El Loot de Txeron

Returnal: rompe el ciclo o muere

  • Análisis. El roguelike exclusivo de Playstation 5 populariza un género de nicho y encumbra a Housemarque con un título que fusiona acción, plataformas y exploración de manera magistral

Returnal: rompe el ciclo o muere

Returnal: rompe el ciclo o muere

La publicación de un título exclusivo para la nueva generación siempre es motivo de alegría. Con Xbox Series X|S y Playstation 5 recién ubicadas en lugares privilegiados de nuestros salones y cuartos de juego, no hay mayor aliciente para ponerlas a prueba que con propuestas que expriman sus grandes posibilidades técnicas. El último título en hacernos disfrutar de esa encomienda llega de manos de los finlandeses Housemarque y se llama Returnal, el nuevo abanderado de PlayStation que viene a engrosar la lista de juegos exclusivos para su plataforma y que fusiona y entremezcla de manera formidable la exploración, la acción, las plataformas y mecánicas roguelike con una historia de ciencia ficción made in Hollywood con marcados tintes de thriller psicológico. Casi nada. Y todo sublime (o casi).

Y las sensaciones, cuando los créditos de este título empiezan a danzar por la pantalla, son de alivio, emoción y satisfacción por haber completado un título que, atención, supone todo un reto debido a su creciente dificultad y que se topa con un muro debido a decisiones de diseño que, de momento, no tienen una solución y que más adelante desgranaremos. ¿Te apetece embarcarte en un viaje espacial y escapar de un bucle infinito en el que morir es parte del camino? Si es así, bienvenido al cambiante mundo de Átropos.

Muere y renace como el ave fénix

La premisa más clara con la que te golpea Returnal nada más empezar a jugar es que vas a morir. Y mucho, te lo aseguro. Pero hacerlo es, aunque parezca extraño, una manera de progresar. Cada vez que iniciemos la partida, veremos cómo nuestra nave, la Helios, se estrella en el planeta Átropos, un lugar amenazante y lleno de peligros y secretos que nos toca investigar. Nuestra protagonista, Selene, una astronauta algo díscola, se convierte en ese mismo instante en nuestro alter ego para descubrir qué ha pasado y cómo podemos escapar del planeta. Con una pistola en mano y poco más (así son los duros inicios) nos tocará bregar contra bestias alienígenas de todo tipo a través de una vista en tercera persona y una velocidad de movimiento varios puntos por encima de lo que estamos acostumbrados en los títulos de acción.

Los enemigos nos lo pondrán difícil atacándonos por todos los flancos. Los enemigos nos lo pondrán difícil atacándonos por todos los flancos.

Los enemigos nos lo pondrán difícil atacándonos por todos los flancos.

Y cada vez que comencemos la partida, debido a que el título del estudio finlandés cuenta con un sistema procedural, nos encontraremos con un mapa totalmente diferente en el que ni los enemigos ni las puertas entre escenarios ni los objetos son los mismos. Y tampoco los discos que iremos encontrando en los cuerpos de Selene de otros intentos dentro de ese bucle infinito con grabaciones sonoras en las que se explica de manera lenta y también algo difusa la historia. Tampoco los paneles con la lengua alienígena que nos permitirán desvelar lo que los moradores de Átropos vivieron. Por eso, morir es progresar ya que en un único ciclo sería imposible descubrir toda la trama. Además de que conseguirlo sería un logro titánico.

Y es que como apuntábamos al principio, Returnal es un shooter con marcados tintes roguelike. ¿Y qué significa eso? Pues que si morimos, volvemos al principio de todo y perdemos todo lo que hayamos conseguido en ese ciclo (arma, objetos y mejoras). Partiendo de esa premisa tan cruda, nos tocará medir muy bien nuestros movimientos, esquivas, saltos y disparos para que la supervivencia no sea una utopía y progresar poco a poco hasta descubrir qué hacemos allí y por qué reiniciamos en ese bucle que nos devuelve sin dilación junto a nuestra nave cada vez que mordemos el polvo.

El gran problema de base de esta mecánica de ensayo y error reside en que no hay ningún punto de guardado por lo que o mueres o, en su defecto, pausas el juego y dejas en modo reposo la Playstation 5. Una fórmula que a todas luces ha generado innumerables críticas por parte de los jugadores ya que las partidas pueden alargarse durante varias horas y la imposibilidad de un guardado temporal (no puntos de guardado como tal porque si no rompería su esencia roguelike) nos obliga a dejar la consola en modo de ahorro de energía y rezar para que no se vaya la luz o que tu mascota le dé por morder el cable.

Átropos es un lugar cambiante y muy variado en biomas. Átropos es un lugar cambiante y muy variado en biomas.

Átropos es un lugar cambiante y muy variado en biomas.

Un problema de diseño que se agranda y se magnifica si se tiene en cuenta que en otros títulos similares como Hades de Supergiant Games sí hay punto de guardado para dejar la partida justo donde queramos y continuarla sin problemas. ¿Lo solucionarán en el futuro? De momento, es toda una incógnita.

