Puigmal saca lustre al rol de revulsivo y se gana la renovación

Que Arnau Puigmal es el jugador número 12 para Rubi, su Juan Sabas, no es algo desconocido. El futbolista catalán siempre ha sido uno de los primeros recambios empleados por su paisano desde el banquillo cuando las cosas se han complicado en el campo para buscar la portería rival o, por el contrario, cuando ha tocado sostener un resultado, ya que su ímpetu físico y reconocida polivalencia le permiten cubrir el carril diestro en funciones ofensivas y defensivas, además de poder actuar como interior. Conocido es el rol de revulsivo del barcelonés, saltando al campo normalmente como agitador, pero esta temporada parece dispuesto a desprenderse de ese encasillamiento.

En las diez jornadas disputadas únicamente en tres ha participado como titular y no es casualidad que todas ellas hayan sido a domicilio, donde el equipo necesita cerrar mejor los espacios y pasillos interiores: San Sebastián (2-2), La Coruña (1-1) y Córdoba (1-1). Solo en el Nuevo Arcángel completó los 90 minutos, pero sus actuaciones no están pasando desapercibidas.

Con su gran despliegue por la banda derecha sirve para equilibrar un flanco que en el aspecto defensivo a veces sufre en exceso por la marcada vocación ofensiva del lateral diestro, Daijiro Chirino. Ayuda mucho en las coberturas atrás y se proyecta al ataque con frecuencia y sentido, sabiendo asociarse con los delanteros y estableciendo una fructífera sociedad con Sergio Arribas en particular.

Del mediapunta madrileño llegaba el centro que permitía a Puigmal adelantar a la UDA en tierras cordobesas y también del exmadridista nacía el pase entre líneas que facilitaba el 3-1 contra el Real Zaragoza en la jornada previa. Con apenas 397 minutos disputados figura con los mismos tantos que Nico Melamed, Leo Baptistao o Dion Lopy, mientras que también es de los futbolistas que realiza más disparos a puerta, 4, por los 12 que lleva Adrián Embarba, que es quien más busca al guardameta rival. No solo brilla en esas estadísticas, sino que está en el podio de los máximos asistentes del equipo con tres pases de gol, los mismos que Álex Muñoz y su socio Sergio Arribas.

A sus 24 años de edad (el 10 de enero cumplirá 25) encara su etapa de madurez futbolística mandando un claro mensaje de que se ponga las pilas la dirección deportiva del club, ya que su contrato expira en junio de 2026 y en el mes que entra en el cuarto de siglo se convertirá en agente libre para poder decidir su futuro en otras latitudes en caso de que le lleguen ofertas interesantes.

Formado en las categorías inferiores del RCD Espanyol, en edad juvenil se enroló en las filas del Manchester United, desde donde fue captado por el conjunto indálico en verano de 2021 sin tener que abonar ningún coste de traspaso. Fue llegar y besar el santo porque esa campaña se lograba el ascenso a Primera. Luego, tras descender, vivió una cesión al Elche que le sirvió para curtirse y tanto la campaña pasada (39 apariciones, solo 16 como titular, lo que refrenda su valor como revulsivo) como la actual está ofreciendo sus mejores prestaciones.