AGR Almeria

La crisis del pepino retoma el gran debate de la unión

  • Este cultivo recupera el pulso de manera insuficiente después de un fin de año con los peores precios en cuatro años. En los últimos días del año se retiraron 800.000 kilos

Los agricultores almerienses y granadinos tiraron cerca de un millón de kilos de pepino a final de año.

Los agricultores almerienses y granadinos tiraron cerca de un millón de kilos de pepino a final de año.

El pepino ha vivido una profunda crisis de precios (apenas 0,20 euros/kilo para el agricultor) en este final de año que ahora parece ir amainando, aunque de manera insuficiente gracias al frío, que ha convertido a la provincia de Almería y la granadina en los principales proveedores europeos. Sube el producto, que ahora ronda los 0,80 euros/ kilo de media entre todas sus variedades, o lo que es lo mismo, hasta cuatro veces más que a final de año. Si bien es cierto que en esa última semana de 2018, en plena Navidad, los agricultores quitaron de circulación un importante volumen del mismo en señal de protesta por estos bajos costes, algo que ha favorecido también esta regulación del mercado.

Dentro de programas operativos, es decir financiado con fondos europeos, se ha retirado en pepino un total de 1,8 millones de kilos desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2018, de los cuales 800.000 se han efectuado a final de año. Cifra mucho mayor si se cuenta a los agricultores no agrupados en Organizaciones de Productores y que han decidido regalar o destruir su género.

Entre las semanas 48-50 se apreció un incremento de producción que rondó el 15% respecto al mismo periodo del año anterior. Como consecuencia, los precios se situaron por debajo de las medias de los últimos 4 años.

En cualquier caso, y un año más, cuando mejor deberían ir las cotizaciones para el agricultor almeriense, en un momento en el que los principales países productores están bajo mínimos, se ha vuelto a repetir la historia, y de manera incomprensible para ellos y las organizaciones que los representan, una bajada acusada de precios que para nada se corresponde con los costes para el consumidor final. La situación, repetitiva, cansina, pero sobre todo amarga para todos estos trabajadores que pierden dinero al no poder asumir los costes de producción, ha vuelto a generar un debate sobre dónde están las causas de la volatilidad de precios.

El primer eslabón de la cadena, los principales afectados, culpan a la gran distribución como principal culpable, pero también a quien auspicia y se doblega ante sus imposiciones. Y aquí apuntan directamente hacia la comercialización, de la que los agricultores siempre esperan que vele por la dignidad de este negocio. Aunque la problemática va más allá, y siempre se habla de una falta de unión que parece ser uno de los principales obstáculos, como apuntan las asociaciones de cooperativas y la administración. Ese, el cooperativismo, es el modelo por el que se aboga para equilibrar el mercado a través de la oferta. Sea o no, sí parece claro que es necesaria la planificación de las campañas en el campo almeriense para evitar que se den situaciones como la vivida con el pepino.

La directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Esperanza Orellana, se ha reunido esta semana con el sector. La directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Esperanza Orellana, se ha reunido esta semana con el sector.

La directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Esperanza Orellana, se ha reunido esta semana con el sector. / Rafael González.

Los agricultores almerienses siguen pidiendo medidas eficaces de gestión de los mercados ante situaciones concretas de crisis o sectores en riesgo como la de este final de año. Solicitan más y mejores mecanismos de reacción que fijen unos niveles mínimos de estabilidad de precios en origen y rentas para todos los productores afectados apostando por la regulación de los mercados en dichos momentos puntuales de crisis a través de la retiradas, especialmente a las destinadas a distribución gratuita.

Por ejemplo, desde Asaja también recuerdan que otra de las actuaciones a disposición de las OPFHs y de su Asociación, Aproa, son las extensiones de norma, lo que implica establecer que algunos de los acuerdos, decisiones o prácticas que tomen sean obligatorios, por un periodo limitado, también para aquellos que no pertenezcan a la organización u asociación. Es más la propia Interprofesional también tiene en su mano esta posibilidad aplicando la prohibición de permanencia en cámaras de productos con destino a fresco para evitar pérdidas en calidad y que a posteriori provoquen la bajada de las cotizaciones del producto en origen.

“Todos estos mecanismos están a disposición tanto de las OPFH como de su Asociación pues ésta puede asumir cualquiera de las funciones de las OPs, es decir que en el seno de Aproa en este caso, se pueden reunir, intercambiar información sobre los mercados, planificar la cosecha y la comercialización, pueden decidir campañas de promoción y se pueden responsabilizar de la gestión de crisis. Puede decidir retirar producto en caso necesario”, apuntan desde Asaja, pero con una ejecución de manera conjunta, pues de no ser así estás medidas pueden ser ineficaces.

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