El acta de Vivancos

Un sambenito que ha desaparecido

  • Para extraer el máximo potencial de todo conjunto, de cualquier deporte colectivo, se necesita un esquema definido que además adopte sin fisuras la incorporación de los menos habituales

Sadiq realiza un complicado control.

Sadiq realiza un complicado control. / Javier Alonso

No voy a negar que el hecho de disputar la Copa con todos los titulares me pareció, a priori, cuando menos arriesgado. El objetivo prioritario, o mejor dicho, único, es el ascenso, pero también es cierto que existían diferentes condicionantes para que se corriese cierto riesgo. Permanecer nada menos que 20 días sin competir en liga significaba cortar el ritmo a los titulares, que hoy sí han podido volver a competir. Pero lo más significativo, aun con el referido riesgo de lesión, pudo ser la cuenta que José Gomes tenía pendiente con sus jugadores más importantes.

Si ante parte de los gallitos de la competición, Sporting, Mallorca y Espanyol, se cayó en liga, los rojiblancos más decisivos tenían que certificar que no solo eran capaces de vencer a rivales de media tabla hacia abajo. En este partido de Copa, ante un Primera que por ejemplo noqueó al Real Madrid en su propio estadio, ese sambenito ha desaparecido por completo, y a lo grande. Es cierto que a la fiesta se unió Sivera, un guardameta que en su momento apuntaba alto, aunque sería injusto capitalizar todo en sus errores, ya que esta UDA juega de memoria, exhibiendo una calidad impropia, no ya de un conjunto de Segunda, sino de los que luchan en Primera por no descender. Es verdad que a Sivera le vinieron por todas partes jugadores de rojo y blanco, al amparo de una movilidad y una precisión excelsa.

Luego, ahí estaba Sadiq para rematar la faena, al que se le ve sobrado conforme pasan las semanas, si bien sigue cayendo en exceso en el fuera de juego y volvió a complicarse en una jugada en la que solo tenía que disparar. Aun así, mejor que no se resfríe el nigeriano mientras llegan el o los refuerzos para la delantera. Otro que crece en confianza con el paso del tiempo es Aketxe. El vasco es de esos jugadores que imponen respeto al rival, porque igual puede hacer un cambio de juego de 40 metros, dar un taconazo mágico o por supuesto disparar con peligro desde cualquier posición.

Podría seguir desgranando las virtudes ofensivas del equipo de Gomes, que son numerosas, pero conviene no olvidar que para extraer el máximo potencial de todo conjunto, de cualquier deporte colectivo, se necesita un esquema definido que además adopte sin fisuras la incorporación de los menos habituales. La Copa seguirá su curso y me temo que en la siguiente eliminatoria se verá una alineación más aproximada a la que compitió en Hospitalet y en Soria, por mor de la dura competencia que se prevé con Espanyol y Mallorca. Habrá que ver si también con el Leganés, al que en el encuentro aplazado se le podría haber dejado casi fuera de combate.

Por cierto, no me parece serio que se dispute el choque ante el Sabadell antes que el partido en Leganés. Sin ir más lejos, Sadiq acumula cuatro tarjetas y podría jugar ese trascendental encuentro en Butarque. Si se intercalan jornadas de por medio, la competición se adultera en un momento clave, no como al comienzo del campeonato. Y es que el partido en Leganés se podría haber jugado perfectamente a mitad de la próxima semana. Parafrasendo al gran Juanito Navarro, ¡que estamos en España, Juana!

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