ES algo de lo que sentirse orgulloso y así lo expresa Manuel Hérnandez Fernández, una persona amable y con capacidad divulgativa. Ser el primer titulado en ITA (Ingeniero Técnico Agrícola) precisamente por la universidad de una tierra que tiene en el campo su principal músculo económico, no es algo que ocurra todos los días. Sobre todo porque Manuel no tenía en la sangre el gusanillo agrícola y empezó la diplomatura por ser práctico, por tener unos estudios que le permitieran encontrar trabajo. Así, fue el primer ITA de la historia de la UAL y posteriormente se marchó a Valencia para estudiar Ingeniería Agrónoma, y tener diplomatura y licenciatura. Una vez titulado, a trabajar como asesor técnico en el Poniente, en Níjar, cinco años como empresario de suministros agrícolas y en los últimos años, su día a día está en la multinacional Rijk Zwaan Ibérica, donde es responsable de cultivo de tomate.

-Lo considera anecdóctico, pero ser el primer titulado de ITA por la UAL es para estar orgulloso.

–Fue una casualidad, empezamos doscientos en la primera promoción, aprobamos cuatro y de los dos que fuimos a entregar el proyecto, yo fui el primer. No lo voy a poner en ningún sitio, pero oye es algo que está ahí, en tu CV.

–¿Cómo es su día a día?

–Yo estoy en la parte de desarrollo de tomate de la Rijk Zwaan Ibérica, lo que engloba el seguimiento de las nuevas variedades, los ensayos, las variedades con más potencial, las previsiones de semilla... También me involucro en la parte de proyectos y campañas de marketing y promoción. Respecto a cuentas, tengo una cartera de clientes a los que atiendo y doy servicio: les propongo ensayo, vendo semillas, desarrollamos proyectos conjuntos de algún tipo de productos... Es un trabajo muy denso y variados, donde se tocan aspectos muy diferentes.

–Estar al lado del agricultor es fundamental.

–Se hacen muchísimas acciones. Lo más normal es poner un ensayo y luego visitarlo a lo largo de la campaña, mostrando los distintos materiales. Normalmente se organizan temas comerciales en alguna finca propia, donde se pone alguna variedad en concreto o diferentes variedades, y luego se convoca a los agricultores, técnicos de cooperativas o empresas... Hay acciones enfocadas a agricultores y técnicos de campo y otras más hacia comerciales y gerentes de empresas, dependiendo de si se enseñan variedades o productos y marcas.

“Cualquier producto agrícola tiene un margen de mejora: más producción, grados brix, sabor, resistencias...”

–¿Cómo le ofrecen desde Rijk Zwaan al agricultor el producto que necesita?

–Cualquier producto tiene un margen de mejora: más producción, más resistencias, más grados brix, sabor... Eso no es sólo en una visita al campo, sino corroborándolo con todos los datos que recopilamos de los ensayos. Siempre se muestran las variedades en los meses más complicados del año. Ahora, por ejemplo, de noviembre hasta marzo, que es cuando más exportamos a Europa, normalmente hace más frío, más humedad relativa... y eso afecta a la planta y al fruto.

–Mucho trabajo para seleccionar la variedad ideal de tomate para cada época.

–Es muy importante tener el equipo de mejora de breeding en la zona en la que se va a producir. A grandes ragos, nosotros vemos el comportamiento en todas las localizaciones, fechas de transplantes, tipos de invernaderos, y seleccionamos las que tienen el mejor comportamiento, corroborado con todos los datos. Estas variedades pasan filtros muy severos para que lleguen pocas a fase comercial y que así sean competitivas en un mercado tan maduro como el nuestro. Son variedades que tienen un potencial importante, un valor añadido. Cualquier variedad tiene que aportar algo más de lo que hay en el mercado porque si no va a ser muy difícil venderla.

–El campo almeriense es algo más que plantar y recolectar.

–Quien no conoce este sector ‘flipa’ porque no sabe realmente la cantidad de inversión y conocimiento que hay detrás. La investigación tiene un peso importantísimo, se destinan porcentajes importantes a la investigación. A veces, pensamos que el conocimiento científico y las últimas tecnologías están en medicina, industria farmacéutica o en las químicas, cuando en el sector biotecnológico estamos al mismo nivel. En mi empresa, por ejemplo, necesitamos una investigación muy potente porque somos multinacionales que competimos en todo el mundo.

“Quien no conoce este sector ‘fliparía’ si supiera realmente la cantidad de inversión y conocimiento que hay detrás”

–Rijk Zwaan le aporta un valor añadido al agro de la provincia.

–Toda la investigación y desarrollo de variedades se hace desde aquí. Eso tiene un bagaje muy potente para suministrar servicios, variedades y desarrollar proyectos con empresas productoras y cooperativas. No sólo se queda el trabajo en dar la semilla, sino que hacemos trabajo de desarrollar proyectos para que este producto se desarrolle y cree un a marca.

–¿Con qué producto se queda?

–Trabajando te gustan todos, quizás el tomate es el que conozco más de cerca, en el que más especializado estoy, pero al dar servicio a una cartera de clientes, debo conocer todos los productos que ofrece Rijk Zwaan Ibérica.