Antes del brindis, el aperitivo de Artesanos Tíjola

Las opciones de ‘picoteo’ más originales para comenzar el festín con sabor, carácter y personalidad: Encurtidos, patatas fritas y torreznos para acompañar las reuniones

La Navidad en Almería se saborea

Proceso de fritura de las patatas de Artesanos Tíjola
Proceso de fritura de las patatas de Artesanos Tíjola / Redacción

Cuando llegan las fiestas de Navidad, las conversaciones se acompañan de recetas familiares, brindis emocionados y la inevitable pregunta de todo anfitrión: ¿Qué aperitivos ponemos este año en las mesas de los días donde todo gira en torno a la gastronomía? En muchos hogares de la provincia de Almería, hay opciones que, sin pompa, pero con mucho carácter y personalidad, no faltan nunca sobre la mesa. Y entre ellos, los aperitivos de una empresa que está en el corazón de la comarca del Alto Almanzora. Artesanos Tíjola, ubicada en la localidad que su propio nombre lleva, se han ganado un hueco especial en la provincia y fuera de ella gracias a su sabor auténtico, su elaboración artesanal y ese toque de tradición que invita a compartir un aperitivo exquisito con los demás.

Las patatas fritas de Artesanos Tíjola es el aperitivo que no falta en los entrantes de los días más especiales donde todo gira alrededor de la gastronomía
Las patatas fritas de Artesanos Tíjola es el aperitivo que no falta en los entrantes de los días más especiales donde todo gira alrededor de la gastronomía / Redacción

Sencillez elevada a arte

Las patatas fritas de Artemanos Tíjola son las primeras en desaparecer cuando empieza el picoteo navideño y en cualquier celebración que se precie. Fritas a la manera tradicional, con aceites de calidad y sin exceso de aditivos, estas patatas doradas y crujientes evocan recuerdos de tardes familiares y juegos en casa. En variedades como con sal tradicional, ajo y perejil, picantes o incluso con sabor trufa, cada bolsa tiene su público entre quienes buscan desde lo clásico hasta lo sorprendente.

Máximo sabor y una textura crujiente e inigualable

El exigente control en la fabricación junto a una temperatura de fritura controlada exahustivamente, dan a las patatas fritas una personalidad única y un sabor original. Como señala la gerente de la empresa, María Morcillo Sánchez, “este método de trabajo garantiza el máximo sabor y una textura crujiente e inigualable en la elaboración de nuestros productos. En Artesanos de Tíjola no hay más secreto que utilizar buenos productos y materia prima de calidad”. Indican que “el éxito está en tener en cuenta la patata, la cantidad que se puede freír para que estén crujientes, la temperatura del aceite y el tiempo exacto que precisa. La elaboración de este excelente producto, elaborado con los mejores aceites de nuestra tierra, nos ha permitido posicionarnos como el mayor productor de patatas fritas en Almería. En la elaboración se utiliza un método artesanal gracias al cual mantienen el sabor natural de los productos originales, evitando aceites que son perjudiciales para la salud. Cada producto utilizado en la elaboración tiene un origen natural, descartando todos los saborizantes y colorantes que cambian el gusto final manteniendo el sabor especial de la patata frita de toda la vida”, explica esta joven emprendedora a Diario de Almería.

Para muchos, el simple crujido al abrir la bolsa es una señal de que las fiestas ya están aquí. Y no puede hablarse de aperitivos sin mencionar la variedad de encurtidos que esta empresa del Valle del Almanzora ofrece a sus clientes. Van desde aceitunas a la barbacoa, aceituna mojo picón o la verde con limón), banderillas picantes o dulces y la almendra frita repelada que aporta una textura distinta muy especial. Estos bocados salados y refrescantes equilibran los sabores más ricos y potentes de los menús de estas Pascuas, invitando a probar y volver a probar. En muchas casas, la bandeja de aperitivos con encurtidos artesanos se coloca junto a los quesos, embutidos y frutos secos, formando el primer acto del festín.

Un pecado crujiente

Los torreznos sabor barbacoa y las almendras fritas repeladas son también cómplices perfectos para las reuniones de estos días. Crujientes, sabrosos y con un punto de intensidad que despierta el apetito, son ideales para acompañar una copa de vino o un vermut antes de sentarse a la mesa.

Pero lo que hace especiales a estos productos no es solo su sabor, sino su origen y elaboración. Como señalan desde Artesanos Tíjola, en esta empresa no se buscan fórmulas industriales ni atajos. Cada patata, aceituna o almendra pasa por manos que conocen el producto y lo trabajan con cariño para preservar lo más importante que es su sabor natural. Esta es su filosofía y la que ha hecho de los aperitivos un elemento indispensable en cualquier celebración como es la Navidad. Son el bocado perfecto y Artesanos Tíjola son, sin duda, la mejor opción.

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