Tras un año sin celebrarse, era todo una incógnita la respuesta de los almerienses a la primera romería del año en España. Mientras en otras latitudes tiemblan de frío junto a la chimenea, en Almería se celebra el aniversario de la llegada a la playa de Torregarcía de la imagen de la Virgen del Mar flotando sobre las olas mediterráneas. Se esperaba menos romeros lo que ciertamente ha sucedido; pero a pesar de la ‘media entrada’, que diríamos en jerga deportiva, en la playa de Torregarcía y los alrededores de la Ermita no ha faltado el bullicio tradicional de cualquier segundo domingo de enero.

Eran las 11 en punto de una agradable mañana cuando la Virgen llegó a la playa 519 años después. Allí la esperaba el obispo, Mons. Gómez Cantero, el alcalde, Ramón Fernández Pacheco, el consiliario de la Hermandad, José Barrado, la flamante hermana mayor, Concha Alarcón, y el teniente, Antonio Salinas. La Imagen fue depositada sobre unas andas y transportada a hombros al interior de la Ermita. Allí escuchó el rezo del Santo Rosario de boca de sus devotos que llegaban cada vez en mayor cantidad y ocupaban sus asientos exteriores.

A las 12 del mediodía, ya con la Junta de Gobierno de la Hermandad y alcalde y concejales ocupando los bancos interiores, dio comienzo la Eucaristía, primera que presidía el ya Obispo plenipotenciario, Mons. Gómez Cantero. Tras la lectura de las Epístolas por parte del alcalde y del teniente respectivamente, el Obispo comenzó su predicación. La dividió en dos partes: la primera referida a la celebración litúrgica del día, el Bautismo de Jesús; y la figura de la Virgen del Mar, de la que destacó: “Es de las pocas imágenes en que la Virgen no mira al Niño sino al frente, a su pueblo, a Almería” . Al finalizar la Misa, tuvo lugar el popular baile de los Coros y Danzas y los romeros se repartieron por la playa para preparar la comida y disfrutar de la jornada.