El Ayuntamiento de Almería ha formalizado la primera custodia temporal de cotorras, dentro del proyecto pionero en España emprendido con el objetivo de contener el rápido crecimiento de esta especie invasora en el término municipal de la capital.

El programa municipal, consistente en la captura de los ejemplares censados, la castración de los machos y la posterior entrega a aquellas personas que quieren cuidarlos en sus casas mediante el sistema de custodia responsable, ha arrancado de una manera diferente a la esperada.

Según ha explicado el concejal de Sostenibilidad Medioambiental y Energética, Antonio Urdiales, esta primera entrega en custodia formalizada ha partido de una particular que se encontró el pasado mes de agosto una cotorra malherida y se puso en contacto con el Ayuntamiento de la capital, convirtiéndose esta mujer, de la que no se han facilitado los datos, en la primera persona en obtener la responsabilidad autorizada de custodia temporal.

El programa en sí, que contempla la entrega entre los solicitantes del mayor número posible de estas aves –350 ejemplares fueron censados en 2022–, aún no ha sido desplegado, “a la espera de encontrar una técnica de esterilización eficaz”, detalla el responsable municipal, quien contempla el próximo año para iniciar los procedimientos ideados en la anterior Corporación y que tendrán, como primer paso, la captura de ejemplares en zonas donde ha sido detectada una sobrepoblación, como puede ser el entorno de la Universidad de Almería entre otras áreas de la ciudad, una vez obtenida la pertinente autorización de la Junta de Andalucía para el manejo de cotorras, labores para las que el Ayuntamiento tiene contratada una empresa a cargo también del control de la población de palomas y gaviotas, especies de igual modo invasoras y que pueden transmitir enfermedades zoonóticas.

Será entonces cuando el Ayuntamiento tire de la larga lista de solicitantes quienes, cuando fue presentada esta iniciativa piloto, se pusieron en contacto con la Concejalía de Sostenibilidad interesándose por ser receptores de una cotorra.