Lubrín 'sabe' a pan: 22.000 roscos vuelan por el pueblo al paso de San Sebastián

Fiestas patronales

Se cierran así cuatro días de fiesta muy especiales para el Levante

Domingo Ramos, alcalde de Lubrín: "La Fiesta del Pan se vive con mucho corazón y fervor"

La preciada lucha por el mejor regalo, un rosco de pan. / Javier Alonso

Y el pan voló otra vez por el cielo de Lubrín al paso de San Sebastián, patrón de este municipio del Levante. Con fervor, los lubrinenses se dispusieron a lanzar los roscos durante la procesión que, en el mediodía de este lunes, volvía a servir para encomendarse a la figura religiosa y pedirle buena suerte en el camino. La cita era a las once y media de la mañana con la ráfaga de cohetes y la Santa Misa, a la que, ya llegado el mediodía, seguía el cortejo por las principales vías de la localidad.

Esta Fiesta de Interés Turístico de Andalucía implica cada mes de enero una lucha de titanes para conseguir uno de los 22.000 roscos que son lanzados desde los balcones, que son engalanados con los símbolos de la comunidad autónoma y de España. Un 'ring', una batalla campal, en la que no hay amigos si de llevarse el mayor número de presentes se trata. No pocos vecinos son los 'guardianes' de que la tradición se cumpla. "Es una celebración en la que participan muchas personas: están los portadores de San Sebastián, los que se encargan, digamos, de generar el bullicio con los cánticos y también quienes lanzan los roscos desde los balcones", anticipaba hace unos días a Diario de Almería quien es el alcalde del municipio, Domingo Ramos.

Los balcones engalanados en el momento del 'vuelo'. / Javier Alonso

Nadie se libra de los efectos de las peleas que se montan cada 20 de enero por conseguir un rosco. Ni siquiera el primer edil, quien en más de una ocasión ha sufrido los efectos colaterales de sumergirse en el bullicio. "Una vez, en ese avatar de empujones, caí al suelo y me asusté porque pasaba la gente por encima de mí", recuerda el dirigente, que ya en los días previos creía que la asistencia sería un poco más baja en esta oportunidad al tratarse de una jornada laborable en el resto de la provincia.

No solo de golpes viven los lubrineses. La jornada de este lunes siguió, una vez repuestos los vecinos de los 'mamporros', con una comilona a base de embutidos y productos típicos de la zona. El surtido permitió la convivencia entre quienes residen en el municipio con los foráneos que se desplazaro, con curiosidad, a la zona para ver los roscos volar. Cerró, a la hora de la siesta, la Orquesta Pentagrama.

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