Coronavirus Almería

  • La pandemia pone a prueba al equipo más preparado para las emergencias que ha sabido adaptarse al reto con un incremento del 20% de las asistencias en la provincia

Más 061 que nunca

El director del 061 en Almería acompañado por dos profesionales El director del 061 en Almería acompañado por dos profesionales

El director del 061 en Almería acompañado por dos profesionales / Rafael González

Escrito por

· Iván Gómez

Redactor Jefe

La emergencia es su razón de ser. Están preparados para intervenir en las peores circunstancias, cuando los pacientes críticos se aferran a la existencia a través de un pequeño hilo de esperanza. Y la pandemia no ha restado ni un ápice de su capacidad, ni tiempos de respuesta, ni competencias profesionales, sino todo lo contrario, las ha incrementado. Desde el primer día han estado al pie del cañón, blindados por el EPI y otras tantas protecciones contra los estragos del virus, pero priorizando siempre la vida que tienen que salvar. El medio centenar de sanitarios integrados en el 061 de Almería ha librado su particular batalla pese a las dificultades a las que se han enfrentado. Han tenido que intervenir en pequeños domicilios, casi sin ventilación, en los que convivían familias contagiadas con una peligrosa cara viral en el ambiente.

Trasladar al pediatra a bebés infectados por la COVID-19 porque sus padres también positivos no podían salir de casa. Y preguntar cada día por compañeros que han estado cinco semanas hospitalizados por el maldito coronavirus. Un duro golpe para una pequeña familia de héroes de ambulancia con estrechos vínculos. “No ha sido fácil, la carga emocional te la llevas a casa, en la mochila la vamos a tener para siempre”, comenta el enfermero Paco Pérez que fue padre en mayo y ha pasado demasiados meses sin ver a sus padres por el miedo a contagiarlos. Extremando las medidas de prevención y desinfección en base a nuevos protocolos que han tenido que implementar sobre la marcha, los equipos del EPES 061 fueron activados el pasado año en un total de 4.562 ocasiones, en su mayoría para atender situaciones de riesgo para la vida de los pacientes.

Puesta a punto de los equipos antes de la activación para las emergencias sanitarias Puesta a punto de los equipos antes de la activación para las emergencias sanitarias

Puesta a punto de los equipos antes de la activación para las emergencias sanitarias / Rafael González

La COVID-19 no ha mermado su capacidad asistencial y las solicitudes de atención sanitaria urgente al centro coordinador de emergencias instalado en la sexta planta de la Bola Azul han aumentado en 2020 en más del 20% en relación al ejercicio anterior. Los dos equipos de emergencias de la capital y el Poniente y el equipo de coordinación avanzada de Vera, apoyados por el equipo aéreo que da cobertura a la provincia, realizaron una media de 12,5 intervenciones diarias, atendiendo al 83,6% de las personas en menos de 15 minutos. Sólo bajaron los niveles de actividad durante la fase más estricta del confinamiento, pero volvieron a ser requeridos con vehemencia por la sociedad almeriense y no sólo para intervenciones de urgencia.

El 061 ha resuelto el 32,9% de peticiones de asistencia facilitando a las personas consejos sanitarios sin necesidad de movilizar ningún recurso, una resolución de demandas que también crece un 14% con respecto a 2019 gracias a la labor auxiliar de una veintena de teleoperadores que complementan al personal médico al otro lado del teléfono y en estrecha colaboración con el 112 Andalucía que ha llevado parte del peso en la gestión diaria. Los 52 profesionales sanitarios del 061 en Almería asistieron a 3.565 pacientes el pasado año. El doctor Antonio Castellano Peragón, director provincial desde hace un par de meses, tiene claro que “esta pandemia ha sido una nueva lección para el 061, nos hemos tenido que adaptar a los nuevos retos y somos mejores que antes. Cada unidad está compuesta por médico, enfermero y técnico de emergencias sanitarias y siempre se han desplegado siempre con sus equipos de protección individual (EPI), aunque no haya sospecha de paciente contagiado. Tal y como define el protocolo del gabinete de prevención de riesgos laborales de EPES 061, la indumentaria pasa a ser más específica y se incrementa el blindaje antiCOVID si en el triaje telefónico se confirma que el positivo del paciente está diagnosticado o existe la sospecha por las patologías asociadas.

A pesar de la complejidad del atuendo, los tiempos de preparación son mínimos. Estos profesionales ya conocían la pautas del vestido y desvestido por la formación previa que han recibido en crisis anteriores como la del ébola o la gripe aviar. Con el paso de los días y las activaciones se han ido automatizando los preparativos y también la descontaminación posterior que realizan en la nave de mantenimiento de vehículos situada en la Colonia de Araceli. Pese a estar inmunizados desde principios de año, tienen claro que “no podemos confiarnos ni bajar la guardia, no hemos relajado las medidas de prevención porque además de nuestra seguridad tenemos que ser ejemplo para el resto de la sociedad”, comenta Paco Pérez. En la nave realizan la segregación de material e indumentaria, así como la desinfección de la UVI.

Antonio Castellano es el director del 061 en Almería desde hace dos meses Antonio Castellano es el director del 061 en Almería desde hace dos meses

Antonio Castellano es el director del 061 en Almería desde hace dos meses / Rafael González

El técnico de emergencias sanitarias permanece siempre que es posible fuera del área de intervención evitando una posible contaminación con el paciente o el domicilio. “Suele haber un hombre limpio en el equipo que desinfecta al resto y ayuda al desvestidos, además de la descontaminación del vehículo con productos químicos y gas durante 45 minutos tanto en el habitáculo interior como en los materiales”, lo explica Manuel Carrasco, técnico en emergencias sanitarias que suele asumir ese rol. Después de cada actuación, el equipo notifica que entra en Código 8, lo que viene siendo el circuito de la desinfección, una encomienda imprescindible para que todo quede esterilizado de posibles impactos biológicos del virus SARS-CoV-2. Este ritual de limpieza no ha sido el único cambio en su forma de intervenir. La nueva normalidad del 061 también está presente en cada asistencia desde el mismo momento en el que se recepciona la llamada y preguntan si ha tenido fiebre, dolor abdominal, diarreas o ha estado en contacto con positivos. Les realizan una encuesta epidemiológica para comprobar si presentan tos o síntomas que guarden relación con el coronavirus. Este triaje telefónico también permite valorar la prioridad y la conveniencia de activar el equipo en el área de cobertura.

En cuanto llegan al domicilio o zona de asistencia, le ponen la paciente la mascarilla por protocolo, lo que a veces genera cierto miedo y preocupación. Piden que solo haya un familiar en la sala y nadie sin la mascarilla. En la ambulancia siempre podía ir un acompañante hasta que llegó la pandemia. Ahora sólo puede viajar el herido. “El trato es más frío porque el contacto es mínimo, pero intentamos ser cercanos y tranquilizar al paciente en la medida de nuestras posibilidades”, comenta Paco Pérez. En el domicilio entra siempre un profesional que suele ser el médico y valora el grado de exposición y la situación del enfermo. Lógicamente cuando es una emergencia máxima como una parada cardiorrespiratoria no hay examen previo y entran todos, priorizando esa vida sobre todos los demás criterios. Y la sociedad percibe ese sacrificio laboral y personal. La valoración de asistencia nunca baja del nueve.

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