FESTIVAL DE MÚSICA RENACENTISTA DE VÉLEZ-BLANCO

Optimismo creativo del Seicento de la mano de Aarón Zapico

  • Concierto del Grupo Barroco del Festival de Música Renacentista de Vélez-Blanco

Optimismo creativo del Seicento de la mano de Aarón Zapico

Optimismo creativo del Seicento de la mano de Aarón Zapico / Antonio Jiménez Trujillo (Vélez-Blanco)

El optimismo, la alegría y las ganas de hacer y escuchar música marcaron el concierto del 5 de agosto en el Claustro del Convento de San Luis a cargo del Grupo Barroco del Festival de Vélez Blanco con un recorrido sonoro por el Seicento italiano. Dirigido por Aaron Zapico, el grupo realizó una brillante interpretación de algunos de los compositores más destacados de una época excepcional para la música y las artes.

El concierto abrió una ventana a un nuevo estilo iniciado en Italia que rápidamente se trasladó al resto de la Europa del siglo XVII. Durante este período se crearon y modificaron instrumentos buscando nuevas sonoridades, se fijaron normas compositivas y se inventaron formas musicales que culminarían en la creación en una de las más conocidas hoy día, la ópera. Toda una efervescencia creativa que se reflejó igualmente en el resto de las artes. Una época colorida y alegre para la música que supo trasladar el Grupo Barroco del Festival de Vélez Blanco. Como bien señaló Aarón Zapico, se pretendió hacer llegar una música divertida y optimista que contribuyese a mejorar el estado de ánimo tras los meses de confinamiento y, sin duda, el público así lo vivió.

La noche comenzó con una batalla entre los dos violines, José Vélez y Jorge Jiménez, que marcó una dinámica que se mantendría a lo largo del concierto. La obra del compositor y violinista Marini ocupó una parte importante del mismo con cinco breves piezas como un Passacaglio y una Sonanza que demostraron el gran dominio armónico y del violín del compositor de Brescia (Italia). De igual modo se escucharon diversas piezas de Falconieri, compositor y tañedor de laúd, como la Folía con la que finalizó el concierto arrancando un largo aplauso del público. La batalla entre los violines, acompañada en todo momento por el clave, viola da gamba y guitarra barroca, fue una constante a lo largo de la noche. Ejemplo de ello fue la Bergamasca de Uccellini en la que destacaron las melodías frenéticas de los violines. No podían faltar las obras de Merula en este viaje musical por el Seicento del que se interpretó el Ballo detto Pollicio ni, por supuesto, Monteverdi uno de los autores cumbre de la época cuya Sinfonía de su ópera Il Ritorno d’ Ulisse, ocupó uno de los momentos más enérgicos de la noche.

Aarón Zapico fue explicando las características musicales de cada una de las piezas y sus singularidades musicales, llamando la atención sobre el papel de los instrumentos en cada pieza. Por ejemplo, uno de los momentos más íntimos y de mayor delicadeza de la noche fue iniciado por Noelia Reverte, viola da gamba, quien anticipó una melodía de cuatro sonidos sobre la que se construirían el resto de melodías e improvisaciones de los violines. 

Este concierto tuvo un carácter muy especial pues el Grupo estuvo compuesto por profesores de los Cursos de la Academia de Música Renacentista y Barroca del Festival de Vélez Blanco, entre ellos, Noelia Reverte, directora del Curso de viola da Gamba, y José Vélez y Aaron Zapico del de Orquesta Barroca. A ellos se sumaron dos músicos excepcionales y habituales del Festival,  Jorge Jiménez y Pablo Zapico.

La Academia de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco se hace eco de la larga tradición musical de este municipio. Su primera Academia de Música veía la luz a finales del siglo XVIII teniendo el deseo a fomentar en esta villa el arte de la música. La Academia de hoy continúa con un objetivo similar, el de fomentar la educación musical y el disfrute en su creación e interpretación. La muestra de anoche, a cargo de una parte de su profesorado, augura el mayor de los éxitos futuros.

Aarón Zapico es uno de los directores que con más fuerza ha irrumpido en la escena musical española en los últimos años. Su presencia al frente de importantes orquestas, agrupaciones o de su conjunto Forma Antiqva es constante en los festivales y salas más importantes. De espíritu inquieto, comprometido y emprendedor, ha fundado asociaciones para la protección de los derechos de los músicos, y proyectos sociales y solidarios con la música como elemento integrador. 

Anoche agradeció a la organización del Festival y a Vélez Blanco su apuesta por la música y la cultura en un tiempo tan complicado y duro como el que vivimos, pero necesitado, más que nunca, de espacios para disfrutar de la buena música y de la cultura.

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