Plantas ornamentales

En el corazón del 'mar de plástico' hay 175.000 pascueros: "A los jóvenes les gusta la botánica"

Dioni Freniche, junto a un pascuero. Dioni Freniche, junto a un pascuero.

Dioni Freniche, junto a un pascuero. / Javier Alonso (El Ejido)

Escrito por

Carlos Javier Lillo

La mañana es ventosa, con unas fuertes rachas que son capaces de desatar toda la bravura del ‘mar de plástico’, el terreno del poniente almeriense que abastece al continente europeo de todo tipo de productos. Espera, resguardado de la fría ventolera, Dioni Freniche, gerente de Producción Ornamental Mediterráneo. Es un enamorado de todo lo que tenga que ver con las plantas desde que un azaroso giro de los acontecimientos le cambió la vida en el año 1993. “Yo venía de turismo pero tuve una oportunidad por hablar idiomas”, rememora. Un salto en su carrera laboral que solo le ha traído alegrías. La comitiva periodística pasea junto a Freniche por su vivero. Las plantas que le dan color a una mañana nublada tienen, hasta diciembre, los días contados. “Es el período fuerte antes de que acabe el año”, asegura el responsable de una empresa que, pese a ser joven, pelea en igualdad de condiciones con las decanas.

Parte de su éxito radica en la pasión que los jóvenes sienten por la botánica, un hobbie que ha ido ‘in crescendo’ en los últimos años. “Ha cambiado el consumo, estamos creciendo en el mercado nacional gracias a las nuevas generaciones”, asegura el almeriense, de la capital de toda la vida, que se mueve por el poniente como si fuera la palma de su mano. Explica con detalle cada variedad de planta y cuenta cómo cambia todo. Está feliz y no le teme a lo que debe venir. “Yo soy muy optimista, yo lo veo bien, vamos a seguir creciendo”, asegura. La intención es posicionarse en el mercado nacional con la misma fuerza que ya tiene en el mercado global. “Nuestro principal mercado es el internacional, exportamos el 80% del producto”, asegura. Un desarrollo internacional que le permite llevar el nombre de la provincia por todo el continente.

Los ficus Ginseng gustan por su parecido a un bonsai. Los ficus Ginseng gustan por su parecido a un bonsai.

Los ficus Ginseng gustan por su parecido a un bonsai. / Javier Alonso (El Ejido)

Su labor se trata de aunar y comercializar todo lo que llega a su recién estrenada planta, un lugar tan majestuoso como acogedor. “Nuestras plantas se producen en la zona de Almería pero también Málaga y la Comunidad Valenciana”, señala. Atender de la mejor forma al cliente que se interesa por el producto es la clave del día a día de su trabajo. “Damos un servicio de encontrarles lo que necesitan”, afirma. Una labor que debe ser lo más completa posible. “Facilitamos un listado semanal para los clientes para que sepan qué tenemos y vean qué les puede interesar”, explica.

Se trata de hacerse un hueco en el mercado. El holandés es uno de los principales, aunque con ‘peros’. Cuenta Freniche que la producción de Holanda, al igual que la de Bélgica, tiene “limitaciones de espacio”. “En Holanda solo se hacen macetas que parecen tornillos, es todo muy artificial, industrial”, explica, lo que da una ventaja competitiva, según su visión, al mercado nacional. “Aquí tenemos buen clima y espacio, no pueden competir con nosotros”, recalca. Es la bondad de zonas como Almería que intentan transmitir a los clientes de otros países.

Dioni junto al equipo de P.O.M. Dioni junto al equipo de P.O.M.

Dioni junto al equipo de P.O.M. / Javier Alonso (El Ejido)

La planta está ese día algo alborotada. “Está comenzando la temporada del pascuero”, anuncia Dioni, que hace unas cuentas que dan vértigo. “Hay 175.000 pascueros poinsetia”, calcula. Casi como el mismo número de plantaciones hay de variedades. Muestra una, la Toro. Posa, incluso, con ella ante la cámara de Javier Alonso.

Cada campaña es diferente. “Todos los años hay variedades nuevas”, afirma ante el asombro del equipo periodístico desplazado al lugar. Hay una que levanta un entusiasmo a los congregados bajo unos plásticos que resisten los envites de lo que los meteorólogos denominan “ciclogénesis explosiva”. “El año pasado tuvimos una que la hoja se parecía a Mickey Mouse”, rememora, para orgullo de Walt Disney, quién cuenta la leyenda que tuvo vínculos con la provincia. La producción de este año trae malas noticias. “Se va a producir menos pascuero, se ha reducido la plantación respecto a años anteriores”, asegura Freniche, que ha hablado ya con sus proveedores para analizar el mercado, aunque no espera que esto motive un encarecimiento de los costes.

La clave es la amplia variedad que ofrece el pascuero y que es muy valorada en el mercado. “Hay mucha variedad de formatos, desde diez a veinticuatro centímetros, de diferentes colores, etcétera”, detalla Freniche. Se trata de un momento de cambio en las plantas que están en el mercado. “Hasta Todos los Santos hemos tenido el crisantemo”. Los gustos cambian por temporada. La estrella es la dipladenia, que tiene su apogeo en los meses primaverales.

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