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Un año más, la mejor música del Renacimiento y el Barroco sonará entre los muros de los emblemáticos edificios centenarios de Vélez-Blanco, un municipio almeriense cuyo casco histórico está declarado como Bien de Interés Cultural. Desde este viernes 18 de julio y hasta el sábado 26 se celebra la 24ª edición del Festival de Música Renacentista y Barroca (FestiMUVB), que este año gira en torno el lema Los hilos de la memoria.
Durante nueve días, el municipio se transformará en un espacio de encuentro para los amantes de la música compuesta entre los siglos XV y XVIII, con una programación que reúne a las formaciones más destacadas del panorama nacional. La localidad, enclavada en el Parque Natural de María-Los Vélez, se convierte así en un referente cultural que aúna excelencia artística y musical, investigación y compromiso con el territorio.
Para la directora del festival, Cándida Martínez, “los diez conciertos programados buscan ofrecer un novedoso panorama en torno a las pervivencias, reelaboraciones, mestizajes o evocaciones musicales que se entrecruzaron en los hilos de la memoria, en diálogo entre ellos, entre pasado y presente, con rememoraciones y nuevas creaciones. Desde lo sacro a lo profano, desde la música de los palacios a la de las plazas o mercados. Para ello, contamos con grupos y solistas de acreditada trayectoria y calidad”.
El festival se inaugura este viernes con el concierto de Anna Urpina, Le chant des muses. Música en el olvido, una propuesta de gran valor histórico que rescata del olvido la música, las historias y las experiencias de las compositoras del Barroco. Es un tributo a aquellas mujeres valientes que eligieron la música como medio para expresar sus ideas, ideales y emociones, aunque muchas de ellas no lograron ver su obra publicada ni escuchada.
El sábado 19, Camerata Iberia, con Juan Carlos de Mulder, presentará Cantus memoriae, centrado en canciones y glosas del Renacimiento español, con repertorio extraído de los cancioneros más emblemáticos de la época, como el de Palacio y la Colombina, reflejo de una rica tradición musical.
El domingo 20, la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) interpretará un programa sacro en la Iglesia Parroquial de Santiago, subrayando el papel de la música religiosa en la construcción de la memoria cultural.
El lunes 21, Forma Antiqva ofrecerá De sópitu. Barroco y música popular. Canciones, fandangos, saltones, xiringosas, giraldillas y otros brincos del Norte, una evocación de la música popular barroca del norte peninsular, capaz de viajar de villa en villa, permaneciendo a la vez que se transformaba con el paso del tiempo.
El martes 22 se celebra un concierto muy especial para los vecinos de Vélez-Blanco. Cantoría presentará Orphénica Lyra, un homenaje a la música que se escuchó en el Marquesado de los Vélez, recuperando obras del libro del mismo nombre escrito por Miguel de Fuenllana, que formó parte de la biblioteca del Castillo de Vélez-Blanco en el siglo XVI.
El miércoles 23, Belén Vaquero y Pérgamo Ensemble ofrecerán La memoria en donde ardía, una reconstrucción de obras que pudieron perderse en el incendio del Alcázar de Madrid en 1734, con partituras de Antonio Literes, José de Torres y José de Nebra que se esforzaron juntos en recuperar el repertorio de esas obras desaparecidas.
El jueves 24, la Accademia del Piacere presentará España en fuego. Pasiones humanas y divinas del Barroco español, un concierto que transita desde la polifonía sacra hasta las danzas llegadas de América, pasando por zarzuelas y tonos humanos.
El viernes 25, Collegium Musicum Madrid pone sobre el escenario del convento de San Luis el oratorio La Santissima Trinità, de Alessandro Scarlatti, una obra de gran profundidad espiritual y riqueza musical. Este concierto está patrocinado por Acción Cultural Española.
El último concierto, el del sábado 26, es muy especial. Cada año se reserva para los alumnos de la Academia de Música del Festival, a modo de recital, pero esta vez será diferente: todos ellos interpretarán la ópera La liberazione di Ruggiero dall’isola di Alcina, de Francesca Caccini.
El Festival de Vélez Blanco está organizado por el Ayuntamiento de Vélez Blanco, la Universidad Internacional de Andalucía y la Universidad de Almería, y cuenta con la colaboración del Instituto Nacional de Artes Escénicas y Música (INAEM), Acción Cultural Española (ACE), la Consejería de Turismo y Andalucía Exterior y de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial de Almería, Cajamar, Fundación Cajasol, Laboratoire d’Excellence Tepsis, L’Ecole des Hautes Études en Sciences Sociales (Francia), la Asociación Andrés de Castillo y la Iglesia Parroquial de Santiago.
La principal novedad de este año en el festival llega en su vertiente académica, ya que desde sus inicios forma parte de la programación de cursos de verano de la UAL y la UNIA. Cada año ha ofrecido clases de diferentes especialidades musicales que concluían con un recital, pero esta vez todos los estudiantes trabajarán con un mismo objetivo: la puesta en escena de una ópera. Será el sábado 26 de julio en la iglesia del convento de San Luis.
Representarán La liberazione di Ruggiero dall’isola di Alcina, de Francesca Caccini, considerada la primera ópera compuesta por una mujer. Estrenada en 1625, este año se conmemoran 400 años de ese estreno.
Trabajarán bajo la dirección musical de Aarón Zapico, con el magisterio vocal de Marta Infante y Jorge Enrique García, de Noelia Reverte y Alejandro Villar en los conjuntos instrumentales, con Jorge Enrique García y Bruno Campelo en la dirección del coro y con Joaquín Torrecillas como repertorista.
Además de los conciertos, el festival acoge un Seminario Doctoral Internacional dirigido por los profesores Jean Frederic Schaub, de l’École des Hautes Études en Sciences Sociales de París (Francia), y Francisco Andújar, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Almería. Además, esto se completa con un ciclo de conferencias que contextualizan históricamente la música interpretada, reforzando la dimensión formativa y de investigación que caracteriza al FestiMUVB. Investigadores de universidades españolas y extranjeras abordarán temas como la memoria de la esclavitud, las revueltas en la monarquía hispánica o las memorias religiosas en los mundos ibéricos.
Para Cándida Martínez, directora del festival, este cambio supone “un salto cualitativo” tanto para el propio festival como pa el alumnado. “Con la experiencia que tenemos ya creo que estábamos preparados para esta experiencia que, sin dudas, va a ser muy estimulante y, a la vez, todo un reto”, asegura.
Además, para el público será una oportunidad única de disfrutar de una obra que no se suele representar con asiduidad y que, de la mano de los casi cien alumnos matriculados en la academia, se podrá ver en este pequeño pueblo almeriense.
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