El esquema más coherente
UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS
En el cómputo del encuentro se vio a un Almería en franca mejoría tras las buenas sensaciones que por momentos dejó en Gijón
La cuesta de enero del Almería se convierte en un puerto de montaña en pleno marzo
Si Suárez hubiese logrado el tanto de la victoria al final del choque a través del penalti errado, las diferentes conclusiones del encuentro ante el Málaga habrían sido dispares de las vertidas hasta ahora. Estoy convencido. Se diría que la UDA dispuso de ocasiones muy claras para haber goleado en el global del partido y que el Málaga anotó dos tantos sin ocasiones, pues ambos goles encajados vinieron de dos jugadas que ni siquiera llegaron a ser oportunidades. Y es que un resultado no puede determinar el análisis de todo un partido.
Cierto es que la UDA se desconectó mentalmente unos minutos después de encajar un gol de los que entran uno de veinte y de cometer un penalti totalmente evitable, pero en el cómputo del encuentro se vio a un Almería en franca mejoría tras las buenas sensaciones que por momentos dejó en Gijón, alejándose del esperpento de todas estas jornadas sin vencer, sobre todo desde aquella derrota en Albacete. ¿Cuál sería la razón? Evidentemente, el cambio de sistema.
El partido ante el Málaga es de los que se vencen nueve de diez veces y de los que se sentencian durante la primera mitad, pero esta vez no ocurrió así. El Málaga obtuvo un punto tan inmerecido como el que logró el Almería ante el Elche. El fútbol es así y en cada jornada ocurre algo similar, por lo que no vale de nada fustigarse a sí mismos e ir de víctimas. La clave de las crecientes y buenas sensaciones de los dos últimos partidos radica en un esquema más coherente por el que Rubi apostó ante el Málaga.
Al término del encuentro, el técnico catalán explicó la referida apuesta, con Lopy y Selvi en la parcela central, secundados por Pozo en la derecha (como podría ser Arnau) y con Arribas de enganche de Baptistao y Suárez. Y con Radovanovic en la zaga. Así, a buen seguro que se ganarán bastantes partidos. Es cuestión de tiempo y paciencia. Por el contrario, si Rubi parte el equipo en dos, con mayoría de delanteros y defensas y sólo dos centrocampistas, ocurrirá lo de Albacete, A Coruña o Elche. Así de simple.
Otra cuestión es el acierto o error individual, que determinó el devenir de un partido donde el Málaga exprimió al máximo sus escasas posibilidades y por fortuna le salió cara, gracias a la limitada puntería rojiblanca, penalti incluido. Eso sí, el alma con la que juega el Málaga le falta al Almería. En cualquier caso, hay que continuar por la misma senda, con ese esquema más equilibrado donde se ocupan los espacios de forma más exitosa.
El fútbol ya está inventado
Solo así se remontará una situación que todavía es más que salvable. Luego se podrían matizar algunas acciones individuales, como sacar del terreno de juego a Arribas para contar con Lázaro o saber que los lanzamientos de penalti no son de las mejores cualidades de Suárez. Además, en vez de apostar en banda por Melamed, que se desenvuelve mejor por el centro, habría sido conveniente colocar a Langa de extremo.
Pero dichas matizaciones individuales no deben tapar una evidencia, como la de apostar por un esquema más razonable, más adaptado a la categoría y con más posibilidades de someter al contrario, similar al que le llevó a este mismo Almería a estar imbatido tantas jornadas. A partir de ahí, la confianza individual crecerá y los errores individuales decrecerán. El fútbol ya está inventado.
También te puede interesar
Lo último