El famoso cantante Juan Gabriel cantaba Amor eterno dedicada a su madre. Ese poder que da ese querer tan especial otorga la fuerza suficiente para lograr cualquier meta. Es el caso de Norberto Reina que, desde que falleció su madre hace 16 años, quería rendirle homenaje con una demostración donde la dureza fuera su principal guía de motivación. El almeriense se ha convertido, desde hace seis años, en uno de los nombres conocidos del triatlón almeriense por las pruebas de resistencia a las que se ha enfrentado. Actualmente, se está preparando para participar en una carrera denominada Ultraking, que sería el primer ultraman non stop que se celebra. La cita deportiva será el 5 y 6 de octubre en Puebla de Alcocer en Badajoz.

Durante 36 horas, tendrá que nadar durante 10 kilómetros, recorrer 421 en bicicleta y correr un total de 84 kilómetros. Todo seguido, sin pausa, o con el único respiro que permita suspirar o hacer un pequeño avituallamiento. "Es como la prueba de ultraman, pero en vez de hacerlo en tres días, se ejecuta de forma continúa. Es la primera vez que se realiza y participamos solo 20 deportistas".

La prueba se llama Ultraking y el concepto se denomina 'ultraman non stop'

Para Reina, su preparación siempre tiene un ingrediente principal: "Mucho entrenamiento". Pero estar de forma constante en distintas competiciones también ayuda para medir fuerzas y prepararse psicológicamente. "Pude participar en el Ultraman de Motril que es el más duro del mundo porque hay 6.000 metros de desnivel acumulado. También estuve en el iroman de Vitoria. A la hora de nadar, me estoy preparando en piscina porque este año el mar está plagado de medusas, ya me picaron en pruebas anteriores".

El triatleta recuerda cómo empezó su pasión por este deporte: "Yo siempre había nadado, corrido y jugado al fútbol. Hacen seis años me destinaron a Huelva como profesor y empecé a hacer bici de montaña. Conocí el triatlón y, particularmente, el ironman. Mi madre falleció hace 15 años, y quería dedicarle alguna prueba que fuese dura. Siempre que llego a meta, lo hago con un cartel dedicándoselo a ella. Para las pruebas cortas no soy rápido. Prefiero hacer muchos kilómetros en pruebas de ultra resistencia".

El triatleta asegura que su punto más débil es el ciclismo porque "es lo que más tiempo requiere para entrenar y lo que menos horas le dedico. Empecé a entrenar por la noche para acostumbrarme a hacerlo en horas en las que voy a estar en la prueba".

Para participar en estas pruebas, el sacrificio no es solo físico, sino que económicamente supone una inversión costosa: "Cuando las realizo en época de trabajo, tengo que pedir días sin empleo y sueldo. Las inscripciones son caras y el material deportivo también". El deportista, de 42 años, espera contar con algunos patrocinadores para continuar compitiendo en este deporte. "Me gustaría llegar a los 80 años y acabar un ironman".

Aunque Norberto Reina asegura que "es una prueba solitaria", contará con alguien muy especial en su equipo, a su mujer, Ana Ruiz: "Sin ella sería imposible. Me da la facilidad para entrenar y me acompaña en muchas ocasiones. Ella también se pide los días sin sueldo para formar parte de mi equipo y ayudarme en la carrera". Por su parte, su mujer señala que "lo acompaño, le llevo comida y bebida. Veo que él disfruta y lo animo".