Sinsabores históricos del Almería en el Alfonso Murube en un fútbol de otra época

El Ceuta-Almería regresa este domingo (16:15) al Alfonso Murube y es sinónimo de fútbol de otra época. El enfrentamiento entre ceutíes y almerienses rememora los tiempos cuando la inversión en el equipo de la tierra la sostenían empresarios locales. El descenso desde Segunda a Segunda B del Almería CF, germen de la UDA, en la campaña 96-97 tras dos años de militancia en la categoría de plata con Guillermo Blanes como máximo accionista supuso un gran varapalo del que a la entidad indálica iba a costarle mucho reponerse. Tanto es así que en el curso 98-99 daba con sus huesos en Tercera División. Fue un año complejo, con hasta cuatro entrenadores desfilando por el banquillo (Lucas Alcaraz, Floro Garrido, Ramón Blanco y el almeriense José María Salmerón, que estuvo al frente las tres últimas jornadas y fue con quien se consumaba la caída a la cuarta categoría).

Los dos equipos se reencontrarán después de 24 años sin cruzarse, los mismos que la UDA acumula en la Liga de Fútbol Profesional. Pero en el registro histórico de duelos ligueros entre ambos clubes hay tres referentes. El primero se produjo esa temporada para olvidar. Fue bajo la batuta del técnico hispano-argentino Ramón Blanco. El choque, correspondiente a la 18ª jornada, se celebró un 3 de enero de 1999 en el recinto caballa y el todavía Almería CF arrancó un punto (2-2), el único resultado positivo que los almerienses han podido traerse hasta la fecha de la Ciudad Autónoma. Rodri y Raúl Sánchez pusieron el 0-2 a los 22 minutos de juego, pero los blanquinegros lograron neutralizar el marcador en la recta final con tantos de Pedro García (86') y Melo ya en el descuento (93'). El once rojiblanco estuvo formado por Rodri bajo palos, con Berjmejo, Aláez, Ismael, Espínola, Valderrey, Masegosa, Rubén, Portillo, Rodri y Raúl Sánchez. Flores, Córcoles y Raúl Molina entraban en la segunda mitad.

La campaña siguiente (1999-2000) los almerienses tuvieron que realizar su particular travesía por el desierto del grupo IX de Tercera para retornar a la división de bronce en la temporada 2000-2001 de la mano del propio Salmerón. El preparador local fue no obstante destituido en la jornada 21ª para dar paso a Juan Casuco en plena transición a las siglas UDA. Era el cuarto partido con el murciano al mando (25ª jornada) cuando un 9 de febrero de 2001 visitaron el Alfonso Murube. Venía de encajar la primera derrota casera ante el Guadix (0-1) y en Ceuta la suerte tampoco acompañó al lorquino, ya que el Almería sucumbió por 2-1 pese al tempranero tanto de Álex a los 7 minutos de juego. Diego López y el griego Krios firmaban la remontada local. Casuco alineó aquel día a Barbero en portería, Pedro Velasco, Cuevas, Alberto, Camarasa, Sena, Esteban, Chechu, Álex, Moreno y Raúl Sánchez, entrando José Juan en la segunda mitad. Muchos nombres de ese once saborearían las mieles del éxito solo un año después. De hecho, tras aquel duelo el plantel encadenó doce jornadas consecutivas sin perder que le permitieron afianzar la permanencia, objetivo entonces.

Nueva derrota el año del ascenso a Segunda con Casuco

Y coincidiendo con ese incipiente cambio de siglo y milenio, llegó el curso 2001-2002, que iba a cambiar el destino del fútbol almeriense contemporáneo. Bajo la batuta de Casuco, un Almería repleto de futbolistas de la tierra lgoraba la machada de ascender a la categoría de plata, primera piedra para asentar al equipo en la LFP, algo que siempre se le había escurrido entre los dedos a los distintos clubes representativos de la provincia. Aquel año también hubo visita a Ceuta y se saldó con una nueva derrota, esta vez más contudente (2-0), con goles de Berruezo y Pedro Ríos. Era solo la sexta jornada (un 7 de octubre de 2001) y en la crónica de ese día aparecen muchos nombres instalados ya en el ideario colectivo indálico como Barbero, Armindo, Larrosa, Flores, Cervián, Ortiz, Pía, Esteban, Moreno, Raúl Sánchez y Jito, con las entradas de Álex, Orihuela y Edu en el segundo acto. Significó la primera derrota del curso, que serviría para ponerse las pilas y afrontar el resto de un año inolvidable que tuvo la guinda con la celebración en la Puerta de Purchena tras subir en un complicado play-off ante Pontevedra, Real Madrid B y Espanyol B.

Los aficionados más veteranos de la UDA que viajen el domingo a Ceuta o sigan el partido por televisión a buen seguro que recordarán aquellos enfrentamientos en el barro de Segunda B que luego permitieron al equipo acumular ocho temporadas en Primera División en tres etapas distintas.