Acta de Vivancos

Cómo sofocar un incendio

  • El centro del campo, que era un solar en medio del tapete, pasó a ser un vergel que dio frutos variados, asistiendo a Sadiq en sus típicos y mortíferos desmarques

Celebración rojiblanca.

Celebración rojiblanca. / LaLiga

El tercer proyecto de Turki ardió por el centro hace una semana. La medular comenzaba a ser el eje de todos los males por dos razones capitales, por su falta de contundencia en auxilio de la zaga y por su nula creación en pos de nutrir a la bestia solitaria de la delantera. El incendio, de momento, se sofocó de manera inmediata en Alcorcón.

Lo que era un solar en medio del tapete pasó a ser un vergel que dio frutos variados, asistiendo a Sadiq en sus típicos y mortíferos desmarques. El nigeriano no solo es un delantero tanque, rematador, sino un ariete que obliga al defensa rival a un desgaste tremebundo con sus balances hacia la banda en busca de espacios para penetrar. Todo un dolor de cabeza para la zaga contraria. Pero sin un enlace, como pasó en Ponferrada, la alargada efigie de Sadiq se convierte en una simple figura decorativa. Sobre el césped se vislumbró de inicio la disposición de las piezas en la medular, con Portillo, un jugador de superior categoría, como hombre más cercano a la dupla atacante y con Robertone como primer escudero de lujo.

Más atrás, Samú y De la Hoz con labores más destructivas. El equilibro perfecto para hacer todo lo contrario de Ponferrada, dominar la zona, profundizar al primer toque y destruir cuando había que hacerlo. Sadiq se desmarcaba a derecha e izquierda, mientras que Ramazani era capaz de asistir a un Robertone que se sentía liberado con las espaldas bien cubiertas. Quizá el Alcorcón facilitó algo la tarea, pero la rectificación de Rubi fue de sabio. Vendrán exámenes más duros, como el del próximo viernes, pero las diferentes probaturas de las primeras jornadas van sacando a relucir lo bueno y lo malo de esta plantilla. Habrá que ver lo que decide Rubi en el Mediterráneo, si continuar con el esquema de Alcorcón o con el triangulo en la parcela central que también ha dado sus frutos.

Curro lo vio desde el banquillo pagando los platos rotos, pero no olvidemos que para dominar (se supone que en casa se hará) el centrocampista sevillano se desenvuelve muy bien. Incluso Arnau demuestra, cada vez que ingresa en el terreno de juego, una interesante versatilidad no exenta de profundidad. Lo que preocupa de cara al futuro es la lentitud que a veces exhibe Babic y las continuas molestias de Carriço. Habrá que esperar a ver si el club todavía es capaz de fichar a algún jugador libre para una posición que se hará más necesaria cuanto más suba el nivel de los contrincantes. De hecho, el Tenerife va a ser la primera piedra de toque seria para esta UDA; a partir de ahí se empezará a adivinar el potencial real del conjunto de Rubi y sus verdaderas aspiraciones.

Con Sadiq del lado rojiblanco, hay ventaja, pero no debería obviar Rubi la pésima ejecución del nigeriano a balón parado. Ya lo demostró durante la pasada campaña y en la presente ya ha errado un penalti. Sí, no nos engañemos, lo falló. Solo gracias a la posición del guardameta local pudo subir al marcador el tercer tanto. Por favor, que Sadiq no ejecute nunca más a balón parado. Zapatero, a tus zapatos.

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