La familia del soldado republicano Juan Guil Ibáñez recupera sus restos tras 85 años
Memoria histórica
Nacido en Alboloduy, tenía 8 años cuando murió su padre y su madre decidió emigrar a Terrassa. Durante la Guerra Civil formó parte del batallón 238 de la 60 Brigada Mixta del ejército republicano
La Generalitat de Cataluña ha devuelto a la familia los restos mortales de Juan Guil Ibáñez (Alboloduy, Almería, 1908), soldado republicano fallecido en la Batalla del Ebro en 1938 y que desde entonces se encontraban en una fosa común localizada en el Mas de Santa Magdalena, en Móra d'Ebre (Tarragona). Guil es la decimonovena persona exhumada que los expertos han podido identificar en Cataluña desde la creación en 2016 del Programa de Identificación Genética, y la tercera de las que se encontraron amontonadas en la fosa de Móra d'Ebre, la más grande de las abiertas hasta el momento en la comunidad.
Este sábado, en el cementerio de Terrassa, donde reside la familia de Juan Guil, el director general de Memoria Democrática del departamento de Justicia, Alfons Aragoneses, ha retornado los restos a la nieta del soldado muerto. Junto a los huesos identificados, la familia ha recuperado también botones de la ropa que llevaba en el momento de su muerte. Entre diciembre de 2020 y julio de 2021 se recuperaron en esa fosa común 177 cadáveres y restos de otros nueve.
El director de Memoria Democrática ha destacado, durante la ceremonia de retorno de los restos, la labor del equipo de historiadores, arqueólogos, antropólogos y genetistas que trabajan en ese programa de identificación genética de personas desaparecidas. Aragoneses ha asegurado que "lo que nos mueve, nuestra razón de ser, es que las familias conozcan la verdad y que vean reparado su dolor, su pérdida, aunque solo sea en parte y con muchos años de retraso".
"Hemos cerrado una herida. Es un consuelo saber que aquello que la viuda y los hijos no pudieron conseguir ha acabado llegando", ha dicho Anna María Guil, nieta del soldado republicano. Juan Guil Ibáñez residía en Terrassa y durante la Guerra Civil formó parte del batallón 238 de la 60 Brigada Mixta, perteneciente a la 3a División del ejército republicano. La familia pudo saber, gracias a la información facilitada por compañeros que sobrevivieron, que Guil sufrió la amputación de una pierna durante la Batalla del Ebro y que había sido enterrado cerca del hospital de campaña que los republicanos habilitaron en el mas de Santa Magdalena y en una ermita adyacente hoy desaparecida.
En 2021, su nieta Anna María solicitó la búsqueda de su abuelo a la Generalitat y a finales de 2022 se produjo la identificación genética de los restos entregados este sábado a la familia. El Programa de identificación genética es fruto de la colaboración entre el departamento de Justicia, Derechos y Memoria y el de Salud, y desde 2016 ha permitido la identificación de 19 personas tras cruzar los datos de los perfiles genéticos de los familiares que buscan a sus desaparecidos y de los restos recuperados en las fosas comunes. En la actualidad, el programa dispone de más de 3.000 muestras de familiares de desaparecidos, una cifra ostensiblemente menor a la del censo de desaparecidos en Cataluña, donde constan 6.689 personas.
La historia de Juan Guil Ibañez
Joan Guil nació en Alboloduy (Almería) en 1908. Era huérfano. A su padre, Juan, se le llevó la dureza mefítica de la mina. A Juan le esperaba un destino similar de espaldas rotas y pulmones diezmados. La madre, Teresa, quiso buscar una vida mejor. Tenía familia en Terrassa y se marchó con el niño y sus dos hermanas. Juan tenía 8 años. En Terrassa trabajó en el textil. Así lo recoge el Diari de Terrasa eun un reportaje en el que cuenta que el obrero fabril era aficionado a cantar, miembro de una coral, frecuentador de la cultura popular, ámbito en el que conoció a su amor, Paulina Armengol, tenía ya 30 años cuando le llamaron a filas. Los más jóvenes ya se habían enrolado en el ejército republicano. “Le alistaron de forma obligada”, deja claro la limpia. Conocidos de Juan habían burlado el alistamiento forzoso y desertaron. "Él pensó en esconderse". Pero no lo hizo. Tenía dos hijos: Jordi (padre de Anna) y Montserrat. El niño contaba 4 años. La niña, 1 año. Juan Guil fue encuadrado en el batallón 238 de la 60 Brigada Mixta, de la Tercera División. Lo enviaron a la carnicería de la batalla del Ebro. Allí murió poco después, el 24 de agosto de 1938, víctima de “fuego amigo”. Una bala perdida de un compañero le seccionó una pierna, que le fue amputada. O perdió la vida recién llegado al hospital militar o ya había expirado antes. Inhumaron su cuerpo vestido en la conocida como fosa de Santa Magdalena, en Móra d'Ebre, la mayor abierta hasta ahora en Cataluña.
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