. La insistencia trajo el premio poco antes de agotar el tiempo reglamentario gracias a una buena asistencia entre líneas de Arribas para Puigmal, que definía picándosela al portero.

Pero el descuento de seis minutos llegaba con emociones fuertes. Primero recortaba distancias el Zaragoza con un buen servicio de Francho desde la banda que remataba Mario Soberón en el segundo palo y devolvía la incertidumbre al marcador. Pero acto seguido Dion Lopy, que reaparecía tras dos jornadas lesionado, lanzaba un obús desde más de 25 metros que sorprendía a Andrada para elevar el 4-2 final al electrónico. Partido loco típico del Almería esta temporada, de los pocos equipos por los que vale la pena pagar una entrada en Segunda.