En cualquier caso, en defensa de Housemarque, un estudio con una dilatada trayectoria y que tiene en Returnal su primer título Triple A entre manos, hay que apuntar que hay multitud de atajos y portales para progresar en los seis biomas diferentes que nos ofrece Átropos y muchas veces, volver a empezar en niveles ya altos de progreso, una vez superados las fases, no supone más allá de 5 ó 10 minutos. Eso sí, el equipamiento y el arma es otro cantar.

Disfruta disparando

A los típicos saltos y botón de esquiva, fundamentales para escapar de los centenares de disparos que poblarán en muchos momentos la pantalla en Returnal, se une como actor principal un gunplay sencillamente exquisito. Contamos con un arsenal de diez armas que iremos desbloqueando a medida que avancemos en la aventura y que contarán con diferentes modificaciones convirtiendo a cada una de ellas en una experiencia en sí misma cuando las portemos. Y la sensación que transmiten los tiroteos es muy satisfactoria. Con cada arma y teniendo en cuenta sus características aleatorias, el modo de afrontar los enfrentamientos varía: desde escopetas a rifles de asalto pasando por lanzacohetes hasta prototipos alienígenas con propuestas muy divertidas. Y todas ellas contarán con un disparo secundario con tiempo de recarga que abre aún más el abanico a la hora de desplegar nuestro arsenal en medio del campo de batalla.

El mapa será muy útil para poder movernos por los escenarios de manera rápida. El mapa será muy útil para poder movernos por los escenarios de manera rápida.

El mapa será muy útil para poder movernos por los escenarios de manera rápida.

Tampoco faltará la recarga activa, muy similar a la de la saga Gears of War, en la que se premia realizarla en el momento exacto para contar de nuevo con todas las balas en el cargador. Eso sí, solo podemos llevar un arma y la munición es infinita por lo que nuestra mayor preocupación será dosificarla y recargar en el momento preciso para no dejar de eliminar enemigos.

El gran problema de base de esta mecánica de ensayo y error reside en que no hay ningún punto de guardado por lo que o mueres o, en su defecto, pausas el juego y dejas en modo reposo la Playstation 5.

A ello se le suma los niveles de adrenalina hasta un total de cinco. A medida que eliminemos enemigos iremos aumentando una barra que potenciará nuestra recarga, nuestra visión, nuestro ataque cuerpo a cuerpo o el daño de arma. Recibir un impacto lo reiniciará.

En conjunto, metidos ya en el meollo de la acción, es una experiencia divertida y adictiva que premia nuestros reflejos y nuestras ganas de explorar los mapas ya que será muy fácil visualizar dónde está el objetivo y el jefe final del bioma pero si apostamos por limpiar todo el mapa conseguiremos aumentar nuestra vida y mejorar a Selene con artefactos, consumibles y parásitos, lo que a la larga hará más fácil nuestra aventura.

Lootear para progresar

Como cada ciclo es único y los mapas se generan de manera aleatoria, lo que encontraremos en ellos varía de una partida a otra. Es por ello, que lootear para mejorar a Selene se convierte en una parte fundamental para poder superar los grandes jefes finales que nos esperan. A la variedad de armas con sus diferentes cualidades aleatorias se suman multitud de artefactos que pueden mejorar nuestra integridad, nuestro daño de arma o reducir el tiempo de recarga de nuestro disparo secundario por citar tres. También están los consumibles que nos rellenarán la barra de vida, generarán escudos o deshabilitarán las torretas enemigas y los parásitos, pequeños alienígenas que se fusionarán con nuestro cuerpo y que nos darán una mejora pero también una debilidad. De los primeros podremos llevar todos los que queramos, de los segundos hasta tres y de los simpáticos mini aliens un total de cinco.

Los jefes finales, cada uno con tres barras de vida, serán nuestro examen final en cada escenario. Los jefes finales, cada uno con tres barras de vida, serán nuestro examen final en cada escenario.

Los jefes finales, cada uno con tres barras de vida, serán nuestro examen final en cada escenario.

Con toda esta variedad de objetos (que se pierden por completo al morir) se crean importantes sinergias que enriquecen la jugabilidad y que dotan al título de una gran personalidad. Cada ciclo será totalmente diferente por esta razón lo que nos llevará a tomar decisiones más o menos drásticas: seguir explorando para cambiar el arma y conseguir más consumibles con los que rellenar nuestra vida o ir directamente a por el jefe final porque ya estamos lo suficientemente pertrechados. 

Para terminar de redondear la propuesta, cuando derrotemos a los enemigos soltarán obolitos (la moneda del juego) que utilizaremos para comprar en ciertos puntos artefactos y consumibles para los que también podremos utilizar el éter, otro elemento muy escaso y que también nos permitirá purificar objetos malditos o convertirlos en obolitos y viceversa. 

Muros casi infranqueables

Los jefes finales que nos esperan en cada uno de los biomas se convertirán en la prueba definitiva para verificar si estamos progresando de forma adecuada con Selene o no. Cada uno de ellos, con mecánicas muy diferentes y ubicaciones que precisan de acciones variadas, contará con tres barras de vida que habrá que vaciar para derrotarlos. Conseguirlo se convertirá en un momento épico porque son difíciles y muchas veces imprevisibles. De hecho, es muy probable que la mayoría de veces que te toque iniciar un nuevo ciclo sea por culpa de uno de ellos.

