Vivir

El almeriense Dennis Martín debuta cortando una oreja en Úbeda

  • El alumno de la Escuela Taurina de Almería participó este pasado sábado en la III Becerrada de Selección en Clase Práctica de los festejos de promoción de nuevos valores de las Escuelas Taurinas Andaluzas dentro del XXIII Ciclo de Becerradas

El almeriense cortó una oreja.

El almeriense cortó una oreja. / Ladis

La histórica plaza de toros de Úbeda presentó un aspecto extraordinario para presenciar la III becerrada de selección en clase práctica de los festejos de promoción de nuevos valores de las Escuelas Taurinas Andaluzas dentro del XXIII Ciclo de Becerradas. Mucho ambiente y sobre todo bastante gente joven en los tendidos y mucha pasión en apoyo de los seis chavales que se jugaban pasar a la siguiente fase.

En esta intervino el alumno de la Escuela Taurina de Almería, Dennis Martín, quien cerró el festejo. La tarde, que marchaba aceptable, con distintas actuaciones se vino arriba de manera impresionante y por eso cuando saltó al ruedo el sexto de la tarde (tras casi dos horas y media de festejo) nadie se movió de sus asientos. Este animal correspondió al almeriense, quien lo recibió con una larga cambiada de rodillas y después, ya erguido, manejó muy bien los brazos en las verónicas de recibo. Banderilleó con gracia y precisión y eso fue antesala de una labor con la muleta, comenzada con doblones muy toreros, en donde destacaron las series por ambas manos llenas de torería y sabor. Mató de media estocada y se le premió con una oreja.

Junto al novillero de Almería, actuó Rafael Fandila, de la Escuela Taurina "Frascuelo" de Granada, quien abrió plaza, el cual recibió a su oponente con la rodilla genuflexa en unos lances muy ajustados para luego incorporarse y rematar con una larga, también de rodillas, en medio del ruedo. De igual manera -rodilla en tierra- comenzó su faena de muleta, iniciada al hilo de las tablas y continuada hasta el centro del anillo donde el becerro se mostró más áspero y violento al remate de los pases. Con todo y eso le tenemos apuntados algunos naturales y redondos de bella factura. Mató de media y tras petición, que el presidente consideró insuficiente, dio una aclamada vuelta al ruedo.

Andrés Membrives, de la Escuela Taurina del Círculo Taurino de Córdoba, manejó muy requetebién el capote en un ramillete de ajustadas verónicas muy aplaudidas por el respetable. Muleta en mano, se ganó a ley el trofeo conseguido, tras una faena variada y lucida donde predominaron los naturales con la figura erguida llevando al animal cosido a los vuelos de la franela. Mató de media estocada y se le premió con una oreja.

Carlos Hernández, de la Escuela Taurina La Gallosina de El Puerto de Santa María, estuvo aseado con el capote y con la muleta realizó una faena con altibajos, en una labor muy trabajada y variada donde destacaron algunos naturales y redondos que calaron en el público por su torería. Mató de media estocada y paseó feliz una oreja.

El almeriense debutó ante el público de Úbeda. El almeriense debutó ante el público de Úbeda.

El almeriense debutó ante el público de Úbeda. / Ladis

El cuarto añojo de la tarde fue una animal bravo y noble de una gran categoría. Enfrente tuvo a Ángel Delgado, de la Escuela Taurina de Úbeda, que lo entendió y se acopló con él desde el principio, en unas verónicas de recibo de mucho sabor hasta plantarse en medio del ruedo para culminar con una media de cartel. La plaza se venía abajo. La buena sintonía continuó con la muleta, desde sus inicios, con unos doblones muy toreros y de mucho sabor. Y allí mismo, en el tercio, le enjaretó una faena de muchos quilates, llena de torería y empaque, donde el temple y el buen gusto fue su sello de calidad. Muy sobrado el chaval, se divirtió toreando, y lo principal, divirtió al respetable que se lo agradecía jaleándolo hasta la extenuación. Un pinchazo arriba precedió a una estocada y las dos orejas y el rabo fueron a sus manos entre el delirio general. Al animal se le premió con una ovacionada vuelta al ruedo. Bien por la sensibilidad del palco que supo reconocer la bravura y nobleza del animal.

Todavía nos relamíamos del buen momento vivido cuando salta al ruedo el quinto de la tarde, otro buen ejemplar, y lo recoge con el capote Pedrito Aparicio, de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Baeza, igualmente alumno aventajado, que nos hizo pasar otro de los buenos momentos de la tarde. Y es que este chaval también está sobrado y cuenta a favor con ese toque especial que le hace diferente y transmite todo lo que hace al público que se siente identificado con la personalidad que imprime a su toreo. Pinturero, valiente y artista Aparicio se metió al público en el bolsillo durante toda su actuación, gracias a su disposición, técnica y la calidad de su labor. Banderilleó con muchísima decisión. Con la muleta encendió la plaza con su toreo limpio y estético, marcado por el temple. Mató de dos pinchazos arriba y media estocada y el palco se vio obligado a conceder dos orejas pedidas con mucha fuerza por el respetable. El becerro fue aplaudido en el arrastre.

Hay que mencionar que estas becerradas de promoción, para muchos de los participantes, suponen su debut ante el público y eso condiciona a los chavales que quieren hacerlo todo para agradar, no solo al público que siempre esta receptivo con la labor que desarrollan, sino también para el jurado que les ha de puntuar. Por eso hay que disculparles. En estos festejos de promoción se demuestra que la labor que realizan las Escuelas Taurinas de Andalucía es de muchísima importancia porque de estos grupos de alumnos saldrá la nueva generación de toreros que deben incorporarse a los escalafones mayores para que se produzca el necesario e imprescindible relevo y la Fiesta siga adelante.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios