Siete de cada diez municipios en España pierden población. En Almería es al revés. Casi siete de cada diez se han ganado habitantes. Lo sucedido en 2022 en la provincia de Almería no tiene precedentes cercanos en el tiempo. Algo ha cambiado y habrá que realizar un análisis profundo para entenderlo.

Pero los datos están ahí. Y lo que arrojan es positivo. 2022 ha sido un año mágico para una buena parte de los pequeños municipios de Almería. Una provincia que, al contrario de la mayoría de provincias del resto de España, tiene unas cifras envidiables en numerosos aspectos relacionados con la demografía. Almería es, por ejemplo, la provincia con mayor natalidad de la península.

Pero este ha sido el año de los municipios pequeños, pues muchos de ellos han ganado población. Se trata de Abrucena, Albanchez, Albolodoy, Alhabia, Alicún, Almócita, Bayarque, Bédar, Beires, Chercos, Enix, Felix, Fiñana, Fondón, Gádor, Gérgal, Huécija, Íllar, Instinción, Laroya, Las Tres Villas, Lucainena de las Torres, Lúcar, Nacimiento, Olula de Castro, Paterna del Río, Santa Cruz de Marchena, Sierro, Somontín, Suflí, Terque, Turrillas, Urrácal, Velefique y Zurgena.

Hay tres pequeñas localidades que ni han ganado ni han perdido. Son Armuña de Almanzora, Bentarique y Castro de Filabres.

Y de entre los que han perdido, hay algunos en los que la diferencia apenas se nota. Abla apenas ha perdido 11 habitantes, Alcolea 18, Alcóntar 4, Alsodux 2, Bacares 9, Bayárcal 5, Benitagla 5, Benizalón 10, Cóbdar otros 10, Líjar 18, Ohanes 11, Padules 12 y Senés 6.

La provincia de Almería tiene un total de 740.534 habitantes. Almería capital es el único de los grandes municipios de la provincia que pierde habitantes, 1.516 vecinos. De los 200.753 con los que contaba en 2021 pasa a un total de 199.237. Roquetas de Mar es el municipio (de los grandes) que más habitantes gana, pasando de 98.725 a 102.881.

El Ejido también gana casi la misma cantidad, pasando de los 84.005 ciudadanos a los 87.500. En el lado contrario se encuentra Benitagla, el municipio con menos habitantes de la provincia. Si en 2021 había censados un total de 59 ciudadanos, en este 2022 son unos cuantos menos, hasta llegar a 53.

Hay una serie de motivos que hacen que la población aumente en los pueblos pequeños. Una de ellas era la desconexión financiera y la digital. En casi 40 pueblos no había cajeros para realizar gestiones bancarias, algo que se ha solucionado gracias al esfuerzo de la Diputación Provincial.

El acceso a Internet también se ha ido reduciendo y es espera que en un par de años, toda la provincia y, con ella, todos sus municipios, tengan fibra óptica. En la época actual, este tipo de conexión es fundamental para una buena parte de los trabajos, y disponer de una conexión decente en los pueblos hace que hay personas que, pudieron trabajar desde sus hogares, no se desplacen a otras zonas como la capital, que, causalmente, sí está perdiendo población.

Iniciativas singulares

Pero, pueblo por pueblo, son muchas las iniciativas que durante los últimos años se están realizando en buena parte de los municipios de la provincia para frenar la despoblación. Y, en muchos casos, han funcionado.

Un ejemplo de buena gestión es Almócita, que ha ganado población durante los últimos años y se ha convertido en ejemplo nacional de cómo la agroecología impulsa el desarrollo rural. “Almócita es un faro y un ejemplo de lugar pequeño ensayando cosas grandes; un laboratorio vivo en el que se evidencia que la agroecología impulsa el desarrollo de los pueblos y el bienestar de las personas”. Estas son algunas de las reflexiones extraídas del Simposio de Agroecología, Municipalismo y Desarrollo Rural que se celebra cada año en el municipio.

