Energía

Cierre condicionado para Litoral

  • El MITECO pone condiciones a la clausura del grupo II. Cuatro años para desmantelar tras el cierre de los grupos

La situación del personal que trabaja en Endesa a través de contratas es la que más preocupa

La situación del personal que trabaja en Endesa a través de contratas es la que más preocupa / F. L. (Almería)

Después de que en diciembre de 2019 Endesa presentara la solicitud formal de cierre de la central térmica Litoral en Carboneras, el pasado 6 de octubre el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba la resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas, por la que se autorizaba a Endesa Generación, SA, el cierre de los dos grupos de la Central Térmica de Litoral, pero se establecía un condicionado para uno de los cierres, siendo en este caso el grupo II el afectado.

Mientras para el grupo I se otorga un plazo de 12 meses para su clausura efectiva; con el fin de garantizar la seguridad en el suministro tal y como solicitaba Red Eléctrica de España, en su calidad de operador del sistema, el cierre del segundo grupo de la central se autoriza de forma condicionada al cumplimiento de alguna de las siguientes actuaciones: la puesta en servicio de eje Caparacena-Baza- La Ribina 400Kv, la repotenciación de la L-220 Gabias-Órgiva o la instalación de la batería de 20Mw de Litoral en Berja. Tal y como se traslada a Diario de Almería, la condición más rápida y sencilla de cumplir sería la de la repotenciación de la línea de Gabias-Órgiva, pues su finalización podría concluir antes de finalizar el año.

“Dicho cierre se deberá producir en el plazo de 12 meses desde el cumplimiento de alguna de las condiciones señaladas. En todo caso, la autorización de cierre condicionada caducará a los 3 años desde la notificación de la presente resolución, en el caso de que no se den ninguna de las condiciones impuestas”, dicta el texto.

Finalmente, de acuerdo a la resolución publicada en el BOE, Endesa deberá proceder al desmantelamiento de la central Litoral en el plazo máximo de cuatro años contados a partir de la fecha en que el cierre de ambos grupos se haga efectivo. Según el documento, si la compañía eléctrica no hubiera procedido al cierre de cada uno de los grupos de la central en los plazos establecidos, se producirá la caducidad de la autorización en los términos señalados en la resolución.

A fecha de la difusión de la resolución, ninguno de los dos grupos de la central estaba en funcionamiento, si bien el II ‘estaba disponible’ para el momento en que sea necesaria la generación de electricidad a partir de esta central, mientras que no se proceda al cierre definitivo de la misma. Con datos hasta la fecha, en las instalaciones había un stock de carbón de alrededor de 32.000 toneladas.

El cierre de la térmica, levantada hace 37 años, tiene su impacto más allá sus paredes. Por un lado, se aprecia de forma directa en su contribución a las arcas municipales del Ayuntamiento de Carboneras, que ascendía en 2019 por el conjunto de impuestos y tasas a 2,96 millones de euros, que representan alrededor de un 23,5% del presupuesto municipal. Por otro en el mercado laboral, tanto en lo referente a personal directo como indirecto; entre personal propio de Endesa (111 en la central y 26 en la terminal de la compañía en el puerto) y empleados de contratas son 269 las personas afectadas por la clausura de la sede. Muchas de ellas están recolocadas en otras sedes de Endesa, otras se mantienen en la planta de Carboneras a cargo del “técnicamente disponible” grupo II, algunas con soluciones a la vista, y unas terceras, relacionadas con las de empresas auxiliares, en una situación incierta.

Según exponía recientemente el presidente del comité de empresa de Endesa en el municipio carbonero, Antonio Rodríguez, a Diario de Almería, la situación para los trabajadores de la central se divide en distintos bloques. Para los empleados propios de la compañía menores de 56 años se firmó un acuerdo de garantía y recolocación para garantizarles un puesto de trabajo, en este sentido, con la previsión de que el cierre se autorizase el 30 de junio, estos empleados que accedieron a este pacto de forma voluntaria ya están reubicados. Otro caso es el de las personas mayores de 56 años, para ellos se puso sobre la mesa un a acuerdo voluntario de suspensión de trabajo (AVS) con unas determinaciones económicas a cargo de Endesa, así los mayores de 60 años reciben el 80% de su salario, mientras los menores de dicha edad el 75% hasta que la alcancen.

Son los pertenecientes al último colectivo los que siguen en la central para el mantenimiento y puesta en servicio del grupo II en caso de que se requiera, como sucedía a principios de año con la borrasca ‘Filomena’. De acuerdo a Rodríguez este personal es insuficiente para llevar a cabo esta labor y por ello está acordado el retorno de parte de los reubicados si hiciera falta. Asimismo considera que, a pesar de todas las variaciones laborales que conllevan cambios de vidas personales y familiares, las oportunidades para los trabajadores de Endesa han sido buenas en cuanto a la posibilidad de, voluntariamente, continuar con un puesto de trabajo; por lo que insiste, sobre todo, en no descuidar a los trabajadores de empresas auxiliares, de los que a muchos solo les distingue el color del casco. El presidente del comité de empresa expone que para ellos, en distintas situaciones laborales actualmente y algunos aún trabajando para la eléctrica, Endesa se ha comprometido a que participen en las labores de desmantelamiento de la planta. Cuando esta tarea finalice, la compañía también, según Rodríguez Galdeano, ha expresado que los posicionará ante los nuevos propietarios de los terrenos que venda la compañía para iniciar nuevos proyectos o iniciativas que la propia Endesa ponga en marcha dentro de su Plan Futur-e.

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