Lázaro, Clua y el raquítico mercado del Almería
UD ALMERÍA | Análisis
Buena parte de la afición rojiblanca está de uñas por la no llegada de un central y un '9' de recambio mientras el club vende como el mayor éxito la continuidad de Luis Suárez
A Rubi se le sigue atragantando la cuesta de enero

Almería/Cerrado ya el mercado invernal de fichajes, comienza la batalla por el relato. Desde el seno de la Unión Deportiva Almería a los periodistas ya les llega el argumentario enfatizando el éxito de retener a Luis Suárez como gran logro de esta ventana de enero mientras buena parte de la afición indálica está de uñas con la labor de la dirección deportiva por lo que considera un pobre bagaje para lo que necesitaba el equipo.
En estos casos, como casi todo en la vida, en el término medio puede radicar la virtud. El club lleva razón en que evitar la marcha del Pichichi de Segunda, un futbolista de Primera jugando en la categoría de plata, es un logro a celebrar. El ariete colombiano ha suscitado el interés de algunos clubes a lo largo de estos interminables 30 días, pero su cláusula de rescisión de 40 millones de euros ha sido una barrera insalvable para la mayoría. Acaso hubiera podido acometerla algún club saudí, pero en ese escenario ya estaba el dique de contención de Turki Al-Sheikh.
En algunos medios se ha apuntado incluso al posible interés del Al-Nasr de Cristiano Ronaldo en el de Santa Marta, pero lo cierto al respecto es que dicho equipo hizo un desembolso de 80 millones de euros (el doble) al Aston Villa para hacerse con los servicios de su compatriota John Durán, de 21 años de edad, que percibirá 110 millones en las cinco temporadas que ha firmado. ¿Alguien en su sano juicio piensa que si a Suárez le hubieran tentado con una oferta de semejante calibre la habría rechazado? Los payasos para el circo.
Es verdad que existía la amenaza palpable de que algún equipo de la Premier inglesa pudiera depositar en cualquier momento el valor de su cláusula y dejar a la UDA compuesta y sin Pichichi, pero por fortuna ese cuadro no se pintó porque nadie llegó a la cantidad estipulada. El jugador, por tanto, se queda en busca de certificar el ascenso con el compromiso de facilitar su salida en verano siempre y cuando llegue una oferta acorde tanto para el club como para sus intereses, tal y como ya ocurriera en su día en las ventas de Darwin Núñez, Sadiq Umar o El Bilal Touré.
Hasta ahí ninguna pega. El mosqueo entre buena parte de la afición nace de lo que consideran otra promesa incumplida más de los encargados de la parcela de fichajes, ya que el propio Rubi verbalizó en varias comparecencias de prensa que iban a firmar a un mediocentro y a un central. El pivote llegó en la figura del joven Selvi Clua abonando una pequeña cantidad no descifrada al Girona en concepto de traspaso (cumplía contrato en junio), pero del central nunca se supo.
La versión no corroborada es que los propietarios de los jugadores que gustaban (léase el Gremio de Rodrigo Ely, el Getafe de Domingos Duarte o el Espanyol de Sergi Gómez), se subieron a la parra y la UDA quiso evitar caer en la trampa de otro César Montes. Eso, unido a que tampoco se atendió la demanda de buscar un '9' de recambio para cubrir un posible resfriado del cafetero en la exigente segunda vuelta del campeonato, ha traído la desazón a un importante sector del graderío.
Siguiendo con el argumentario de la entidad indálica, alguna que otra ocasión han recordado que se trajo de vuelta a Lázaro Vinicius para incrementarle la competencia a Nico Melamed en el extremo zurdo, circunstancia que todavía está por ver, ya que dicha demarcación está siendo un punto negro del equipo desde la salida de Largie Ramazani, el único con desborde y profundidad. También ponen en valor el regreso de Lucas Robertone después de tres meses de lesión y la cercana recuperación de Gui Guedes para sumarse a la causa, pero entre el seguidor la sensación es que el mercado rojiblanco ha sido raquítico.
Que con los mimbres que había y estos pequeños retoques será suficiente para alcanzar el ascenso (lo que daría razón a la gestión del club) o era imperativo traer al menos un par de incorporaciones más para mejorar rendimientos (postulado de la afición) es algo que en el mes de junio sabremos. Queda la impresión de que el margen salarial disponible no daba para grandes dispendios debido las elevadas fichas de algunos futbolistas del plantel y los emolumentos del staff, aunque siempre estará la garantía del saber hacer de Rubi, a quien le ha tocado tragarse un sapo, pero que no para de sacar conejos de la chistera.
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