El CTA respalda la decisión del árbitro en Ceuta porque "no dispone de pruebas que evidencien un error"

UD ALMERÍA

El programa 'Tiempo de Revisión' analiza la polémica acción entre Anuar y Bonini en el Alfonso Murube

¿Mano negra arbitral contra el Almería?

Anuar, que fingió una agresión inexistente, se marchó de rositas
Anuar, que fingió una agresión inexistente, se marchó de rositas / UDA

De tapadillo, al final de un largo vídeo de más de ocho minutos de duración subido a sus redes sociales en la tarde del martes mientras la jornada de Copa del Rey ya estaba en marcha, el Comité Técnico de Árbitros zanjaba la polémica del penalti señalado a favor del Ceuta en el Alfonso Murube que facilitó el triunfo del conjunto caballa ante el Almería (3-2) hace ahora una semana. En el programa 'Tiempo de Revisión', un espacio que empieza a carecer de sentido pues apenas sirve para buscar un pretexto para justificar la decisión del colegiado de turno, el CTA analizaba la acción de marras para llegar a una conclusión que no causa menos estupefacción que la forma que tuvo de arbitrarse.

"El CTA señala que con las imágenes de las que se dispone no hay argumentos para hablar de una decisión desacertada por parte del árbitro. El VAR, al no disponer de pruebas que evidencien un error claro, no interviene ajustándose al protocolo". Todo ok, José Luis. En el seno de la Unión Deportiva Almería ya no se sorprenden de nada, dado el extremo corporativismo del estamento arbitral, en el que pocos ejercen la autocrítica para intentar salir de una situación de inmovilismo y pérdida de credibilidad que no parece haber solucionado la llegada de Fran Soto a la dirección ni la del almeriense David Fernández Borbalán como responsable técnico.

Si delirante resultó la redacción del acta que justificaba la surrealista amonestación a Bonini ("por derribar de manera temeraria a un contrario sin estar el balón en disputa") más surrealista si cabe es pretender darle cobertura a una pifia manifiesta del árbitro por confiar en el criterio de uno de sus asistentes así como del VAR por no corregirlo esgrimiendo que las imágenes no aclaran nada. Por esa misma regla de tres, la de no disponer de una secuencia nítida de la acción, el colegiado nunca debió señalar penalti ni mostrar amarilla al central italiano, ya que en todo caso, y como bien expuso en su día el técnico ceutí, debería haber visto la roja directa al tratarse de una agresión.

El CTA se ha situado en una espiral de darle una patada a seguir a las polémicas surgidas jornada tras jornada debido a arbitrajes manifiestamente mejorables que está perdiendo la escasa credibilidad que le quedaba a ojos de todas las aficiones, no ya del equipo de turno que lanza una pataleta. Cabe recordar al respecto que la UDA exigió explicaciones a través de un comunicado oficial, pero no ha trascendido el contenido de las mismas. A la vista del pretexto empleado para justificar el penalti en Ceuta pocas esperanzas hay de obtener unas disculpas. Entonar el 'mea culpa' parece no casar con el lenguaje arbitral ni siquiera hoy por hoy, cuando todos los seguidores pueden ver con profusión de tomas los fiascos acontecidos.

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