El producto de la tierra siempre tiene un valor doble: el futbolístico, por su indudable calidad; y el emotivo, por el sentimiento que cualquier tiene hacia sus colores. Tres veces ha subido el Almería a Primera División, una como Agrupación y dos como Unión, y seis han sido los futbolistas almerienses que han logrado este hito con la rojiblanca sobre su pecho. ¿Quiénes han sido?
Rojas, Maxi y Camacho
En el heroico e inesperado ascenso a Primera de la temporada 1978-79 sólo participaron dos almerienses de nacimiento: Juan Rojas, Agustín Camacho y José Antonio Rodríguez ‘Maxi’. Varios más no eran de Almería pero echaron raíces en esta tierra y en algún caso siguen aquí viviendo: Gregorio, Unamuno, Paniagua, Garay, Jeromo, Martínez… Sin duda el más emblemático era Juan Rojas, nacido en 1948, y que tiene un récord inigualable en el fútbol español: jugó con el mismo equipo desde Regional hasta Primera División. Se formó en equipos locales y se marchó a Puertollano ya que en Almería no había equipo por entonces. En 1971 se fundó la AD en Regional y Rojas se vino para acá. Permaneció las once temporadas de vida del club, siendo el capitán el año del histórico ascenso.
El caso de Maxi, nacido también en 1948, fue también curioso. Estando el equipo en Tercera, le tocó en la Copa del Rey contra el Oviedo, por entonces en Primera. Maxi jugó de lateral izquierdo en el Carlos Tartiere… y allí se quedó cinco temporadas. Regresó a la AD la temporada del ascenso a Primera y aquí estuvo hasta la desaparición del equipo.
Finalmente, un joven Agustín Camacho también tuvo un papel importante en aquel equipo, con el que ascendió y además jugó en la máxima categoría los dos años. Tras el descenso y la desaparición, el polivalente Camacho, que jugaba de defensor o centrocampista, estuvo en Elche, Palencia, Albacete, Melilla...
Ortiz, Francisco, Molo y Ricardo
En el ascenso de la 20006-07, el de Unai Emery, cuatro futbolistas almerienses formaban la plantilla rojiblanca, con roles muy diferentes en la plantilla. Aunque Ortiz y Francisco eran dos de los estandartes de aquella Unión, el extremo derecho era el capitán y estaba en uno de sus mejores momentos deportivos. José había comenzado con la rojiblanca en Tercera División, en el Almería Club de Fútbol, y aunque estuvo media temporada en el Ravenna Calcio, fue consiguiendo ascenso tras ascenso con el CF y la UDA, hasta llegar a las puertas de la Primera División. Esa campaña fue pieza importantísima para Emery, marcando diez goles, uno de ellos ante la Ponferradina en el partido del ascenso. Su celebración quedó grabada en la retina de muchos almerienses, con la camiseta de Juan Rojas.
Por su parte, Francisco no tuvo campaña tan destacada como la de Ortiz. El mediapunta era uno de los buques insignias en temporadas anteriores, con grandes actuaciones y goles que sirvieron para lograr permanencias con Casuco y Alfonsín, además de haber rozado el ascenso con Paco Flores. Sin embargo, Emery no le dio tanta bola al zapillero, que aún así hizo tres goles, uno de ellos importantísimo poco antes del descuento ante el Castellón. Francisco consiguió el ascenso a Primera, pero no jugó con el Almería en la máxima categoría, aunque sí que lo entrenó posteriormente. Previamente ya había debutado en la división de oro del fútbol español con el Albacete.
Dos jóvenes talentos de la cantera que despuntaban por aquellos años eran Ricardo y Molo. Formaron parte de la primera plantilla, en los entrenamientos demostraron que iban a darlo todo por tener minutos, pero se encontraron con un grupo que funcionaba a las mil maravillas y no tuvieron oportunidades. Ricardo sí que debutaría en el último partido de Liga ante el Vecindario, con el ascenso ya conseguido, pero tuvo la desgracia de ser expulsado a los seis minutos. El portero hizo carrera en Alicante, Orihuela, Badalona y UCAM Murcia, y hoy es uno de los entrenadores de guardametas de la primera plantilla almeriense.
Por su parte, Molo no llegó a debutar. Como después demostró en las canteras de Villarreal y Osasuna, era un central de futuro, con grandes dotes, al que las lesiones de rodilla le impidieron una progresión que le encaminaban a la máxima categoría. Molo probó fortuna en Guijuelo, Lleida, Lorca, Murcia y El Ejido, donde colgó las botas y dio el salto a los banquillos. ¡Quién sabe si sus ligamentos cruzados le hubieran respetado...!
¿Robles será el próximo?
En el ascenso de 2012-13, con Gracia en el banquillo, no había ningún almeriense en la primera plantilla, algo que sí ocurre en ésta. Javi Robles, formado entre el Club de Natación y la cantera rojiblanca, con un paso fugaz por la del Madrid, ha sido uno de los centrocampistas de confianza de Rubi. Su participación ha sido la de cualquier meritorio chaval que tiene que trabajar en busca de oportunidades, pero el míster está contento con su aportación en los minutos que ha disputado en Liga y Copa, además de la competitividad que le mete a los entrenamientos. ¿Será el séptimo almeriense en llegar a Primera División con el Almería? Está a una victoria de conseguirlo. Este sábado se resuelven las dudas.
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