UD Almería | El acta de Vivancos

Que cunda el ejemplo de Felipe Melo

  • El sinsabor de Lugo lo será para quienes albergaban una utopía disfrazada de esperanza

  • Las expectativas creadas han desbordado las proclamas más eufóricas escuchadas en años

El equipo ha rendido todo el curso a un nivel de notable alto

El equipo ha rendido todo el curso a un nivel de notable alto / Photo Deporte (Lugo)

El Anxo Carro se ha convertido a lo largo de las dos últimas temporadas en un escenario singular para la historia reciente de la Unión Deportiva. En Lugo debutó Fran Fernández en Segunda, hace poco más de dos años, al auxilio de una situación límite con goles de Quique y Fidel. Victoria. De la pasada campaña, con FF de nuevo en el banquillo, el recuerdo permanece en la retina, con el tanto salvador de Fidel, “abonado” al estadio gallego. Empate. Y ayer, con FF asentado en el banquillo, otro choque significativo por aquello de decir adiós a una ilusión. Derrota.

Han sido tres visitas seguidas a Lugo con incidencias más o menos especiales, aunque este último sinsabor lo será para algunos. Quizá para los que albergaban una utopía disfrazada de esperanza. Las expectativas que se han creado en torno a la plantilla más noble que jamás ha tenido en nómina Alfonso García han desbordado en muchos casos las proclamas más eufóricas que uno escuchó en años.

Desde estas misivas semanales se ha intentado describir, con la máxima objetividad posible, lo que estaba dando (bastante) y podía dar de sí un plantel ejemplar, y también de lo que carecía dicho plantel para poder pasar del notable alto, partiendo de sus propias posibilidades, a matrícula de honor. Al final, se cumplieron las mayores expectativas posibles, sin utopías de por medio.

No conozco a ningún aficionado ni medio de comunicación que haya recriminado a este equipo, o vaya a hacerlo, por haber flaqueado en este reciente tramo de liga, aun habiendo disputado buenos encuentros. 9 de los últimos 27 puntos representan unos guarismos de desgaste para un conjunto que aprobó con nota su tarea principal con suma antelación, como los estudiantes aplicados.

Por eso resulta cuando menos complicado y sorprendente escuchar las declaraciones post partido de Saveljich, aludiendo al supuesto enfado de los que estarían esperado la clasificación para las eliminatorias de ascenso, cuando él mismo fue quien azuzó, una semana sí y las siguientes también, a luchar por ese posible objetivo una vez analizada la valía de sus compañeros.

Quizá FF estuvo más certero al avisar a la directiva al término del choque de la apuesta al alza que se necesita de cara al futuro, una vez que se ha colocado la primera piedra, porque todos los designios apuntan hacia un desmantelamiento del grupo, en busca de lo mejor para el interés personal de cada integrante. Habrá tiempo de verlo, pero en Lugo se percibió un conjunto más humano a la hora de presionar al contrario, sobre todo por ambas bandas.

Si este equipo no exhibe sus virtudes, presión, robo y transición, puede quedar a merced de cualquier adversario. Hasta René anduvo despistado en uno de los tantos lucenses. Ahora, pase lo que pase, cabe recordar a Felipe Melo, quizá el mejor jugador que ha vestido la casaca rojiblanca. Cuando ya se supo de su millonario traspaso a la Fiorentina, el centrocampista brasileño no dejó de dar un balón por perdido en partidos sin trascendencia alguna. Que cunda el ejemplo.

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