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Peregrinación para visitar los lugares de la beata Sopeña

  • Laicos y Catequistas irán a los espacios donde comenzó su andadura apostólica

Las Damas Catequistas cedieron el palacio natal de la Beata Dolores Rodríguez Sopeña al Ayuntamiento de Vélez-Rubio.

Las Damas Catequistas cedieron el palacio natal de la Beata Dolores Rodríguez Sopeña al Ayuntamiento de Vélez-Rubio. / Lázaro Martínez

Laicos y Catequistas Sopeña visitarán el próximo fin de semana, desde mañana hasta el domingo, la localidad de Vélez Rubio y la capital almeriense, lugares de la infancia y la juventud de la Beata Dolores Sopeña, donde inició su andadura apostólica.

El XXXII Encuentro de Laicos y Catequistas, que pretende ser también una peregrinación para conocer los lugares emblemáticos de su madre fundadora, representa además el cierre de un ciclo de trabajo en el que se han abordado las principales bases de la espiritualidad Sopeña y, de esta forma, conocer más en profundidad su pensamiento.

Bajo el lema Instrumentos en manos de Dios, esta edición llamará a tomar conciencia de que “Dios actúa a través de nosotros y, por tanto, si nos dejamos mover por Él, obrará maravillas”, uno de los dos fundamentos de la espiritualidad apostólica, que, junto a la cristocéntrica, eucarística, mariana e ignaciana, definen el Carisma Sopeña.

Los participantes, llegados de toda España, pretenden, además de vivir la alegría de la convivencia y la oración, descubrir y experimentar “el secreto de la fecundidad apostólica”.

El sentido de peregrinación que ha tomado este XXXII Encuentro supone hacer un itinerario que sirva como espacio de reflexión, encuentro con uno mismo y crecimiento espiritual, así como de agradecimiento al legado de Dolores Sopeña.

Durante el recorrido del sábado, los laicos y catequistas, voluntarios y colaboradores de los centros de su principal obra apostólica, la Fundación Dolores Sopeña, recalarán en la Casa Natal en Vélez Rubio –donde podrán ver la cuna, entre otros objetos personales-, así como en la parroquia de la Encarnación –con la pila bautismal- y ante la estatua de la fundadora, en la cercana plaza del Rey.

En la capital almeriense, el itinerario comenzará en las cuevas, donde una joven Dolores se inició en su experiencia apostólica ayudando a los más débiles, y continuará en la parroquia de Santo Domingo. El XXXII Encuentro contará con la ponencia principal Ser instrumento en manos de Dios, a cargo de la catequista María Jesús González, y tendrá su broche con la despedida de la recién reelegida Superiora General de la congregación, Miryam Ávila.

Dolores Sopeña nació en Vélez Rubio, Almería, el 30 de diciembre de 1848. Pertenecía a una familia de clase social media alta y desde muy joven descubrió que su vocación era ayudar a los demás.

En Almería y con solo 17 años, atiende a necesitados, a un hombre leproso, a dos hermanas enfermas de tifus. Según crece en edad, crece su convicción. En Madrid, colabora en hospitales, escuelas, en la cárcel de mujeres. Latinoamérica estimula aún más su vocación. En Puerto Rico y Cuba funda centros en los que mujeres que admiran su labor, se dedican como ella a ayudar y a transmitir esperanza a los más desfavorecidos. Cuando vuelve a España en 1877, continúa su misión solidaria y evangelizadora, fundando centros e involucrando a muchas personas para colaborar.

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