Ni rastro ya de la antigua bodega del XIX de Almería ni tampoco de vertidos de basura

Almería

Proceden a la retirada de una de las 14 tinajas encontradas en las obras de los contenedores para su almacenaje en el Mesón Gitano

La zanja de los contenedores soterrados sin basura y sin restos arqueológicos en la calle Antonio González Egea

En la calle Antonio González Egea del casco histórico de la capital ya no hay ojos curiosos tratando de recrear la antigua bodega del siglo XXI que se encontraba bajo tierra. Tampoco manos incívicas tirando sobre las tinajas descubiertas en las obras de contenerización botellas, latas y otros restos de basura sin consideración alguna.

El Ayuntamiento de Almería, a través de la empresa contratada para la instalación de los nuevos contenedores del casco histórico –las islas ecológicas– ha procedido a adecentar este espacio de obras (la zanja), que semanas atrás ofrecía una imagen lamentable, paradójicamente, de contenedor pero incívico.

Tampoco hay rastro ya de los restos del conjunto de 14 tinajas que, al inicio de los trabajos de este proyecto, aparecieron en esta calle del casco histórico. Se encontraban en mal estado por su fragmentación y, además, el rescate de estas vasijas empleadas en su momento para almacenar vino era casi una misión imposible ya que, según el informe arqueológico, se encontraban empotradas en un mortero de cal de gran dureza, lo que ha imposibilitado, durante el trabajo de campo previo al inicio de las obras, su extracción o muestreo manual, “extremo que se considera muy dificultoso sin provocar la rotura de las mimas”, tal y como se exponía en el citado informe. Tampoco eran salvables los restos de una vivienda del siglo XVIII de “escasa entidad histórica”, además.

Atendiendo a los requerimientos de la Delegación Territorial de Cultura, se ha procurado no obstante extraer una de estas tinajas con intención de trasladarla al Mesón Gitano, aunque no será expuesta al ser de una época muy posterior al yacimiento andalusí, de gran valor éste, sino que la idea es que permanezca a resguardo en el almacén del edificio construido a los pies de la Alcazaba hasta nueva orden.

El Ayuntamiento pronto podrá pues retomar las obras para instalar la isla ecológica y levantar la que es la quinta suspensión que estas obras han sufrido desde su inicio.

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