Cuando la lógica se impone
UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS
Si este Almería jugara con la misma vehemencia que los rivales de esta categoría, junto a un sistema parecido al exhibido en Gijón, me jugaría lo que sea a que asciende como campeón
El Almería sigue atrapado en su racha y suma un punto ante el Real Sporting (1-1)
Cambio de sistema y mejoría, como si se tratara de una fórmula matemática. No es que la UDA disputase en El Molinón un gran encuentro, pero por momentos se asemejó a aquel equipo que ejercía de coco en la categoría. Y es que, si se fortalece el sistema defensivo a base de reforzar la medular y la zaga, y se olvida Rubi de partir el equipo en dos con cuatro delanteros y cuatro defensas, seguro que le irá mejor. Y así fue.
Rubi renunció a su habitual cabezonería y puso en liza un once más conservador, que como se demostró no le eximió de contar con numerosas ocasiones de gol a lo largo del choque. A su vez, se pudo minimizar la avalancha inicial de un Sporting que fue a por todas, como ya hizo el Córdoba en su estadio y al que también se le contuvo para pasar a dominar más adelante.
¿Y si Rubi hubiera optado por repetir aquellos sistemas ofensivos de Albacete o La Coruña? ¿Qué habría acontecido durante la primera media hora en Gijón? La respuesta sería tan fácil como un examen de párvulos. En el camino de esta metamorfosis de sistema se comprobó algo que casi todos los aficionados intuían, la aportación y rendimiento de Radovanovic, aunque tampoco el serbio debía demostrar nada, ya que en Copa ante el Sevilla dejó su sello. La decisión de Rubi de dejarlo en el banquillo tantas veces es inexplicable.
Al final hay cosas tan evidentes como que este Almería, al amparo de una fortaleza defensiva, es temible por su capacidad de generar ocasiones. Otra cosa es que un día se esté más o menos acertado que otro. Y lo de la intensidad, tantas veces repetida desde esta acta, salió a colación al término del encuentro en rueda de prensa. El mismo Rubi aludió a ella al menos dos veces alabando la intensidad del Sporting. ¿Y la de tu equipo, míster? La verdad es que apareció a cuentagotas, en determinados momentos y sólo por parte de algunos jugadores. Y en uno de esos instantes llegó el tanto rojiblanco por la presión de Robertone.
Si este Almería jugara con la misma vehemencia que los rivales de esta categoría, junto a un sistema parecido al exhibido en Gijón, me jugaría lo que sea a que la UDA asciende como campeón. Jugadores como Suárez, no ya por su calidad, sino por su coraje, hacen falta para lograr el ansiado ascenso. Digamos que el camino para retornar a la senda del éxito se volvió a encontrar, un camino del que salió voluntariamente Rubi con sus decisiones alejadas de cualquier lógica y de su propio éxito después de tantas jornadas sin perder.
Es el momento de dejarse de experimentos
El fútbol es complicado, pero también es muy fácil si se impone dicha lógica. Ahora llega al UD Almería Stadium el Málaga, que muerde futbolísticamente hablando. No cabe otra que ponerse el mono de trabajo y volver a ser ese equipo sólido de finales de 2024, con más equilibrio en el once inicial. No estaría mal contar con Lopy y Selvi juntos (el chico recién fichado se sentirá más arropado y lo agradecerá) y con Melero ya recuperado.
Los puestos de ascenso directo aún continúan a tiro de piedra, pero ahora ya es el momento de dejarse de experimentos, de apostar por esquemas más prácticos, de no intentar recuperar a jugadores a base de titularidades inmerecidas y de contar de inicio con los mejores en cada puesto. Y por supuesto de disputar cada balón como si de ello dependiera toda una carrera futbolística.
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