Rubi juega con fuego en Málaga y acaba quemándose (2-1)

Rubi introdujo tres cambios en el once, pero mantuvo a la pieza discordante. Metió a Gui y a Baba junto a Lopy para reforzar la medular y el equipo ganó en control y equilibrio. También recuperó a Monte en el eje de la zaga, pero no quitó a Aridane, que venía de ser un desastre ante el Burgos, y esa decisión volvió a penalizarlo. El problema no está en el jugador canario, que da para lo que da, sino del técnico que castiga con el banquillo a Pedro Fidel, quien cumplió con nota, y premia a un veterano alarmantemente despistado.

El Málaga supo aprovechar ese flanco débil de la zaga rojiblanca para adelantarse en el marcador a los 33 minutos de juego, pese a que hasta entonces el Almería había llevado el peso del partido, con ocasiones suficientes como para haber marcado. Un despiste mayúsculo de Aridane volvía a echarlo todo por tierra. En primer lugar se queda rezagado sin tirar la línea del fuera de juego, habilitando la posición de Chupe. Con todo, llega antes al balón, pero el ariete malaguista le come la tostada en la línea de fondo para ponerla atrás y facilitar el remate cómodo de su compañero Dani Lorenzo, que no desperdicia el regalo alojando el balón en el fondo de la red.

Hasta ese momento el conjunto indálico se había mostrado bastante sólido, sin apenas conceder ocasiones al rival, que sí dispuso del primer tiro a puerta a través de Dani Lorenzo, detenido por Andrés Fernández. Luego Baba, Gui y Lopy cogieron la batuta en la sala de máquinas y el Almería empezó a pisar el área malacitana. El primer aviso lo dio Arribas con un disparo a la media vuelta tras centro de Thalys que despejaba Alfonso Herrero, si bien el asistente señalizó fuera de juego.

Rebasado el cuarto de hora de partido el propio Arribas tenía una muy clara rematando con la diestra en el segundo palo un buen envío de Embarba desde el costado zurdo que Alfonso Herrero repelía con dificultades. Poco antes de la media hora la UDA volvió a disponer de una ocasión de oro, en este caso un cabezazo de Álex Muñoz al palo tras córner botado por Embarba, no estando vivo Gui, en posición franca, para remachar a la red el balón repelido por el poste.

Y cuando más cerca parecía el 0-1 llegaba la tragedia debido al monumental despiste de Aridane, que está contrayendo méritos suficientes para que el club lo corte en el mercado de enero, si bien cuenta a su favor con la lesión de Bonini. Con desventaja en el marcador y los dos laterales, tanto Chirino como Muñoz, amonestados (Izan y Murillo por los locales), se marchaban los rojiblancos al descanso.

Rubi intentó arreglar el desaguisado dejando en vestuarios al señalado Aridane y al tarjeteado Muñoz para dar entrada a Puigmal y Centelles, con lo que Baba pasó a jugar como central junto a Monte, una solución que bien podría haberse adoptado de salida. La fina pero incesante lluvia que caía sobre La Rosaleda no desalentaba a la legión de seguidores almerienses que se dio cita en el coliseo malacitano, pero el equipo no encontraba el camino del gol.

Centelles y Puigmal, los dos jugadores de refresco, hicieron la primera tentativa del segundo acto con centro del valenciano y remate con la diestra del catalán que se marchaba al lateral de la red. Al poco era el propio Puigmal quien profundizaba por su banda para ponerla atrás sobre la llegada de Arribas, que se internó en el área y disparó con mucha intención, topándose la buena trayectoria del esférico con el cuerpo de Murillo. El gol se le negaba a los almerienses, que probaron nuevamente fortuna con un buen golpeo de Lopy desde fuera del área que a Alfonso Herrero se le escurría, pero lograba detener antes de rebasar la línea.

Tanta insistencia encontró finalmente premio desde los once metros. Un disparo de Gui Guedes era desviado claramente con la mano por un defensor blanquiazul y el colegiado señalaba el punto de penalti. Arribas, el primer lanzador del equipo, asumía la responsabilidad y batía a Alfonso Herrero, que se lanzó al lado contrario de donde fue la pelota. Es el décimo tanto del madrileño en lo que va de curso, situándose como pichichi en solitario del equipo.

La reacción del Málaga iba a ser furibunda, con constantes cambios ofensivos por parte de Funes que reactivaron el ataque de los suyos. Andrés Fernández se empleaba a fondo para aboratar con un paradón un disparo duro de Larrubia, pero en el 80' Chupe cazaba en el segundo palo un balón llovido tras golpear en un defensor otro disparo de Larrubia y batía al meta murciano elevando el 2-1 al electrónico ante el delerio de la parroquia local, que veía a un equipo eminentemente canterano batir a otro confeccionado a golpe de talonario.

La derrota priva al Almería una vez más de asaltar las posiciones de ascenso directo, donde ya se ha instalado Las Palmas, que sí supo aprovechar la derrota del Deportivo de la Coruña en Andorra, mientras que el Castellón puede rebasar en la tabla a los de Rubi si gana su duelo de esta jornada. Las vacaciones navideñas llegan con un saco de carbón para la UDA.