Luis Suárez cumple el guion ante el Racing de Ferrol pero el Almería sigue sin convencer (2-1)

El Almería tiene dos serios problemas a estas alturas de la competición y ambos se retroalimentan. El primero es que su afición ha dimitido del equipo y eso dice mucho de un conjunto que, en teoría, prosigue buscando el ascenso a Primera. El segundo es que juega al tran-tran, sin empuje alguno. A los seguidores el juego les aburre sobremanera desde hace varias jornadas y han desertado de las gradas, tal y como se observó ante la visita del vicecolista pese a la promoción activada por el club con descuentos para el siguiente partido en casa contra el Eldense. Y es normal viendo lo que ofrecen a cambio en el césped, un fútbol por momentos tedioso, carente de ritmo.

Rubi avisó en la previa de que agitaría el árbol tras la zozobra de Castellón y así lo hizo, acometiendo nada menos que cinco cambios en el once de Castalia. La mayor novedad fue el regreso bajo palos de Fernando en detrimento de Maximiano, pero también entraron Kaiky, Centelles, Selvi y Arribas por Radovanovic, Langa, Lopy y Robertone, siendo la única modificación obligada la del centrocampista senegalés, que cumpía su tercer ciclo de sanción por amarillas. Con Selvi-Melero como dupla en la sala de máquinas lo cierto es que los indálicos dominaron el centro del campo, pero imprimiendo un ritmo de movimiento de pelota tan bajo que aburrían a los pocos seguidores que acudieron al Juegos Mediterráneos en uno de los peores aforos del curso (apenas 8.067 almas).

Y no solo eso, sino que el Racing de Ferrol, en vista de las facilidades locales, se animó a buscar la portería de Fernando. Fruto de ello, a los cuatro minutos de juego Kaiky se veía obligado a hacer un buen cruce ante la acometida de Dorrio para evitar males mayores. Esa fue la prueba inicial, pero en la recta final del primer tiempo dispusieron igualmente de un cabezazo de Naldo tras saque de falta atajado por Fernando y de un disparo de Dorrio desde el vértice desviado por el arquero murciano, así como un remate de Nacho desde fuera del área aprovechando un mal despeje de Édgar justo antes del descanso, con 1-0 ya en el marcador.

En el lado rojiblanco muy poco que enfatizar. Luis Suárez haciendo la batalla por su cuenta en el área gallega y una parsimonia desesperante en el resto de compañeros. El ariete cafetero fue sin duda quien más lo intentó. A los seis minutos se plantaba solo en el área visitante y Naldo desviaba a córner cometiendo un posible penalti al rebañar con la mano el esférico, no concedido por el colegiado. A los doce minutos un buen pase en profundidad de Baptistao al desmarque en ruptura del colombiano lo dejaba solo, pero su pase atrás no podía aprovecharlo Arribas. En el 26' era Melamed quien probaba fortuna con un disparo desde la frontal sin excesivos problemas para Jesús Ruiz.

El cronómetro avanzaba inexorable sin que la UDA se adelantase hasta que un balón llovido al área lo buscó Suárez con la fe habitual, llegó antes a contactarlo y Naldo trabó su avance elevando la pierna a la altura de su cintura. El claro contacto provocó que Lax Franco no dudase en señalar el punto de penalti. El killer rojiblanco asumió la responsabilidad y anotaba desde los once metros el tanto número 24 en lo que va de curso, afianzando su indiscutible Pichichi y evitando una más que probable pitada en el intermedio.

El arranque de la segunda parte vino con otro pequeño susto tras un centro de Heber rematado fuera por poco por Álvaro Giménez, quien fuera Pichichi indálico en tiempos de Fran Fernández. Por fortuna, la posible angustia acabó pronto gracias a la la conexión Pubill-Suárez. Un buen centro por su costado del carrilero catalán lo conectó con una plástica volea el '9' sudamericano para firmar su tercer doblete del curso y alcanzar la 25ª diana de su cuenta particular.

Robertone, pitado al entrar al campo

Al poco del 2-0 el propio Suárez tuvo en sus botas redondear su noche dibujando otro triplete ante el mismo rival como ya consiguiera en A Malata en una lluviosa tarde de diciembre, pero su remate raso esta vez era detenido por Jesús Ruiz. Luego Melamed dispuso de otra ocasión antes de ser sustituido al mandar por encima del larguero otra volea gracias a un nuevo servicio de Pubill. El extremo catalán era retirado por Robertone, que recibió una audible pitada por parte del público (es de presuponer que por su irregular curso), algo que se está convirtiendo en innecesaria costumbre, más si cabe cuando el equipo reacciona tras un gris primer periodo.

Pese a la clara ventaja en el marcador, el Almería volvió a hacer concesiones inexplicables a un rival menor como el conjunto ferrolano, que consumaba su descenso en el templo rojiblanco, séptimo que vive en sus carnes el Estadio de los Juegos Mediterráneos a lo largo de su historia. La película ya se vivió en mayor medida contra el Cartagena y el equipo parece que no termina de corregir esas lagunas o desconexiones evidentes del partido. Así, en el tiempo de descuento Álvaro Giménez cumplía la ley del ex remachando en el área libre de vigilancia un despeje de Fernando.

Con este triunfo, que no acaba de disipar las dudas de este extraño Almería al que no se le termina de coger el pulso, el cuadro rojiblanco alcanza en la tabla al Granada con 59 puntos, si bien permanencerá una jornada más, la décima de forma consecutiva, fuera de la zona de play-off debido a que tiene el gol average particular perdido con los nazaríes.