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  • Fue una auténtica figura en el mundo del arte: cantante, actor, presentador y compositor

Carlos Cortés, el polifacético artista almeriense adelantado a su tiempo

Carlos Cortés, el polifacético artista almeriense adelantado a su tiempo. Carlos Cortés, el polifacético artista almeriense adelantado a su tiempo.

Carlos Cortés, el polifacético artista almeriense adelantado a su tiempo.

No tengo la menor duda. Sí Carlos Cortés, en vez de haber nacido en 1946 hubiese sido en 1986- por separar cuarenta años- habría llegado a ser una auténtica figura en el mundo del arte. Carlos fue un hombre tremendamente polifacético, de una inteligencia extraordinaria, profundamente inquieto e innovador y con un dominio absoluto del escenario. Fue cantante, actor, presentador, compositor, fue mucho más, un artista en toda la extensión de esta definición.

Su embrión musical nació durante su paso por el colegio de La Salle de Almería donde con una serie de amigos (Barco, Barceló, Sánchez de la Higuera...) unidos por el mismo ambiente musical empezaron a reivindicar sus insultantes inquietudes.

Carlos Cortés. Carlos Cortés.

Carlos Cortés.

Sus inicios fueron en la tuna del colegio La Salle y muy pronto quiso conocer el recorrido de la música por lo que comenzó a dar clases de canto con la prestigiosa profesora Asuntita Giralde. Iniciado en este difícil apartado musical, pronto comenzó a compaginar las interpretaciones de óperas y zarzuelas con la música joven enrolándose en diversos grupos y orquestas de Almería de aquellos años. En uno de ellos, “Los Rostros”, conoció a Ramón Zapata, también tristemente desaparecido con el que llegó a formar un dúo.

Su prodigiosa voz le hacía ser un extraordinario intérprete de Elvis Presley y Ray Charles así como los más sentidas baladas que Carlos Cortés interpretaba de una manera especial, resultando auténticas versiones por la impronta personal que solía darle. Su versión del legendario tema de Ray Charles, What'd I Say, podría formar parte de la más pura esencia de los años sesenta.

Como actor, fue el Teatro Apolo quien lo vio nacer con la representación del monólogo “Las manos de Euridices”, la tragicomedia del brasileño Pedro Bloch, recibiendo unas críticas que traspasaron las fronteras locales por su reconocido trabajo a nivel nacional. El teatro le entusiasmaba y participó en numerosas representaciones de teatro aficionado que auspiciaba entonces la obra sindical de Educación y Descanso.

Bohemio e inconformista, se atrevía con todo. Su desparpajo sobre el escenario le sirvió para ejercer como presentador en numerosas ocasiones en cualquier tipo de certámenes o festivales de música. Escribía poemas, pero raras veces las leía en público. Entre amigos, en torno a un buen vino de Albuñol, lo escuchábamos complacientes en la desaparecida tasca de “El Convento” de la calle Trajano.

Fue un artista muy polifacético. Fue un artista muy polifacético.

Fue un artista muy polifacético.

El boom del cine en Almería, fue otra parte activa en la vida de Carlos Cortés. Como extra participó en numerosas películas como Marco Antonio y Cleopatra trabajando junto a Charlton Heston, Fernando Rey, Carmen Sevilla, entre otros. Dotado de una fina ironía, su carácter afable, a veces se veía truncado ante los obstáculos de la vida y lo hacia más irascible, pero aquello no duraba mucho. Su genial grito de guerra “Estoy harto de fingir” que atronaba de vez en cuando en los escenarios mientras tocaba, sigue aún fresco en la memoria de muchos de los que fuimos sus amigos. Descansa en paz. Te recordamos.

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