Todo corre a 60 imágenes por segundo con multitud de luces y explosiones en pantalla y la sensación de libertad y velocidad está muy bien conseguida

Tras derrotarlos, se irán habilitando los diferentes biomas y se generarán los atajos con los que acortar los tiempos de cada ciclo hasta llegar al final de la historia.

Llegados a este punto, hay que incidir que Returnal es un juego difícil pero no imposible. Premia la exploración y las decisiones arriesgadas y nos llevará muchas veces a nuestros límites personales de paciencia porque morir es tan sencillo que un simple enemigo con varios golpes puede provocar el reinicio del ciclo. Además, no hay niveles de dificultad por lo que la experiencia será igual para todos los jugadores y solo nuestro tesón y aprendizaje constante de las armas, los objetos, los escenarios y los enemigos nos terminará premiando con el avance hasta el siguiente bioma.

Una fórmula que los puristas del género roguelike agradecerán y que para los iniciados en este género supondrá de primeras un importante muro que tocará derrumbar. Hacerlo generará una gran satisfacción y una sensación de invencibilidad. 

En mi caso, he destinado alrededor de 30 horas en conseguir superar el juego y no he conseguido todos los coleccionables de la historia. Es quizás la única razón para volver a rejugar el título que, una vez superado, solo nos deja como atractivo los retos diarios en los que deberemos superar un escenario aleatorio con un arma aleatoria y competir con el resto de jugadores de Returnal en conseguir el mayor puntaje en el menor tiempo posible. Hacerlo nos premiará con 5 unidades de eter que podremos utilizar en nuestros ciclos.

Experiencia sensorial

Returnal es todo un espectáculo audiovisual. A pesar de no ser un título puntero gráficamente, sí cuenta con un apartado artístico con mucha personalidad acompañado de un motor gráfico que sabe manejar muy bien espacios cerrados y abiertos con una gran fluidez que viene supeditada por los acelerados movimientos de Selene. Todo corre a 60 imágenes por segundo con multitud de luces y explosiones en pantalla y la sensación de libertad y velocidad está muy bien conseguida. Eso sí, si paramos a observar cada rincón del mapa, hay alguna textura que chirría. No así los modelados de los enemigos y de Selene, que destilan mimo y realismo a partes iguales.

El gunplay conseguido en Returnal es adictivo. El gunplay conseguido en Returnal es adictivo.

El gunplay conseguido en Returnal es adictivo.

Pero la corona se la lleva el mando Dual Sense de PS5. Con Returnal se ha empezado a explotar sus grandes bondades (con permiso de Astro´s Playroom) y tenerlo en nuestras manos será una gozada: sentiremos la lluvia, nuestros pasos, cuando realicemos una recarga exitosa o tengamos preparado el disparo secundario. También cuando disparemos con el stick izquierdo, éste se endurece en tiempo real para diferenciar del disparo normal y del secundario. Detalles que refuerzan la experiencia y que una vez probados se echan en falta en otros títulos.

También es elogiable el apartado sonoro (recomiendo encarecidamente jugarlo con cascos) con una banda sonora que mezcla registros épicos con otros más pausados y melancólicos y una paleta de sonidos para las armas y los enemigos que evidencian un gran trabajo en este apartado.

Y sí, Selene hablará un perfecto castellano y contaremos con subtítulos además de todos los textos traducidos. Algo esperable de un título de gran presupuesto como es Returnal.

Conclusiones

Conocí a Housemarque con el que para muchos es su mejor título, Nex Machina, un juego que ha influenciado mucho a Returnal en sus mecánicas y que se erige como una propuesta ambiciosa que ha conseguido que un género tan de nicho y muy de juegos indies como los roguelike termine llegando y convenciendo al gran público. Un camino que ya abrieron otros como Hades o Dead Cells hace escaso tiempo y que Returnal ahora termina consagrando en una aventura ambiciosa que mezcla a la perfección la acción y las plataformas con una historia interesante que se va desvelando poco a poco, ciclo a ciclo, muerte a muerte. Una propuesta que es un reto en sí y que solo se ve lastrada por la imposibilidad de guardar nuestro ciclo obligándonos, en muchos casos, a acelerar su resolución para no tener que dejar encendida en modo ahorro toda la noche la videoconsola.

Un mal menor, en cualquier caso, para un título que por méritos propios se ha convertido en una de las sorpresas de este 2021 y en uno de los mejores exclusivos del catálogo de PS5. Sin duda, es todo un aliciente para hacerse con la nueva consola de Sony y romper el ciclo en una experiencia tan satisfactoria y que se siente tan de nueva generación que nadie debería perdérsela. Y eso, en un mercado como el de los videojuegos tan saturado de nuevos títulos clones unos de otros, es todo un honor.

Hemos podido analizar Returnal para Playstation 5 gracias a una clave digital que nos ha enviado Playstation España.

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