Mucho se está hablando estos días de la sequía goleadora que atraviesa el equipo en las cinco últimas jornadas, coincidentes con su racha de partidos sin lograr la victoria, en las que apenas ha sido capaz de anotar dos tantos, los materializados en el duelo ante el Rayo Majadahonda en el Estado Mediterráneo.

El caudal ofensivo indálico se ha sostenido a lo largo de la temporada en la aportación combinada de Álvaro Giménez en la punta de ataque y de Juan Carlos Real llegando desde segunda línea. Entre los dos suman dieciocho dianas, siendo el ariete ilicitano el pichichi del equipo al llevar su sello una decena de las mismas, tres de las cuales desde el punto de penalti.

Hasta ahí todo normal para un conjunto de la división de plata, ya que posee a dos futbolistas cercanos a las dos cifras en el aspecto realizador, el problema surge en el escalón que se abre con sus siguientes compañeros en dicha faceta, que son Corpas y Rioja con tres tantos cada uno.

Ni el bosnio ni el argentino han estrenado todavía su casillero

Llama poderosamente la atención que los teóricos recambios de Álvaro Giménez, tanto Pablo Caballero como Ermedin Demirovic ni tan siquiera hayan estrenado su casillero. El argentino, que mandó un balón al palo en el Francisco de la Hera, apenas ha disputado 64 minutos, mientras que el bosnio, que fue firmado en el mercado invernal con la esperanza de que aportase gol, tampoco ha visto portería en 189 minutos y va camino de bluf.

De Narváez también se esperaba algo más de las dos dianas que figuran en su casillero, mientras que en la zaga Owona contribuye con el doblete que le hizo de cabeza al Nástic y Saveljich con su testarazo al Zaragoza. Chema, Andoni y De la Hoz completan la lista.

En los 34 goles a favor que suman los indálicos hay que contabilizar los dos logrados por los rivales en propia meta, uno obra del zaragocista Verdasca en el Mediterráneo y otro de Lemos (Las Palmas).