‘Reinar’, más de 850 palabras de la academia de la lengua velefiqueña

Encarna y Marcela, de la Asociación de Mujeres publicaron hace cuatro años esta pequeña enciclopedia

Las creadoras del diccionario velefiqueño 'Reinar', Marcela y Encarna
Las creadoras del diccionario velefiqueño 'Reinar', Marcela y Encarna / Javier Cortés
Javier Cortés

15 de julio 2019 - 05:00

"El otro día me fi a la tahona de la chacha Anica a mercar un crespillo y lo metí en la talega. Cuando llegué a casa me comí un cachico con engañifa y me pegué una tripotera hasta que vide una curiana que del susto, la espanzurró". No hay motivo para alarmarse, estas frases vienen a significar que una persona fue a la tienda de Ana, compró un poco de pan, lo metió en una bolsa y cuando llegó a su casa se comió un poco de embutidos. Comió tanto que le empezó a doler la barriga, que incluso vió una cucaracha, que del susto se murió.

La historia puede ser curiosa, no obstante está hecha con palabras sacadas del diccionario velefiqueño, ‘Reinar’, un libro hecho por Encarna Martínez y Marcela Martínez en 2015, que trata de recuperar palabras que se usaban en Velefique y en la provincia de Almería. La enciclopedia que contiene más de 850 palabras y dichos populares junto a una treintena de imágenes, ha hecho que mucha gente se interesase por la etimología de las palabras y querer conocer sus significados, y uno de ellos es el abogado catalán pero afincado en Almería, Nicolau Guillem, que recientemente sacó un libro relacionado con Almería y empleó para su bibliografía el diccionario velefiqueño. ‘Reinar’.

Celemín es una medida de capacidad usada sobre todo para cereales y semillas. Doce celemines hacen una fanega. Tres hacen una cuartilla.

El nombre de la enciclopedia es muy curioso, ya que es una palabra que significa reflexión o volver a meditar y que está puesto para recordar y repensar las palabras que utilizamos a diario y no son cuestiones baladíes sino que son temas diarios. La buena utilización de la lengua es importante pero incluso más es conocer su origen y sus variaciones. Jesús Segura Carmona, una de las personas que más trabaja en Velefique y que le apasiona todo lo relacionado con el municipio reconoce que le gusta este libro porque ayuda a conocer palabras olvidadas y a otras que son conocidas les da una mayor autoridad. Nos afirma que hay tres que ha utilizado de vez en cuando: ungüento, zagal y sabañones.

Por esa razón, las creadoras echaron muchas horas durante 2013 y 2014 para que un año después pudiera dar sus frutos con esta publicación, en la que acaban con estos dos dichos típico de la zona:“En Olula macarro, en Castro bollo, en Velefique crespillo y en Senés un urualdo”. “Mi pueblo es muy pequeño, un poco más que nada, mi pueblo es casi nada, pero mi pueblo es todo”. Y es que para miles de almerienses sus pueblos son su vida.

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