Fuente Victoria también suma numerosas iniciativas para no perder vecinos. Y, recientemente, dio un golpe a la despoblación. Y es que se ha conseguido la reapertura del centro de salud de la localidad. Desde principios de 2022, los vecinos y vecinas de Fuente Victoria tienen servicio médico y de enfermería, servicio de analíticas y otro para los mayores de la residencia.

Laroya también ha luchado para hacer frente a la sangría. Otro de los puntos a favor de los municipios es el ocio. Y dentro del ocio, los bares son fundamentales. Es por ello que Laroya se negaba a perder el suyo y ofreció su gestión a una familia con hijos.

El paso del tiempo era inexorable y dueños se jubilaban. Así que aprovechando que la titularidad era municipal, su objetivo fue regenerarlo. Laroya también ha ganado habitantes y ha llegado a los 200 en el último padrón de 2022.

En Lubrín se ha puesto en marcha un servicio de atención a la dependencia para 30 vecinos. Ha sido uno de los beneficiados de las ayudas concedidas, a nivel nacional, por la Dirección General de Políticas contra la Despoblación, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para contribuir a la innovación territorial.

Ayudas en compra de viviendas

Un total de 72 municipios almerienses (423 a nivel andaluz) que tienen una población inferior a los 3.000 habitantes se benefician de las ventajas fiscales que contempla la Ley de Tributos Cedidos de Andalucía para combatir los problemas de despoblación.

Los municipios de la provincia donde existen estas ayudas son Abla, Abrucena, Albánchez, Alboloduy, Alcolea, Alcóntar, Alcudia de Monteagud, Alhabia, Alicún, Almócita, Alsodux, Armuña de Almanzora, Bacares, Bayárcal, Bayarque, Bédar, Beires, Benitagla, Benizalón, Bentarique, Canjáyar, Castro de Filabres, Chercos, Chirivel, Cóbdar, Enix, Felix, Fines, Fiñana, Fondón, Los Gallardos, Gérgal, Huécija, Íllar, Instinción, Laroya, Laujar de Andarax, Líjar, Lubrín, Lucainena de las Torres, Lúcar, María, Nacimiento, Ohanes, Olula de Castro, Oria, Padules, Partaloa, Paterna del Río, Purchena, Rágol, Rioja, Santa Cruz de Marchena, Santa Fe de Mondújar, Senés, Serón, Sierro, Somontín, Sorbas, Suflí, Taberno, Tahal, Terque, Las Tres Villas, Turrillas, Uleila del Campo, Urrácal, Velefique, Vélez-Blanco y Zurgena.

Un total de 72 municipios almerienses (423 a nivel andaluz) que tienen una población inferior a los 3.000 habitantes se benefician de las ventajas fiscales que contempla la Ley de Tributos Cedidos de Andalucía para combatir los problemas de despoblación.

Los municipios de la provincia donde existen estas ayudas son Abla, Abrucena, Albánchez, Alboloduy, Alcolea, Alcóntar, Alcudia de Monteagud, Alhabia, Alicún, Almócita, Alsodux, Armuña de Almanzora, Bacares, Bayárcal, Bayarque, Bédar, Beires, Benitagla, Benizalón, Bentarique, Canjáyar, Castro de Filabres, Chercos, Chirivel, Cóbdar, Enix, Felix, Fines, Fiñana, Fondón, Los Gallardos, Gérgal, Huécija, Íllar, Instinción, Laroya, Laujar de Andarax, Líjar, Lubrín, Lucainena de las Torres, Lúcar, María, Nacimiento, Ohanes, Olula de Castro, Oria, Padules, Partaloa, Paterna del Río, Purchena, Rágol, Rioja, Santa Cruz de Marchena, Santa Fe de Mondújar, Senés, Serón, Sierro, Somontín, Sorbas, Suflí, Taberno, Tahal, Terque, Las Tres Villas, Turrillas, Uleila del Campo, Urrácal, Velefique, Vélez-Blanco y Zurgena.