Rubi y sus extrañas decisiones

Ya existe materia suficiente para evaluar las primeras jornadas disputadas por la UDA. Quedaría muy bien eso de decir que se han visto luces y sombras, pero por desgracia en principio he observado más sombras que luces. La plantilla, a falta de cerrarla definitivamente, es competitiva a simple vista, pero no se vislumbran aspectos diferenciales en ella que la hagan especialmente temible, si es que se quiere aspirar al ascenso.

Si además el entrenador contribuye a debilitar los puntales de los que dispone, nos encontramos a una afición de uñas en su mayoría, pese a continuar el equipo imbatido al amparo, eso sí, de un benévolo calendario inicial. A expensas de reforzar la línea defensiva y por supuesto la atacante antes del cierre del mercado (no entendería que no fuera así), casi nadie comprende las decisiones que ha ido tomando Rubi desde prácticamente el partido amistoso ante el Al- Nassr en el UD Almería Stadium.

Peligro de descarrilar

Por suerte o por desgracia conocemos las preferencias de Rubi y su forma de entender el fútbol y su vestuario, pero cuando una idea se lleva al extremo por pura cabezonería, como él mismo ha admitido varias veces, se corre el serio peligro de descarrilar a las primeras de cambio.

¿Que por qué juega siempre Lázaro de inicio pese a no aportar nada? Quizá porque Rubi pretende recuperar a ese jugador que antaño al menos disparaba con peligro. Ahora, ni eso. ¿Que por qué juega Chumi de titular cuando suele salir retratado en varios de los tantos recibidos? Quizá por otorgarle confianza a un jugador comprometido y rápido para ser central, pero que al fin y al cabo no da la talla a la hora de ser contundente, como se necesita ser dentro del área propia.

¿Que por qué ante la Real Sociedad B volvió Rubi a contar de inicio con Selvi en la parcela central tras el gran partido de Guedes en León? Pues quizá para que Selvi no se desanime tras perder la titularidad. ¡Cómo le gusta a Rubi eso de mantener el equilibrio en el vestuario! Tanto en el aspecto mental como en el deportivo.

Lo malo es que se supone que su grupo no va a clase de terapia, sino que pertenece a un club que desea ascender por la vía rápida y para ello había que haberle sacado el máximo rédito desde el principio a la plantilla actual, con el objetivo de haber logrado los máximos puntos posibles en este comienzo de campaña ante rivales más o menos asequibles. No fue así y además este conjunto no transmite lo que debiera.

Tan solo la calidad individual de algunos jugadores han salvado puntos a última hora que han maquillado el inicio de campaña, sin todavía haber dado el conjunto de Rubi una versión acorde con la que se espera de un equipo que quiere ascender. Y lo más sangrante lo dejo para el final, al comprobar cómo la Real B, ante los teóricos jugadores de más calidad que no fueron titulares como Horta, Arribas o Embarba, terminó pidiendo la hora. Y Guedes, un jugador clave que aporta solidez, de espectador en el banquillo. Rubi, déjate de terapias mentales y de sensibilidades. Parafraseando a Cruyff, cuando decía que el dinero en el campo y no en el banco, yo te diría, Rubi, los jugadores de calidad en el campo y no en el banco...de suplentes.